Las Memorias del Faraón

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Bienvenida, mi saga favorita.

Durante la realización de este arco, Takahashi-sama estuvo enfermo, por lo que tuvo que desechar un montón de ideas para poder cumplir con las fechas de entrega. Por eso, para algunos la saga se ve algo apresurada; pero la verdad, yo ni lo noté. Creo que la temporada cuenta con un ritmo excelente y una buena animación, aunque jamás como la de la primera saga. Es notable el esfuerzo y dedicación que le pusieron a esta última temporada, dedicada a esclarecer las dudas que se habían planteado a lo largo de la serie.

Si bien se dejan algunos agujeros argumentales –debido a las prisas, ciertamente–, la serie cierra con broche de oro un camino de aprendizaje, en el cual todos se llevaron algo con ellos. El final, aunque lacrimógeno, fue lógico y natural para la historia de Yu-Gi-Oh!

Las tramas y subtramas mostradas a lo largo del arco fueron enriquecedoras para la trama principal. Mi favorita fue la de Kisara y el sacerdote Seto.

Pese al acelerado ritmo de la serie, los personajes tuvieron la oportunidad de lucirse y demostrar que poseían alma y esencia propia. No fueron opacados por el guion. El estilo de lucha es sencillamente épico y el villano es genial, en sus dos formas. Los detalles del Antiguo Egipto fueron muy acertados, desde las vestimentas hasta la arquitectura. Todas las historias paralelas acabaron por converger en un solo punto y solidificar la trama general.

Mi puntuación: 10/10

Mis pequeños monólogos acerca de Yu-Gi-Oh! [Serie original]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora