Reescribiré Nuestra Historia [Lafayette X Ti] Dress Up! Time Princess

▓ CAPÍTULO 15 ▓

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─¿Majestad? ¿Majestad?

─No servirá de nada─ le dijo Blaisdell a Fersen que hacía un esfuerzo por reanimar al rey ─ está completamente perdido.

Al parecer Blaisdell y d'Eon habían dejado al rey en un cuarto pero cuando llegamos estaba completamente ido sentado en una silla, ésta es la etapa donde nos cuesta un milenio despertarlo.

─Podríamos intentar animarlo con esto─ sugirió d'Eon quién nos mostró una planta que de inmediato reconocí.

(─¿¡Con opio?!)

¿Esa cosa que no es una droga? Un momento... Francia, el siglo XVIII, y un rey que no recordará nada al día siguiente a menos de que alguien se lo explique y le hagan una retrospección. Todos en el salón me miran para saber mi respuesta ante la idea de drogar un poco al rey para conseguir que reaccione.

─Háganlo─ digo con seguridad pues no tenemos otra alternativa.

Antes de hacerlo le pregunté a Blaisdell diez veces si antes lo había probado y me aseguró diez veces que no.

(─Lo último que le deseo al rey es que muera de una sobredosis.)

Esto no servirá para que recupere totalmente la conciencia pero servirá para despertarlo. Blaisdell le colocó en la nariz el trozo de la adictiva planta y con ello logramos que despertara pero está en un estado de... Transe. 

─Bien, hay que correr, las voces comienzan a escucharse pajarita─ nos dijo d'Eon con una sonrisa.

─Confiamos en usted majestad─ a pesar de la seriedad con la que lo dijo, Lafayette abandonó su tono molesto al dirigirse a mí.

(─Me pregunto por qué está tan molesto.)

Tengo un robot a mi lado. No sé cómo pero conseguí que subiera cada uno de los escalones en la iglesia.

─Majestad por favor necesito que me siga ¿está bien? Tenemos que hacer esto juntos.

El rey imitó todo lo que yo hacía y finalmente llegamos hasta el balcón donde anunciamos el inicio. Antes de dirigirnos a la gente le sonreí e imitó mi gesto.

─¡Pueblo de Francia! Su majestad real y yo les estamos verdaderamente agradecidos por este festival, porque nos tuvieran fe como sus monarcas y por darnos la oportunidad de cambiar.

Ante mi exclamar el rey pareció despertar pero sumamente animado.

─¡La reina tiene razón! Somos testigos de una nueva era, de un nuevo comienzo para Suecia.

─Francia─ le dije rápido y se corrigió.

─¡Francia!─ dejé escapar una breve risa al escucharlo.