Bittersweet

El Precio De la Inocencia

Pues como siempre perdón por cualquier error de dedo :'c

La sala, que era el lugar donde se encontraban México, China, URSS y Mongolia, se encuentra en total silencio. Apenas llegaron al hogar de los asiáticos, Rusia fue ingresado de urgencia para operación y transfusión de sangre, Bielorrusia se ofreció rápidamente para donarle sangre a su hermano, y justo ahora se encontraba descansando en la habitación donde suele quedarse Bolivia.

China mira de reojo a su hijo, el omega no se ha dignado a dirigirle la palabra, o siquiera voltearlo a ver con tan siquiera desprecio o duda, únicamente se dedica a abrazar la ushanka del euroasiático mientras se hace bolita en la otra orilla del sofa.

Un bostezo de aburrimiento es dado por Mongolia, para posteriormente ponerse de pie con la intención de retirarse de allí para poder descansar, solo lanzó una advertencia silenciosa URSS, la cual es rápidamente captada por este, quien al igual que su contrario se pone de pie, pues debe ir por Bielorrusia para que ambos se puedan ir de ese hogar.

-Mañana vendré para llevarme a Rusia, él estará mejor en su casa con su familia-

México alza la mirada lleno de indignación, sin perder el tiempo se levanta de un brinco, cosa que provoca un resoplido de burla en el único alfa que queda allí, ya que el mongol finalmente se fue. China también se pone de pie, pero con una actitud más tranquila que la de su imprudente hijo.

-¿De verdad espera que le crea semejante mamada? Estoy casi seguro que incluso usted aprovecharía la debilidad de mi chichón para matarlo, así que pura verga que voy a dejar que se lo lleve. -

URSS alza una ceja mientras ve al tricolor por sobre su hombro, México se nota verdaderamente decidido a no dejar que se lleven al euroasiático, pero eso al alfa rojo no le interesa, mañana mismo se llevará a su hijo a la fuerza si es necesario. El tricolor se queda bufando de molestia mientras maldice a URSS, de reojo, puede ver a China que se acerca tranquilamente hasta donde está él, pero el latino finge no haberlo visto y se va corriendo de allí dejando al asiático con la mano ligeramente estirada, desea ir tras su hijo, pero no cree ser capaz de verlo a los ojos. Por ahora sólo queda esperar el momento adecuado para poder hablar sobre la trágica verdad.

Una vez en la soledad de su habitación, y para evitar que alguien entre, decide cerrar la puerta con seguro, pues realmente no quiere ver a nadie, y menos a China. Lo que desea es aclarar sus pensamientos, e intentar entender lo que Finlandia había dicho ¿China lo adoptó para calmar su conciencia? Tal vez lo dijo porque obviamente el asiático ha dejado a cientos de huérfanos, tal vez con él se quiso reivindicar. Negó un poco, esa idea quedaba descartada totalmente, pues al ver a los ojos a su padre adoptivo pudo ver claramente que su conciencia pesaba, además de que las palabras de la hermana pysker cobran más sentido, China sabía de él, conocía su situación. Cerró sus ojos con fuerzas mientras se recuesta en la cama, comienza a dar pequeños trabajos de respiración, aunque le duela intentará recordar cada detalle del día en que asesinaron a sus padres. Tal vez era bastante pequeño cuando ocurrió, pero es algo que se quedó muy grabado en su hipocampo. Los recuerdos desde el momento que despertó, hasta cuando él estaba oculto bajo el automóvil, y vio cómo mataron a su madre pasaron por su cabeza como las escenas de una película a gran velocidad, lamentablemente lo último que podía recordar era como alguien lo sujetaba del pie y lo alza de manera muy poco delicada, el resto es demasiado confuso, como una laguna mental, y después, ya estaba en la cama del hospital rodeado por muchos médicos, una trabajadora social y enfermeras que lo veían con lástima. Sin desearlo comenzó a llorar, pero no sabía si por lo doloroso de esos recuerdos o por la frustración de no poder recordar algo que le ayude a descartar sus sospechas. Abrió sus ojos de golpe, su pecho subía y bajaba erráticamente, con el torso de su mano limpió las saladas lágrimas que brotaban de sus dorados orbes. Un fuerte escalofrío recorrió su ser provocando que se estremezca, años de terapia para evitar pensar en eso tirados a la basura.