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Nos adentramos en el lugar y, ante nosotras, aparece una estancia en colores claros como crema, blanco, crudo y gris, mezclado con negro y rojo por todos lados. Sillones acolchados están puestos en semicírculo a nuestra derecha, todos frente a una TV de plasma bastante grande y a nuestra izquierda están unos cuantos tocadores con espejos con lámparas sobre ellos. Sobre las mesas de los tocadores hay varios tipos de tarros y potes, además de brochas, pinceles y utensilios para maquillaje. Pasando eso hacia adelante, a un costado hay una mesa repleta de bocadillos y bebidas, junto a ella hay un par de puertas que imagino serán baños y, en el lado opuesto, están las guitarras y el bajo de los chicos, y las perchas en el colgador con los diseños que mandé cuando me postulé como posible diseñadora, todos ya confeccionados y en perfectas condiciones.

Sin embargo, ver mis visiones en la vida real no es lo que me deja sin aliento, sino el ver a los cinco miembros de la banda frente al colgador, hablando sobre ellos con una sonrisa en sus rostros.

-Chicos.

Los cinco dirigen sus miradas hacia nosotras y sus sonrisas ahora son de bienvenida en tanto se giran hacia nosotras y se acercan para saludarnos. Anya está que explota, la veo contenerse de saltar sobre ellos como quiere, sobretodo sobre Ash que, según ella, está para comerlo así sin pan ni nada. En cuanto le acerca la mano para saludarla, automáticamente suelta la mía y se la estrecha.

-Hola, soy Anya y lo siento por esto.

-¿Por qué?

No responde, simplemente, antes de que él pueda entender siquiera lo que está pasando, Anya salta sobre él y le planta un beso en los labios, bajándose automáticamente a penas termina y escondiéndose tras de mí mientras la cara de Ash es una mezcla de sorpresa con desconcierto de lo más graciosa.

-Lo siento, lo siento, lo siento, es que eres tan guapo, tan sexy, tan tú que yo no... yo no me pude resistir, por favor no me echen.

Las risas estallan en la habitación y juro que, aunque no la vea, puedo sentir su sonrojo contra mi espalda e imaginar su vergüenza en este momento. Seguro que puedo compararla con un camión de bomberos. Lentamente se asoma por sobre mi hombro.

-¿No me van a sacar?

-Tranquila, no serías la primera que hace eso, aunque sí la primera que deja tan sorprendido a Ash. Te agradecemos por dejarlo callado por un ratito.

Tanto Anya como yo observamos al susodicho que parece reaccionar con esa frase proveniente de Jinxx y lo mira mal entretanto se pone como tomate, cosa que hace estallar las risas nuevamente.

-Bueno, ya creo que es suficiente humillación para el prostituto de Ash, vamos a lo importante. Yesha, tus diseños son increíbles, hemos estado viendo cuáles de los que mandaste para cada uno vamos a usar y queríamos saber los detalles de los que no sabemos en tanto te imaginabas todo esto.

Andy nos hace una seña hacia el colgador y nos acercamos todos, empezando a hablar de los diferentes trajes y detalles, terminando por elegir todo lo necesario y qué será para cada quien. Para ser franca, me esperaba que fueran más ególatras, más sobrados, que se creyeran que el mundo debe postrarse ante ellos solo por ser quienes son como algunos de los artistas con quienes he trabajado, no obstante, eso no podría estar más alejado de la realidad. Son amables, divertidos, afables, un tanto inmaduros sí, pero ¿quién no lo es cuando está con sus amigos?

Como es algo tarde, no es que llegáramos muy temprano que digamos, bueno, salvo por el hecho de que se suponía que llegaría antes del ensayo de mañana y llegué hoy, o sea, me adelanté un poco, no nos alargamos mucho y nos despedimos de ellos arreglando que volveríamos mañana temprano, a eso de las diez, para empezar con todo como corresponde.

Melodía de Muerte...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora