Yu-Gi-Oh! ha sido la peor víctima de la cruel y despiadada censura que sufren los animes fuera de su país de origen. Con justa razón es considerado el más censurado de la historia, puesto que toda la serie fue editada. Desde los nombres (que es lo de menos), hasta algo tan característico de las series animadas japonesas como los openings y los endings, pasando por la mutilación de las imágenes de muchas cartas (la mayoría con pretextos burdos y exagerados), el cambio en las historias y hasta en las motivaciones de los personajes. Puedo entender alguna que otra censura, pero... ¿Qué necesidad había de quitar incluso la música original? Los diálogos en español casi no tienen nada que ver con los japoneses, pues incluyen el uso de palabras solo utilizadas en ciertos países de habla hispana. La animación pasó por un cruento proceso de edición, en el que incluso se borraron digitalmente algunos escotes y se alargaron faldas, con tal de eliminar cualquier "contenido de carácter sexual". Todo esto con el fin de "evitarles traumas a los niños televidentes". Creo que los productores de 4Kids no se tomaron la molestia de leer la ficha técnica del anime para percatarse de que se trata de un SHONEN, serie destinada a ADOLESCENTES, no a niños. Si querían una serie infantil, hubiesen comprado cualquier kodomo (que existen miles y con muy variadas temáticas) y se hubiesen ahorrado toda su censura estúpida y sin sentido. Cabe destacar que el público estadounidense se mostró decepcionado cuando supo cuanto de la historia había sido cortado. Lo peor de todo es que resulta casi imposible conseguir la serie en su idioma original y sin censura.
Para rematar, pese a todo esto, la serie no deja de ser injustamente criticada en todos los frentes. La mayoría de las acusaciones que recaen sobre ella carecen de argumentos bien fundamentados. Otras mueven a risa, como las que señalan que el anime es diabólico porque los espíritus que aparece en él son reales. (Ya quisiera, aunque no me haría gracia toparme de frente con Yami Bakura). Que si el autor tiene pacto con el diablo. (Cómo no, esa es una clásica; parece que todo artista exitoso pactó con El Maligno). Que si el juego es diabólico y daña las mentes de los niños. Es cierto que la gente se sugestiona un poco al estar jugando en la vida real un juego que es algo oscuro en una serie de fantasía; pero de ahí a que vaya a hacerles daño en verdad, va un buen trecho. Que si la serie no enseña nada y es solo para vender cartas. En el siguiente apartado, desmentiré esto con argumentos reales.
Pero qué se le va a hacer, todo esto es consecuencia de la discriminación que sufre este producto japonés en el mundo de hoy.
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Mis pequeños monólogos acerca de Yu-Gi-Oh! [Serie original]
AléatoireUn espacio para expresar mis opiniones acerca de los clichés, el papel de las mujeres, las cosas sin sentido, las dudas nunca resueltas, el manga, curiosidades y algunos personajes de esta serie tan emblemática que formó parte de los buenos recuerdo...