La Visita

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Antes que nada este capitulo contiene +18 pondré donde inicia y donde termina. También perdón por cualquier error uwu los amo










China se encontraba en la puerta principal de su hogar, esperaba de manera impaciente la llegada de Rusia, tenía la remota esperanza de que la compañía del alfa aminorara los malestares que agobian a su amado hijo, para evitar cualquier riña o mal entendido se suscitar, el asiático ya había hablado con todos los miembros de la mafia, y a pesar de que vio más de una cara de desacuerdo, todos aceptaron su decisión sin objetar, incluso Colombia, a quien había pensado decirle que le iba a prohibir el acceso a la mansión si causaba otro alboroto como el de la última vez.

Una pequeña sonrisa se dibujó en sus labios al escuchar el sonido de tres motocicletas acercándose, rápidamente reconoció el motor del vehículo de Filipinas, finalmente habían llegado. El portón se abrió para poder permitir el acceso a sus subordinados y al eslavo, apenas los jóvenes se estacionaron, Rusia descendió rápidamente y se acercó al de cinco estrellas, su primera intención fue tomarlo de los brazos y preguntar por su amado México, pero deseaba enormemente conservar ambas manos, así que únicamente retiró su ushanka a modo de respeto.

-Rusia, mentiría si te digo que me llena de alegría que estés aquí, pero me alivia ver que si te fue posible poder venir, realmente espero que tu presencia pueda servir de algo bueno para mi avecilla. -


Rusia únicamente asiente y una vez más se coloca su ushanka al ver el ademán de manos que china le hace para que lo siga, por su parte Filipinas toma la mano de la joven americana para poder guiarla a la cocina, pues desea que coma algo, se lo merece.

Los pasos del asiático y el euroasiático son apresurados, pues saben que cada segundo es crucial para la salud de México, China se maldice por haber esperado tanto, pero por un momento deseó que mágicamente su hijo se recuperará como cuando era pequeño y enfermaba de cualquier cosa, pero esto no era cualquiera cosa. Al llegar a la puerta de la habitación del omega, China habló con su voz firme y neutral.

-Si en un lapso de veinticuatro horas mi hijo no muestra mejora alguna, te pediré que te retires y traeré a Finlandia, en realidad debí de pedir que lo trajeran a él primero ya que originalmente él debía ser su alfa. -

Rusia está a punto de reclamar que no quiere a ese nórdico cerca de su pequeño, ese bastardo casi abusa de México, bueno él también casi lo hacía, pero al menos él está honestamente arrepentido, y si pudiera viajar en el tiempo se golpearía así mismo, por desgracia eso no era posible, por lo menos ahora podía aprender de sus errores. Aunque la curiosidad de saber si China estaba al tanto de lo que el finés casi le hace al omega lo invade, realmente no lo sabe, pero él no es nadie para contar algo tan privado, si México no le ha dicho nada sus motivos tendrá, así que por ahora guardarán silencio.

Por fin el de cinco estrellas abre la puerta para que así los dos puedan ingresar, lo primero que Rusia ve es al pequeño tricolor acostado y cubierto con una sábana blanca, sin medir consecuencias e importandole poco la reacción de China, el alfa se acercó rápidamente hasta donde México para así hincarse y poder dar pequeñas caricias en el suave rostro del contrario. Un gruñido de molestia es dado por el chino, desea con todas sus fuerzas alejar a ese miserables eslavo de su hijo, pero por ahora no lo hará, sin decir ni una palabra se retira de allí, su instinto de padre le asegura que puede confiar en Rusia, pero si acaso ese alfa se sobrepasa le cortara el pene con un cuchillo sin filo.




Los delicados mimos no se detienen por parte del más alto. Puede sentir que el rostro del omega está bastante caliente además de que sus bonitos y llamativos colores son mucho más pálidos de lo normal. Un pequeño gemido de dolor es dado por el mexicano, por un momento abre los ojos, su mirada está perdida en el techo, solo susurra algo que estruja el corazón del alfa.

BittersweetDonde viven las historias. Descúbrelo ahora