Una carta puede ser el detonante que cambiará el destino de una protagonista que ha tenido que callar sus sentimientos al saber que asume la identidad de alguien más por el bien del pueblo que cree en ella.
Su destino y amor prohibido por un hombre...
Sin querer reí ante mi torpeza y sostuve fuerte los brazos que habían evitado mi caída sin levantar la mirada, estoy apenada pero la emoción logra que me sienta animada aún con el choque. Cerré los ojos mientras mantenía la cabeza agachada pues no puedo evitar contener mi risa.
─Perdóneme por favor, no me fijé en lo que estaba haciendo─ dije feliz pero la figura delante de mí no se mueve, finalmente me animé a abrir los ojos a pesar de que pensé que caería en cuanto lo hiciera y levanté rápido la cabeza. ─En verdad lo lamen...
La ropa de soldado de Versalles, su inconfundible silueta y los azules ojos que me emboban lo dejan claro por completo, a penas y logro pasar saliva cuando con su sola mirada ya me tiene en sus manos.
─_____...
En cuanto escucho mi nombre no me queda duda alguna de los brazos que me sostienen con fuerza. Mi cuerpo me traiciona y no puedo moverme pero no tengo el coraje suficiente para enfrentarlo en este momento.
─Gilbert...─ pronuncié tan bajo que sentí un ligero escalofrío.
Con sólo verle con la máscara puesta encuentro en Lafayette un hombre igual pero a la vez completamente diferente para mi corazón; su calidez, ternura y esos ojos que me tienen atenta a cada uno de sus gestos que me mantienen en una delgada línea de la que me encantaría no tener que abandonar nunca, fijarme en él y su atrevida pero caballerosa expresión.
─¡Señorita!─ escucho el exclamar de un hombre y tanto Lafayette como yo nos fijamos hacia la fuente donde se encuentran los músicos de antes con una flauta y un clavecín en mano y grandes sonrisas en sus rostros, nos asienten emocionados antes de comenzar a tocar.
La gente se coloca alrededor del marqués y de mí sin darnos oportunidad de escape pues comienzan a bailar con los tonos suaves pero animados de los instrumentos. Miro a mí alrededor discretamente buscado la forma de alejarme de Lafayette pero antes de que pudiera pensar en otra cosa escuché su voz.
─Me permitiré ser yo quien la guíe en este baile.
No supe quién se aferró primero al otro pero no tuve intenciones de soltarlo a pesar de que no es precisamente propio del baile, la música es animada y me recuerda a esas canciones que tocaba mi profesora de música cuando hablaba de la época medieval. Me doy cuenta de que no han pasado ni cuarenta segundos desde que choqué contra él pero mi mente lo interpretó como un largo período y ya estoy bailando con él.
─No es propio de usted— dije alegre haciéndome a la idea de que me encontraba delante de él.
─¿Discúlpeme?─ me preguntó sin borrar la pequeña sonrisa que está en su rostro desde el primer momento en que lo vi.
─El aclamado marqués de Lafayette se encuentra danzado con una mujer a la que no invitó antes siquiera.
¿Es normal sentir que por poco me desmayo cuando vi a Lafayette reír? Porque de no estar aferrada a él habría caído de inmediato. Este hombre, "el más deseado de Francia," el inquebrantable marqués de Lafayette dejó escapar una breve risa de incredulidad ante mi comentario.
─Temía que fuese a marcharse antes─ no supe qué responder pero no hizo falta, se dio cuenta ─qué gusto verte _____.
─Lo mismo digo— pausé brevemente en un intercambio de lugar en el baile —Gilbert.
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Una cascada de emociones llevan a mi corazón contra corriente, sonará tonto pero mirar a este hombre a los ojos y llamarlo por su nombre es posiblemente una de las cosas más emocionantes que he podido hacer desde que llegué aquí.
─Perdóneme que sea osado, pero realmente la extrañé.
─No esperaba verlo aquí─ dije con una sonrisa pretendiendo que pudiéramos olvidarnos de su comentario anterior.
─Mentiría si negara no haber tenido la esperanza de encontrarla aquí─ hizo una breve pausa mientras seguíamos un paso del baile ─recibí su carta.
Definitivamente, cada palabra de este hombre consigue que mi corazón se comprima y lata con tal fuerza que no logro parar. Sus ojos poseen un hermoso y deslumbrante brillo al mencionar mi carta y ahora no puedo evitar sentirme un poco culpable.
─¿Se la han entregado ya?─ pregunté realmente sorprendida.
─Me han dicho que la recibí el día en que visitó Versalles.
(─Es cierto, ese joven dijo que se la entregaría ese día.)
─Como le mencioné en ella, debo ofrecerle mis más sinceras disculpas, motivos de fuerza mayor me impidieron...
Ahora mismo me siento extraña, no debería estar aquí, al menos lo aferrada a querer mantenerme cerca de él. El baile nos obliga a separarnos en diversas ocasiones pero inconscientemente regreso aliviada a sus brazos.
─Estoy segura de que querrá una explicación ¿no es verdad?
Lafayette vacila un momento su respuesta tras borrar la sonrisa de su rostro, cuando regresa me doy cuenta de que está listo para hablar y de alguna manera me tranquilizo al verlo calmado.
─He obligado a una joven dama a bailar conmigo, no tengo derecho a pedirle una explicación ahora.
─¿Entonces está considerando este baile como una disculpa?
─No es lo que quise decir─ no borra la tierna sonrisa de su rostro y eso sólo me pone nerviosa. Nos mantuvimos unos segundos en silencio después de ello pero no dejamos de mirarnos. Mi corazón latía rápido pero nunca antes me había sentido como ahora... estando prácticamente pegada a Lafayette después de un paso. ─Las razones pueden esperar.
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![Reescribiré Nuestra Historia [Lafayette X Ti] Dress Up! Time Princess](https://img.wattpad.com/cover/253395632-64-k600088.jpg)