40 🔪

160 8 0
                                    

Pov omnisciente:



La plateada luz de la luna ilumina la estancia a través de las ventanas de cortinas corridas, ya que el cansancio planchó a la pareja que yace dormida en la cama, al punto de siquiera pensar en cubrir los cristales con la tela para evitar la entrada del sol cuando amaneciera. Ciertamente, era lo último en sus mentes...

De la obscuridad que alcanza a la puerta, algo se alza, pues ésta se abre lentamente, dejando ver primero unas ennegrecidas garras, y luego una cabeza de cabellera negra, la cual deja entrever esos iris de plata. Al ver que la pareja duerme plácidamente, se interna en el cuarto en su silencio característico de acechar y se acerca a la cama, del lado donde descansa el ojiazul. Si estuviese solo, lo despertaría con algún tipo de broma, mas no es así, y primero quiere conversar a solas con el caracortada para evitar asustar a la joven, por lo que simplemente sacude ligeramente el hombro del morocho intentando que reaccione, hasta que los párpados de éste se retraen y posa sus pupilas en él. 

Con una de sus garras frente a sus negros labios, le indica que mantenga el silencio antes de que el morocho pregunte nada y le hace una seña para que lo siga, lo cual (aunque confundido), éste hace en el mismo mutismo que el pelinegro. 

Una vez fuera del cuarto, lo lleva al que ocupa el payaso y cierra tras ellos, centrándose en el desconcertado ojiazul que, agradeciendo a todos los demonios, se había puesto pantalones. 

-¿Qué ocurre? ¿Por qué me despiertas a las cuatro de la mañana y me sacas de la cama? ¿Qué es tan importante?

-Slender vino a verme. 

Esas palabras ponen al ojiazul y su ocupante interno, alertas en menos de un segundo, haciendo que sus ojos se aclaren y su voz suene doble al hablar. Su cuerpo tenso y en postura defensiva, recorren la estancia una y otra vez, como si pensara que el trajeado aparecería de un momento al otro y, posiblemente, intentaría matarlo.

-¿Por qué? ¿Qué quería? ¿A qué vino? ¿Sigue aquí?

-Él no está aquí, ya se fue, puedes relajarte. 

Con un poco de reticencia, el ojiceleste se relaja un poco más y devuelve su atención al payaso, el cual está actualmente apoyado en la pared de brazos cruzados. 

-Entonces dime, ¿por qué vino? ¿Qué quería?

-¿Recuerdas la reunión en la cabaña con Daisuke? 

-Sí, ¿qué con ella?

-Lo que se le indicó hacer a Slender era conseguir un nuevo asesino y vigilarnos y, por lo que hablamos, ha cumplido casi con ambas.

-¿Casi?

-Así es, desde que salimos de esa cabaña, nos ha vigilado, en parte también por eso tuvimos nuestro encontronazo con Toby la última vez y ha estado cumpliendo con esa parte, lo que me lleva a la otra mitad de su tarea.

-Déjate de ser tan críptico y habla de una buena vez, no tenemos toda la noche. 

-Siempre la impaciencia. Bien, escucha: desde que estuvimos en el juicio de Zalgo, Slender se dio cuenta de que, evidentemente, Yes significa algo para ambos; él ya había visto y observado a la peliceleste, sin embargo, luego de lo que ocurrió en el estacionamiento, entendió que no era solo algo superficial, que realmente era algo importante o no habrían atacado a Toby solo por una víctima. Sabe que sos un posesivo con tus presas, no obstante, hasta tú tienes un límite y, con lo que pasó, demostraste que algo era diferente. 

-¿Qué tratas de decirme? Porque si estoy comprendiendo a dónde vas, no me gusta nada lo que insinúas. 

-Pues lamento decir esto, pero voy a ser muy contundente: Slender quiere que Yesha sea la nueva asesina, quiere que se la demos para que se la lleve a Zalgo.

Melodía de Muerte...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora