Por qué, de todos los días habidos y por haber en el mundo, decidió venir exactamente el día de hoy. Yare yare, no lo necesito aquí. Es más, no lo quiero aquí, tampoco mañana ni pasado...Cerró con seguro la puerta de su habitación, quedándose justamente de pie allí frente a esta, pero aún así sabía que el resultado sería el mismo. Podía escuchar la emoción de sus padres al hablar con esa persona, podía escuchar lo mucho que le extrañaban a veces en casa. Podía escuchar todo. Menos a él.
—Ku-chan~ baja ahora mismo, Ku-Kun está aquí, debes venir a verlo~— Le habló Kurumi, puesto que sabía perfectamente que Saiki los estaba escuchando. El de cabellos rosas hizo una mueca, indispuesto; pero a veces parecía que su madre lo conocía mucho mejor de lo que él pensaba.— Baja ahora mismo a ver a tu hermano, jovencito.
Su voz seria, dura. Saiki se teletransportó a la sala inmediatamente.
Yare yare.
—Kusuo, cuánto tiempo sin vernos.
Sí, ya vete.
Kusuke enarcó una ceja antes de sonreírle ampliamente, extendiendo sus brazos hacia el adverso.
—¿Esa es la forma de tratar a tu hermano mayor? Ven aquí.— Su gesto no cambió, el de Kusuo tampoco. Este último dió media vuelta, dispuesto a irse nuevamente a su habitación.
—Ku-chan, no seas malo con él, ¡se quedará con nosotros unos días! ¡¿No son excelentes noticias cariño?!— Habló con su alegría habitual mientras tomaba las manos de su esposo.
—¡Sí! no sólo tengo que soportar a Kusuo a quién le daría una golpiza sino fuera porque es un psíquico, ahora también a mí otro hijo que me trata como si no existiera, ¿no es maravilloso?— Los brillitos comenzaron a manifestarse alrededor de los dos enamorados, Saiki sólo rodó con cansancio los ojos.
—No te preocupes, madre, no te ocasionaría molestías. Quizá vaya a hospedarme a un lindo lugar.
—¡Qué va!~ Ku-kun, quédate con nosotros.— apenas llevaba Saiki un par de minutos en la sala con ellos y ya sentía suficiente asfixia familiar. Definitivamente iba a regresar a su habitación, apenas dió un paso cuando se percató quién se acercaba a la entrada de su casa.
Por un momento, había olvidado que había invitado a Kuboyasu el día anterior.
Rayos.
Se teletransportó en la puerta justo unos tres segundos antes de que Aren tocara, y la abrió.Kuboyasu abrió sus ojos sorprendido, pues no había hecho mucho ruido al entrar, sin embargo le sonrió inmediatamente a Saiki al verlo.
—¡Kusuo!— Traía un traste en sus manos que sostenía con mucha fuerza, junto con un par de bolsas más, quién sabe qué contenían.
Hola, ya nos vimos. Adiós.
Le cerró la puerta.
—Ku-chan, ¿quién es?
Nadie.
—¡Oh, es verdad Kusuo! Invitaste a tu amigo, ¿no es así?— Ese fué su padre. Usualmente Saiki no les avisaba a sus padres cuando Kuboyasu iría a visitarlo, a veces porque lo hacía de sorpresa, otras porque no se quedaba mucho tiempo, o simplemente porque no quería. Pero como el día anterior había llegado tarde después de todo el lío del restaurante, ellos se preocuparon, así que no le quedó de otra que decirles que sólo habían ido a comer y que iría al día siguiente.
—¡Ah! ¿Es Kuboyasu-kun~? ¡Déjalo pasar déjalo pasar!— Kurumi le sonrió con alegría.
No. Ya se fué.
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I fell in love.
Fanfikce¿Él enamorado? ¡Imposible! No se permitiría experimentar esa clase de sentimientos. . . Mucho menos por el. Por lo menos, eso pensaba Saiki antes de ayudar a su amigo con un consejo. Pareja: Kuboyasu x Saiki. 🙏🏻