Mis pequeños monólogos acerca de Yu-Gi-Oh! [Serie original]

Hablemos de Yu-Gi-Oh!: El lado oscuro de las Dimensiones... largo y tendido

Advertencia: Esto contiene spoilers acerca de la película en cuestión. Si no la has visto y no te gustan los spoilers (que no es mi caso), te sugiero que obvies este apartado. Si aún así quieres leerlo, recuerda que yo te advertí.

Acabo de ver la película y la emoción que me provocó todavía está muy fresca en mí –sobre todo, porque llevaba tiempo detrás de ella–, así que deberán disculparme si me exalto en algún momento o me explayo demasiado. ¡Y es que la vi en japonés! ¡Burlé la p*ta censura por una vez en la vida y escuché el imponente reparto de voces originales de los personajes! ¡Qué emoción!

Ok, ya me calmo.

Bueno, si les dijese que no me gustó, sería una mentirosa. Sí me gustó, y mucho. Pero aún así, reconozco que está lejos de ser perfecta. Para que no crean que le voy a tirar hate a la película (porque no es así), aquí expondré mis argumentos de los puntos que yo considero buenos en esta película y asimismo de los que me parecieron malos. Comencemos con lo bueno.

* Virtudes

1. Diseño fantástico

Si algo hay que reconocerle a esta película, es el magnífico diseño de personajes que tiene. Desde el dibujo de los cuerpos, el estilo del trazado, hasta la bella paleta de colores, está todo perfecto. Los movimientos tienen una fluidez digna del más moderno de los animes. Ni qué decir de los duelos, que son aún más épicos a nivel visual gracias a este diseño. La verdad es que, el que salió feo en esta película, era porque no tenía arreglo.

2. Trama enganchadora

Una película puede tener todos los valores artísticos que quiera, que si no sabe enganchar a la audiencia, es igual que si no fuera nada. El lado oscuro de las dimensiones aplica muy bien este concepto. Es capaz de intrigar desde el minuto uno y dejar al espectador pegado a su asiento. Además, no es una película larga y su desarrollo no se siente forzado, redundante ni largo.

3. Fidelidad al manga

De todas las adaptaciones de Yu-Gi-Oh!, esta es, a pesar de ser una película que funciona como una especie de epílogo para la obra original, la que le presta más fidelidad al manga original, respetando tanto la caracterización de los personajes como su importancia argumental.

4. El desarrollo de los personajes

No hay mucho que decir, pues creo que salta a la vista que todos los personajes principales han evolucionado exponencialmente a como estaban al inicio de la serie. Claro, hay dos que merecen ser destacados. Las palmas de oro definitivamente se las lleva Yūgi, quien evolucionó de un niño llorón y solitario a un joven fuerte, con determinación, que puede plantarle cara a Kaiba él solito, capaz de despedirse Atem esta vez con una sonrisa porque ya no lo necesita para ser valiente, pero sabe que su vínculo con él siempre estará ahí. En resumen, estoy orgullosa de él. El otro que amerita mención es Seto Kaiba, quien me dejó con la boca abierta y no solo por la tecnología. Pero guao, pasó de ser un tipo ensimismado con la idea de que perder era lo mismo que morir a ser una persona que acepta que perder es parte de la vida de alguna manera, que se sacrifica por alguien más que no es Mokuba y que reconoce a Yūgi como un igual, algo que ni siquiera Atem logró pese a todas sus victorias ante él. Está claro que Seto Kaiba sigue siendo Seto Kaiba, y no sería nada interesante verlo transformarse en una hermana de la caridad; pero con lo mostrado en la película es suficiente.

5. Su mensaje

La enseñanza que conlleva esta película acerca de cómo afrontar el duelo, a través de tres personajes diferentes (y no me refiero al duelo con cartas, sino al que vives tras perder a alguien que te importa) que lidian de maneras totalmente diferentes con un mismo proceso, me parece magnífica. Cada cual encuentra su propia respuesta a ese dolor que causa una pérdida, ya sea considerada como sana o no. Además, se deja entrever la importancia de saber decir adiós a lo que debemos dejar atrás.

* Defectos

1. El argumento se fue de barcos y titis

Si en este momento me preguntan de qué trata esta película, yo respondería que va de que Seto Kaiba está obsesionado con volver a pelear contra Atem, y que en esa ciudad no se mueve ni una hoja sin que él lo sepa y bla bla bla. En resumen, la idea central se pierde entre los hilos que entretejen la subtrama. La trama está bien desarrollada; pero el argumento... como que no lo supieron cuajar. No sé, no me convence.

2. Se sacan cosas de la manga

Eso no es nuevo en Yu-Gi-Oh!, pero aquí lo llevaron hasta la exageración. ¿Qué es lo que pinta la Sortija del Milenio como causante de la corrupción de Aigami/Diva, si se supone que todos sus poderes oscuros, que provenían de Zorc, fueron eliminados junto al Señor de lo Oscuro? ¿A qué viene eso de Aigami/Diva de querer vengarse del pobre Ryō por algo que Yami Bakura hizo posesionándose de su cuerpo y causándole daños a él también? Todo mera excusa barata para que Yūgi se viese obligado a pelear contra Aigami/Diva para sacar a Ryō de la otra dimensión. Súper cliché. ¿Y se puede saber por qué el chalado este la tomó contra Jōnouchi (Joey), si él no le había hecho nada? El Octavo Artículo del Milenio... ¿De dónde sale eso? ¿Cómo es que nunca antes había sido mencionado junto a los demás Artículos? Al menos, en la Pirámide de la Luz, se menciona a este objeto como la contraparte del Rompecabezas del Milenio y NO como otro Artículo sacado de la nada. Y anjá, claro, Seto podía vencer a Aigami/Diva porque sus poderes no funcionaban en él gracias a la tecnología, sí; incluso si ese mismo principio no se aplicó con Pegasus al inicio de la serie. El concepto de Prana y las dimensiones parece sacado del... De algún lugar que no acierto a comprender. Lo peor es no tener una explicación coherente acerca de por qué Atem se aparece en esta dimensión e invoca a Mahad, solo porque el guion así lo dice. ¿Y por qué, en el nombre de Ra y Kami-sama, tiene que venir a salvar a Yūgi justo cuando el muchacho estaba evolucionando tan bien por sí mismo? Eso como que desmorona un poco esa evolución, aunque es cierto que le da un cierre con broche de oro.

3. El villano es más plano que una pizza

Yo comprendo que, al tener un tiempo limitado en pantalla, al villano de una película no se le dé tanta profundidad y entiendo que trataron de darle un trasfondo a Aigami/Diva con su historia triste y todo eso. Sin embargo, sinceramente, él falló estrepitosamente como personaje. Los peores personajes no son los que despiertan odio en ti, sino los que no te provocan nada; y a mí Aigami/Diva me dejó más fría que un iceberg. Para una buena historia, un buen villano es tan importante como un buen protagonista, y esta película carece de eso. Aigami/Diva es un batido plagiado de otros villanos de Yu-Gi-Oh!, principalmente de Marik Ishtar, aunque también tiene toques de Zorc en su forma final (que, por cierto, no tiene ningún sentido). Su motivación de venganza es pobre y vacía, y a su motivación de querer llegar a un plano superior lleno de armonía no se le dio la importancia que ameritaba.

4. ¡Atem y Yūgi no se dicen nada!

¡Esos japoneses y su frialdad cultural! Yo esperaba que, en vez de quedarse mirándose como un par de idiotas, se dijeran por lo menos un par de frases de despedida; pero parece que hasta eso es pedir demasiado. No es que fuesen a caerse a besos, ¡pero al menos un "¡Estoy orgulloso de ti, aibou!" o un "Ya puedo despedirme de ti" no habrían estado de más y nadie hubiese perdido un pedazo por incluirlo!

5. ¡Ese final! ¡¿WTF?!

Quisiera que alguien me explicase por qué las películas japonesas animadas nunca pueden tener un final NORMAL y asequible para la mente humana común. O, para explicarme mejor, siempre terminan en un suspenso dudoso. El final traído por los cabellos de esta película es una prueba tangible de ello. Claro, dicen que Seto Kaiba no se muere porque Takahashi-sama ha subido imágenes de él desarrollando el juego que Yūgi creó en Alemania y bla bla bla, por lo que la gente supone que Atem lo mandó a la dimensión normal de una patada en el trasero después de derrotarlo, porque si Kaiba nunca pudo vencerlo en el plano real de la existencia, ¿qué nos podría hacer suponer que ahora tendría que ser diferente? Eso sí: Atem recibe a Seto con un "Me alegro mucho de verte, Kaiba". Nah... ¿Se la creyeron? No fue así; aunque sí le sonríe misteriosamente. Bueno, como él sonríe siempre. Como quiera, ya tienen una buena excusa para escribir prideshipping.

Fin de la transmisión.