Bittersweet

La Cita 1 /???

Una disculpa por cualquier error

-Y pensar que México entrenó tanto para prácticamente nada, si, tal vez la  rescató , pero tal vez al final se quede con el imbécil que la mantuvo cautiva ¡Tsk! Al final todo será en vano. -

Las palabras tan cargadas de molestia por parte del colombiano llaman la atención de la joven omega y del filipino que rápido lo voltean a ver, pueden notar que el alfa tricolor mira hacia una banca, allí se encuentran sentados México y Rusia, ambos comparten un helado, de vez en cuando el Sovietico deposita o lame los carnosos labios de su contrario con el pretexto de quitar restos del cremoso postre. Filipinas se encoge de hombros restándole importancia a lo dicho por su amigo, y no porque no le interese, sino más bien porque él apoyará la decisión que México tome, porque aunque no lo parezca, el asiático respeta a su futuro líder. Por su parte, América mira con una suave sonrisa a su mejor amigo, al igual que Filipinas, ella también apoyará al mexicano, y lo dejaría en claro.

-Lo único que importa es que México sea feliz, se lo merece, no importa si Rusia es responsable de la muerte de mis padres o no, yo soy capaz de perdonarlo con tal de darle paz a Mex. Además, Rusia no fue tan terrible conmigo, nunca me golpeó o maltrato en ningún sentido, tampoco permitía que ningún hombre me tocara, aunque debo admitir que era bastante posesivo al inicio…. Pero prefiero pensar que este es otro Rusia, uno nuevo y que el maldito bastardo cruel murió. -

Las palabras de lo omega causaron una amplia sonrisa en Filipinas, pero Colombia sólo resopló mientras bajaba un poco su gorra, pues no deseaba seguir viviendo lo acaramelados que estaban México y Rusia, aún así al sureño le asombra el hecho de que la omega esté dispuesta a perdonar un acto tan atroz como lo es el posible asesinato de sus progenitores, aunque si lo piensa, el “sacrificio “ de la joven es equiparable al que México hizo por ella, es decir, dejó la comodidad de una vida normal con tal de encontrarla, pues sabía que la policía nada haría, los soviéticos son técnicamente intocables por la ley. Colombia bajó la mirada unos momentos para segundos después llevarla hasta donde momentos antes se encontraban sentados Rusia y México, notando que ya se estaban alejando del lugar. Para no verse tan obvios deciden esperar unos minutos, no les preocupa perder el rastro del pequeño Omega, ya que trae un smartwatch que da su posición en tiempo real, además que también tiene un botón de pánico.

Por su parte, los tricolores caminan mientras sujetan sus manos como si se tratasen de una pareja de enamorados más, por un momento, el de escudo de águila no pude evitar pensar en lo mucho que le hubiera gustado conocer al eslavo en otras circunstancias, de reojo vio a su acompañante, su semblante se veía bastante serio, de verdad que lucía muy guapo, y eso claramente no sólo México lo veía, ya que el alfa llamaba la atención de otros omegas que pasaban junto a él. Un puchero de inconformidad apareció en el rostro del latino, que rápidamente se aferró al brazo de Rusia en un intento de marcar territorio, lo cual funcionó en más de un sentido, ya que los omegas desviaron su atención del Sovietico momentáneamente, y a su vez el alfa volteo a ver a su pequeño mientras le regalaba una dulce sonrisa.

-¿Pasa algo? -

La pregunta tan gentil del mayor llena de vergüenza a México ¿Como le explica que los celos de que otros omegas lo vean lo carcome? Y pensar que hasta hace unas semanas no soportaba ni tenerlo cerca, sin duda la vida es una montaña rusa. El omega negó mentalmente, estaba comenzando a divagar en el pasado, y lo único que importa ese día es el presente. Su mirada viajó hasta el Sovietico que esperaba expectante una respuesta, por lo que el mexicano se encogió de hombros mientras sonríe con pena.

-Es que tengo un chingo de hambre, el helado no me llenó ¿Porque no vamos a ese Burger Queen o al Kenfuchi? -

Rusia asiente mientras abraza al más bajito de los hombros, porque claro que el omega también había llamado la atención de los alfas, ese era el motivo de su semblante tan serio, a paso tranquilo ambos jóvenes se dirigen al primer puesto mencionado por México, una vez dentro del local, el ruso anuncia que irá a pedir sus órdenes, mientras su contrario busca un buen lugar donde sentarse, más unos susurro a sus espaldas lo dejan congelado, se trata de un grupo de chicas (omegas) que se burlan y critican al bajito.