¿Alguna vez te imaginaste conociendo a tu ídolo en persona? ¿Que podías hablar con él y tenerlo tan cerca que puedes mezclar tu aliento con el suyo? Seguramente la respuesta es sí, aunque dudo mucho que sea en la forma en la que lo está experimentan...
Mis ojos se pasean por el entorno, dejándome completamente perpleja al ser consciente de que estoy en lo que parece ser un bosque y sin entender cómo carajo es que pasé del salón de la habitación en el hotel a este sitio con solo atravesar una puerta. ¿Estoy teniendo visiones o qué demonios está ocurriendo? ¿Con qué me drogué sin saberlo?
El shock momentáneo pasa luego de un par de segundos y, automáticamente, me volteo hacia la puerta nuevamente para abrirla y salir de aquí, pero en cuanto poso mi mano sobre la perilla y tiro de ésta para separarla del marco, mi cuerpo se desinfla por completo y debo ahogar un grito al contemplar del otro lado, nada más que más bosque y no el lugar que abandoné hace tan solo un par de segundos. ¿Qué mierda está pasando? ¿No que no era un sueño?
Cierro y abro la puerta unas cuatro o cinco veces, intentando inútilmente que el salón de la habitación vuelva a parecer del otro lado del linde, sin embargo, eso no ocurre y termino con la cabeza apoyada sobre la madera al tiempo en que intento calmarme y analizar la situación en la que me encuentro, la cual desde luego, no posee ningún tipo de sentido lógico.
Devuelvo mi mirada al bosque y lo repaso con los ojos, viendo solo árboles, obscuridad y un camino no muy marcado, el cual se dirige hacia la arboleda y desaparece en ella.
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Esto definitivamente tiene que ser un sueño, no hay otra explicación; es eso o que estoy alucinando y eso podría llevar a mucho más y peor, por lo que prefiero creer que solo es una creación de mi inconsciente.
Sabiendo que no tengo más opciones, porque quedarme aquí parada como lela no creo que sea buena idea y volver por donde vine tampoco es posible, decido adentrarme en el bosque, siguiendo el camino de tierra que atraviesa la penumbra que producen los árboles.
A medida que camino, la cosa se pone cada vez más extraña; siendo un espacio natural y con vegetación, aunque un poco mortecina, ¿no debería tener animales y estar el silencio obstaculizado por los sonidos de las criaturas que viven aquí? ¿Por qué parece que nada tiene vida más allá de los árboles que me rodean? No, definitivamente algo no anda bien aquí. Si esto fuera una película de terror, yo vendría a ser la protagonista idiota que, a pesar de que sabe que adentrarse en un bosque silencioso no es buena idea, lo hace de todas formas. Nop, el silencio no es bueno.
En mi caso, no es que sea idiota, la realidad es que no tengo más opciones porque, para empezar, el bosque me rodeaba estando en la puerta, por lo que no es que yo me metí aquí, o bueno, tal vez sí, no tengo idea de cómo tomarlo. En fin, sea como sea, camina en el bosque silencioso no es buena idea, quedarme en el mismo lugar parada en medio del bosque silencioso y con una extraña y desentonante puerta a ningún lado tampoco; entre caminar y tratar de salir de aquí y esperar a que alguien o algo me encuentre y pueda terminar mal, prefiero intentar salir de aquí. Al menos así quizás sí tenga suerte.
El camino de tierra frente mí parece no tener fin y agradezco haberme puesto unas zapatillas de suela dura cuando me levanté de la cama, porque sino ahora tendría los pies todos doloridos, debido a la cantidad de piedritas que hay por todos lados en el suelo que piso.
