Daremos un pequeño recorrido por las mentes de algunos personajes importantes de la serie.
Yami Yūgi
Es quien tiene una psicología algo más complicada que el resto, así que comenzaremos por él. Yami Yūgi tiene amnesia debido a que él mismo borró sus recuerdos para proteger el secreto de su nombre. [Como dato curioso, les diré que en el Antiguo Egipto, se creía que los nombres tenían poder; incluso el dios supremo Ra debía su poder a su nombre secreto]. A consecuencia del abrupto renacer de su espíritu cuando Yūgi armó el Rompecabezas del Milenio (similar a una persona que despierta de un coma tras mucho tiempo, por ponerles un ejemplo realista), Yami Yūgi se muestra un tanto confundido respecto a su identidad, por lo cual solo aparece cuando los sentimientos de Yūgi están al límite. Poco a poco, va siendo consciente de su propia existencia, pero es muy reservado con ello. Al principio, se le muestra implacable al ser él un antiguo gobernante cuya función era impartir justicia ante todo y mostrarse seguro de sí mismo en todo momento. Viniendo de una civilización en la que los niños se convertían en adultos a una edad muy temprana y habiendo sido criado para convertirse en rey, no es de extrañar que demuestre poseer mucha sabiduría natural. Los juegos (en especial el Duelo de Monstruos) son la única conexión palpable que tiene con su pasado, por lo que no resulta raro que sean tan importantes para él. Como toda persona en su situación, quiere saber quién es y qué hace ahí. Su relación con sus oponentes es casi siempre burlona de un modo u otro, mientras que la que mantiene con los demás (a excepción de Yūgi) es fría hasta cierto punto. Yūgi funciona con él como su punto de apoyo y contención, así como la persona que le enseña lo que le falta por saber a pesar de sus miles de años: compasión, bondad y saber perder.
Yūgi Mutō
En un inicio, muestra uno de los siete rasgos negativos de la personalidad: la timidez. Pero no es retraído porque sí, sino porque es víctima de bullying por parte de sus compañeros. Eso se demuestra en varios de los primeros capítulos del manga. Los juegos son lo más parecido a un amigo que tenía y por eso se aferra a ellos; sin embargo, anhela tener amigos sinceros más que cualquier otra cosa. El que lo solucione todo mediante juegos se complementa con su actitud pacífica que detesta todo tipo de violencia. Es capaz de hacer brillar su fuerza interior propia cuando ve a alguien cercano a él en peligro. Es apreciable que tiene pánico escénico, pues sencillamente no está acostumbrado a ser el centro de atención. Su contacto con Yami Yūgi le permite dejar a un lado las inseguridades que lo acometen, que son el verdadero origen de su timidez. Él siente que no tiene nada que destaque (estatura, buen porte, carácter fuerte) en comparación con sus compañeros, cuando en realidad posee un talento muy propio, lo cual descubrirá gracias a Yami Yūgi, a sus amigos y a su propia capacidad de crecimiento personal.
Seto Kaiba
Pasemos al que mejor entiendo. Es obvio que tiene un sinfín de rasgos negativos de la personalidad, entre los más destacables: la desconfianza y el egocentrismo. Pero hay un punto que no muchos tienen en cuenta: Seto ni es así porque quiere. Esa visión distorsionada del mundo que marcó su psiquis a fuego y la deformó se la inculcó su padre adoptivo por medio de una educación rígida y cruel. Él no tuvo una niñez feliz, y eso es la base de en lo que derivó su personalidad después. Jamás recibió ni una pizca de amor por parte de las personas encargadas (supuestamente) de cuidarlo. Descubrió a una edad demasiado temprana que estaba completamente solo y se obligó a sí mismo a responsabilizarse por el bienestar de Mokuba, cuando ni siquiera tenía la edad necesaria para tener que preocuparse por su propia existencia. Creció viendo que las personas eran capaces de traicionarse unos a otros sin remordimientos solo por dinero, y de ahí surgió su desconfianza (y con razón). También fue víctima de maltrato infantil. El primero de sus traumas fue ser abandonado junto a su hermano por sus familiares en un orfanato donde no eran muy queridos, siguiendo con el trato que le daba Gozaburo al hacerlo estudiar sin descanso e impidiéndole jugar o tener momentos libres. Luego, su padre adoptivo lo dotó de una mentalidad absolutamente guerrerista, según la cual lo importante es aplastar a tus rivales y ganar en todo a toda costa. Para Seto, perder es lo mismo que morir. Por esta razón, él no admite perder ante nada ni nadie, causa de su obsesiva rivalidad con Yami Yūgi. Asimismo, tenemos su paralelismo con Joey, siendo él también víctima de maltrato infantil y con el deseo de proteger a su hermana menor. La antipatía que Seto manifiesta contra Joey no es de gratis, está dada por sus mecanismos de defensa opuestos: mientras Seto trata de asegurarse de tener el dominio sobre todo y ganar a cualquier costo, Joey oculta lo que le sucede para que las personas a las que quiere no se preocupen por él, poniendo a mal tiempo, buena cara; además de ver la derrota como un aprendizaje y no con el enfoque fatalista que le da Seto. Al ver que su lógica no se aplica en todas las personas, Seto reacciona violentamente; entre otras cosas, porque eso significaría que su sufrimiento fue en vano.
Joey Wheeler
Como mencioné en el psicoanalizado anterior, Joey también fue víctima de maltrato infantil. Su padre es un alcohólico apostador y su madre lo abandonó a su suerte con él, separándolo de su hermana. En los flashbacks, es notable que esa separación fue un duro golpe para la psiquis de Joey. Además, ha tenido que soportar tener que trabajar y cuidar de sí mismo desde que era niño, pagar las deudas de su padre, huir de los acreedores cuando no tenía cómo hacerlo y aguantar quién sabe qué otros tipos de maltratos, como el físico. Ese ambiente violento lo llevó a desenvolverse con la misma violencia que veía a su alrededor, a meterse en peleas con frecuencia y hasta a implicarse en el mundo de las pandillas. Sin embargo, cuando Yūgi le ofrece una alternativa a esto, él no duda en tomarla, evidenciando que era más la falta de opciones que otra cosa la que lo ataba a ese modo de ser. Su mecanismo de defensa (que ya mencioné) no es mucho más saludable que el de Seto Kaiba, pues reprimir sus sentimientos podría llevarlo a conductas autodestructivas. No obstante, Joey es alguien que se ha ido superando a sí mismo emocional y psicológicamente. Si bien no deja de ser un muchacho impulsivo, su terquedad muchas veces le resulta de gran ayuda, además de que su bondad y fuerte sentido de la amistad compensa con creces cualquier defecto que tenga. A veces se le ve actuando de una manera muy infantil, como si no hubiese perdido del todo su inocencia; aunque sabemos que tiene su lado pervertido. (Ojo, esto en Japón no es algo negativo, sino más bien una especie de rasgo cómico y humano para los personajes).
Marik Ishtar
Este personaje padece un Trastorno Disociativo de la Personalidad que, a pesar de mezclarlo con magia y elementos místicos, es algo real y más común de lo que se cree. El trauma de ser torturado de una manera tan cruel cuando era tan solo un niño y la impotencia de sentirse indefenso ante esto provocó que una nueva personalidad se engendrara en su mente, en la cual él albergó toda su ira y sus rasgos negativos más extremos como un mecanismo de defensa. Mientras tuvo esa consciencia alterna, Marik fue más influenciado por ella que por su personalidad original. La verdadera personalidad de Marik es la que se muestra en los flashbacks, cuando era un niño; o sea, la de un chico tranquilo, curioso, que sentía un gran apego a su familia y que no estaba conforme con su destino.
Yami Marik
No hay mucho que decir de él. Es un psicópata en toda regla. Los psicópatas no actúan por un objetivo específico, sino por simple aburrimiento o diversión. Este último es el caso de Yami Marik, lo que explica sus tendencias sádicas e incluso masoquistas, al asociar dolor con placer. Él es, en esencia, la manera subconsciente que encontró Marik para lidiar con su trauma. Empero, al ser una personalidad alterna, también tiene su propia consciencia separada de la de Marik.
Bonus: Muchas de las personalidades de los personajes, sus formas de ver la vida y hasta sus propias historias se ven reflejadas en la temática y contenido de su deck/mazo/baraja. Por ejemplo, Yami Yūgi, quien está convencido del poder de la unión, usa muchas cartas para reforzar a sus monstruos, combinaciones y maneras en las que trabajen juntos. Acorde a su forma de ver la vida, las cartas de Seto Kaiba se basan en el poder y hay pocas que tengan menos de 1500 puntos de ataque. Como reflejo de su vida y sus características, Joey tiene una temática de juegos de azar en su baraja. Demostrando su oscuridad y locura, la baraja de Yami Marik está llena de máquinas de tortura y monstruos horripilantes.
* He colocado aquí a los personajes más interesantes en este aspecto. Si quieres saber acerca de la psicología de algún otro, no dudes en comentar.
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Mis pequeños monólogos acerca de Yu-Gi-Oh! [Serie original]
RandomUn espacio para expresar mis opiniones acerca de los clichés, el papel de las mujeres, las cosas sin sentido, las dudas nunca resueltas, el manga, curiosidades y algunos personajes de esta serie tan emblemática que formó parte de los buenos recuerdo...