Por poco

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Rusia corría de manera desesperada por los jardines de ese enorme lugar, la ausencia de la Luna aunado a que sus sentidos aún estaban en estado de shock le impedían ubicarse muy bien. No podía creer que estuvo a punto de violar al pequeño Omega, lleno de frustración cerró los ojos aún sin detener su andar, por lo que accidentalmente activo una alarma que comenzó a sonar por todo el lugar, se quedó de piedra en su lugar, claramente escucho pasos que se dirigían hacia donde él estaba, pero su cuerpo no reaccionaba, la imagen de México llorando y alejándose de él nubló totalmente su pensamiento, sus ojos se cerraron una vez más…. . Era un hombre muerto.






















Fue entonces que sintió como su torso era rodeado por unos brazos delgados y por algo más, se sentía como una soga algo gruesa pero suave, su cuerpo pudo experimentar un poco de frío, y fue entonces que se atrevió a abrir un poco uno de sus ojos, su sorpresa fue enormes al ver como se encontraba a varios metros de altura, su primer pensamiento fue que murió y que iba al cielo, pero rápidamente abandonado ese ridículo pensamiento. Más sin embargo su mandíbula casi se le cae al suelo cuando miro por sobre su hombro. Pudo ver cómo era México quien lo había salvado, y que lo que estaba rodeando su cuerpo, era ni más ni menos que la linda colita del omega, que lo sujetaba de manera firme, pero sin llegar a lastimarlo, no como las últimas veces que casi le rompe las costillas. Una de las manos del alfa se alzó lentamente hasta quedar en el rostro del pequeño latino, el cual se sobresalto por la caricia del contrario, al bajar la mirada se topó con un sonriente Rusia, quien tenía su rostro ligeramente alzado para así poder mirarlo mejor.


-me salvaste, entonces ¿si te importo? -

-¡Callate! Oh juro que te suelto donde están mis compañeros para que te den la turboverguiza de tu vida, cabron. Y no, no lo hago por ti, lo hago por…Emmmm….  ¡Por la promesa que le hice a Ame, si, por eso. -

México vuela por sobre el gran muro que rodea su hogar, ya al estar a una distancia considerable de la mansión del asiático, comenzó a descender poco a poco. Una vez que consideró que la altura no era tan peligrosa, soltó sin más al euroasiático como si de un costal de papas se tratase. Pero con lo que no contaba el hispano, era que Rusia lo sujetara de su tobillo haciendo que los dos se precipitaran contra el suelo. Por tal acción, México cerró sus piernas mientras cubría su intimidad. Por suerte, el eslavo fue capaz de caer de pie sin mayor problema. Una sonrisa divertida se dibujó en los labios del alfa al ver como México intentaba proteger su miembro de la vista del contrario.


-no tienes nada que no haya visto ya - - - - - - -

Un gran sonrojo cubrió el rostro del más bajito, el cual lanza una patada al rostro del euroasiático, que por fortuna fue detenida sin mucho trabajo, de un tirón que México no esperaba, fue jalado hacia el fornido cuerpo del más alto para así poder ser envuelto en un cálido abrazo. México se tensó, pero aunque no correspondió el gesto, tampoco intentó huir. Solo se dejó envolver por la calidez y fragancia que el cuerpo contrario le otorgaban. Tras unos momentos, pudo sentir como poco a poco era liberado de su cómoda prisión. Miró a Rusia a los ojos y pudo notar una linda sonrisa que el alfa le  estaba regalando, además de un brillo en su mirada que le hizo sentir su cara arder.


-vete, antes que me arrepienta y te haga mío -


Comenta el Sovietico con una sonrisa coqueta que hace estremecer a México, el cual eleva el vuelo de manera veloz,  Rusia lo ve alejarse como si de un ave a la que acaba de liberar se tratase. Da un suspiro y se aleja de allí en busca de Alemania, pues sabe que muy probablemente el europeo lo debe de estar buscando como loco.

Mientras tanto, el latino se encontraba sobrevolando el lugar en el que salvo al Sovietico, y pudo notar a algunos de sus compañeros, por lo que decidió descender tras ellos, ante tal acción tan repentina, Bolivia, Brasil y Colombia, que era los que habían acudido a revisar que activó la alarma , se sobresaltaron y giraron rápidamente mientras apuntaban con sus armas.

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