I fell in love.

Sinceridad.

—¡¿Lo dices en serio?!— La sorpresa en la voz ajena era palpable, ambos miraban a Saiki con intriga, todavía un poco incrédulos, sus pasos eran tranquilos mientras caminaban hacia la casa del recién nombrado. Era lunes, habían pasado solamente dos días desde aquella cita que Kusuo compartió con su pareja, así que hace aproximadamente dos días se estaba torturando la cabeza básicamente con ideas, posibles resultados de los escenarios que estaban por venir. Necesitaba tacto, y prever todas las preguntas que el adverso pudiese realizarle, aunque no sabía qué tanto podía llegar a preguntar.

—Sí.— Le respondió a Aiura, esta abrió más sus ojos, ni ella ni Toritsuka creían que realmente Saiki quería hacerle saber la verdad de sus poderes a Kuboyasu.

—¡Pero, Saiki! ¡Tú no quieres que nadie sepa! ¿No es así? ¿Cuál es la necesidad de contarle?— la voz de Toritsuka sonaba ligeramente preocupada, entonces comenzó a hablar con rapidez.— Quiero decir, ¿eso no sería un futuro problema para ustedes? ¡Mira! Supongamos.— chocó la palma de sus manos para llamar la atención de ambos.— Le dices, y todo sale bien, muak muak muak, amor por aquí, amor por allá, se besan, pero después cuando el esté solo en su casa, podría ponerse a pensar, ¡diablos, Saiki sabrá absolutamente todo lo que pienso! T o d o, TODO.— Se alarmó, sí.— ¿No crees que se sentirá totalmente incómodo? ¡Yo me sentiría incómodo! ¡Muy observado! y-

De repente, Aiura levantó su diestra para darle un fuerte golpe en la cabeza al adverso, provocando que este se quejara de inmediato, haciendo un leve puchero con sus labios la miró poco después.

—Tonto, Saiki nos llamó para que lo ayudemos, no para que tenga miedo de hacer lo que inevitablemente hará.— Mikoto se tallo suave el entrecejo antes de suspirar, miró a Toritsuka, quién continuaba acariciando su cabeza por el dolor.— Y tú te sentirías incómodo porque eres un pervertido y es lo único que encontrará en tu cabezota.

—Yare yare, recuérdame para qué lo traje a el.

—No, no, Saiki te equivocas. El se invitó solito, creo que sobra.

—¡Basta, no sean malos conmigo!—Gritó Toritsuka. Se detuvieron los tres cuando llegaron a casa de Saiki, este los dejó pasar, todavía necesitaba de algún que otro consejo para manejar la situación, por lo menos con eso se mentía a si mismo, porque realmente sólo quería aquello conocido como "apoyo moral" y ellos, además de su familia, eran los únicos que conocían de sus poderes. Supuso que, la ocasión lo ameritaba.

—¡Bien!— Mikoto sonrió ampliamente, estaban los tres sentados en el suelo de la habitación de Kusuo, estaban "ideando un plan maestro" para que todo saliera bien.— Veamos, debemos concentrarnos. ¿Has pensado en cómo le darás entrada al tema, Saiki?

—¿Que no es sólo decírselo y ya? No creo que haga falta crear otro escenario para perder el tiempo.

—¡Pero, Saikiii!— se quejó, alargando más el nombre ajeno.— ¡Es una noticia importante! No es cualquier cosa, debería ser especial.

—Sí, imagínate inmortalizar el momento justo cuando tu relación se puede ir al cañ- — Antes que terminara la frase, Aiura nuevamente lo golpeó, haciéndolo caer hacia atrás.

—Como decía...— se aclaró la voz, sonriendo más suave esta vez.

—¿Y si tiene razón?— Interrumpió Saiki mientras miraba el agua que había en su vaso apenas unos segundos, apretó este un poco más entre sus manos, de inmediato e inconscientemente, lo destruyó con su fuerza, haciendo que únicamente el agua se regara en el piso. Los otros dos lo miraron, entonces se dieron cuenta de lo preocupado que de verdad se sentía.— Siempre evalúo todo para que salga como quiero, más o menos, pero en esta ocasión no puedo prever cómo reaccionará. Yare yare, Reita tiene razón, puede que yo esté siendo demasiado optimista que no piense ni siquiera en lo incómodo que pueda llegar a sentirse en el futuro.— Saiki miró sus manos por unos momentos.