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Pov omnisciente:



-¿Y qué pasó? ¿Qué te dijo?

-Que lo hará, que confiará en mí y quiere ayudarme, no quiere que me pase nada. 

La escena vuelve a la mente el ojiazul, reproduciendo la dulce voz de la joven que ama, dándole eso que tanto deseaba escuchar, eso que tanto necesitaba: su confianza.



Flashback:



-Confío en ti Andy, porque también te amo, y no, no es ninguna tontería ni precipitado, no es necesario que pase mucho tiempo para que los sentimientos surjan. Puedes pasar quién sabe cuánto con alguien y que no haya nada, que jamás surja nada, o pasar solo un instante y que ya sepas que estarás por siempre con esa persona. Llámame romántica, si quieres, pero no me parece una locura. Sin embargo, eso no significa que te dejaré hacer esto solo, encontraremos una solución, juntos.

-Yes, yo quiero mantenerte a salvo, que tú...

-Nada, Andy, haremos ésto juntos, encontraremos una solución como pareja. No me dejarás afuera, porque yo también quiero que tu salgas bien de esto.



Presente:



-No sé qué hacer para convencerla de mantenerla al margen; si llega a quedar en el medio, alguien podría hacerle daño, podrían matarla. No podría vivir con eso, no sabiendo que puedo evitarlo. 

-Tranquilo, encontraremos una solución, ella estará bien. Quizás podamos ofrecerle a Zalgo otra cosa, algo que valga para él. Ya veremos, por ahora, relájate, ya pensaremos en alguna cosa; yo debo ir con mi amiguita, se preguntará dónde estoy. Gracias por no decirle quién soy a Yes. 

-Eso no me corresponde a mí, amigo, es tema tuyo. Yo no puedo decirte a quién decirle o no tú secreto como tú tampoco a quién sobre el mío, sería como si Batman le dijera a Súperman a quién decirle su identidad secreta y viceversa.

-Y tu siempre con Batman. 

-No te metas con el murciélago. 

-Como digas...

Poniendo los ojos en blanco, el otro chico mueve el cuello un poco relajándolo y empieza a mutar a su otra forma, adoptando su gran altura, su ropa monocromática a rayas blancas y negras, su garras, colmillos y nariz de cono rayada y, para cuando sus ojos grises se abren, su persona ya es el famoso y aterrador payaso, el cual hace aparecer su caja entre sus garras, la abre y desaparece dentro de ella, para que luego ésta desaparezca también, dejando al ojiazul solo nuevamente.  

El cigarrillo entre sus dedos se consume al tiempo en que su mente vuela en su pensamiento, intentando encontrar una forma de salir del problema en el que se ha metido. ¿Cómo iba a salvar a la peliceleste, de la cual se había enamorado tanto? 

Solo una pregunta era realmente relevante en ese punto de la situación y él conocía perfectamente la respuesta: ¿qué estaba dispuesto a dar por mantenerla a ella con vida y a salvo?

-Hasta la vida...



Pov Yes:

Melodía de Muerte...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora