Mis pequeños monólogos acerca de Yu-Gi-Oh! [Serie original]

Cuatro temas serios que se abordan en Yu-Gi-Oh!

El maltrato infantil y sus consecuencias

Es uno de los principales temas de trasfondo tratados a lo largo de la serie, y que tiene mucho de serio y realista. La temática se aborda a través de Seto Kaiba, Mokuba, Jōnouchi, Marik Ishtar, Rishid/Odión, Noah, Aigami/Diva e incluso Leon. Con el primero de los mencionados, el maltrato es cruento y explícito. Para empezar, Seto y Mokuba fueron abandonados a su suerte en un orfanato por sus propios parientes a una edad muy temprana; para después terminar en las manos de Gozaburo, quien obligó a Seto a estudiar hasta la extenuación, le quitó sus juguetes (lo peor que se le puede hacer a un niño) y, junto a ellos, su infancia, sometiéndolo a un riguroso y torturante sistema de estudio no exento de castigos (si bien esto es más explícito en el manga). Eso sin contar lo que no se ha dicho aún, pues todo esto no es más que un breve bosquejo del pasado de Seto mostrado en el manga/anime, que probablemente no plasmó todos los detalles. Mokuba, aunque no sufrió ese tipo de abuso, sí fue sometido a un cierto grado de maltrato psicológico, que podemos deducir del hecho de que se ve que pasaba mucho tiempo a solas, sin poder ver con frecuencia a su hermano, posiblemente asaltado por sentimientos de inseguridad y abandono, además de la culpa que seguramente debió sentir en algún momento al percatarse de que su hermano recibía maltratos por servirle de parapeto a él. Por otro lado, Jōnouchi fue abandonado por su madre, quien, por lo que parece, no se ocupa de él, con un padre alcohólico y adicto al juego que no le da más que maltratos (si les arrojó una botella a Anzu, Yūgi y Honda pensando que se trataba de él, ¿qué no sería capaz de hacerle a su hijo?), obligándolo a buscarse la vida por su cuenta desde que ni siquiera tenía edad para preocuparse por eso; además, el más que posible maltrato físico está presente. En el caso de Marik, ¿qué más maltrato que el de haberle tasajeado la espalda con un cuchillo caliente cuando apenas tenía diez años de edad? Incluso si no se mencionara que estaba obligado a quedarse bajo tierra para realizar una labor que no deseaba, la forma en que su padre intenta matar a Rishid/Odión frente a sus ojos después de torturarlo, y la amenaza de ser azotado, bastaría para distinguir una situación de abuso en toda regla en torno a él. De Rishid/Odión no hay mucho que decir, salvo que fue tratado como esclavo por el padre de Marik durante toda su vida. Noah padeció el abandono de su propio padre, lo que repercutió en él a nivel psicológico. Aigami/Diva era un huérfano obligado a robar junto a otros niños por un hombre que los explotaba y maltrataba físicamente; al perder a la única persona que cuidó de él con cariño (Shadi), el deseo de venganza se apoderó de él y desencadenó todos los sucesos de la película. Leon fue ignorado por su familia, quien lo hizo a un lado mostrando una notoria preferencia por Sigfried. De un modo u otro, todo esto ha repercutido en los personajes, en mayor o menor medida. Seto se convirtió en una persona resentida, amargada y desconfiada. Jōnouchi se volvió un joven rebelde. Marik se refugió en una retorcida idea de venganza, caso similar al de Aigami/Diva. Leon buscó consuelo en los juegos.

Los conceptos extremistas

La mayoría pertenecen a Seto Kaiba (como su famoso lema “Perder es morir”). Aunque también está el enarbolado por Dartz, según el cual la humanidad es corrupta y debe ser eliminada, forma sutil de evidenciar las consecuencias del fanatismo religioso y el hecho de aferrarse demasiado a ciertas concepciones sociales que limitan el crecimiento personal del ser humano. Otro caso es el de Mai, quien creía que todos eran sus enemigos incluso fuera de la Arena de Duelos, un concepto basado en que no conocía otra manera de ver la vida.

Los horrores de la guerra

Mostrados principalmente mediante el personaje de Alister, quien pierde a toda su familia de un modo brutal durante un conflicto del que ni siquiera se menciona el motivo; aunque es válido decir que las guerras no tienen motivos, solo pretextos. Pero en fin; el pueblo destruido y los niños desplazados y asesinados como simples "daños colaterales" a causa del conflicto, son fiel reflejo del horror de una guerra real. Aunque con muchos adornos dados por la fantasía, esto también se demuestra en la última temporada del anime, en la cual quienes más sufren las consecuencias del conflicto entre el Faraón Atem y Bakura, el Rey de los Ladrones, son precisamente los inocentes habitantes del Antiguo Egipto. Además de que esta es una guerra carente de ganador, puesto que, si bien Atem logró sellar a Zorc, lo hizo a cambio de su propia vida. Igualmente, en los conflictos armados no hay ganadores, dado que las pérdidas y los daños son sufridos por ambos bandos. También, en la película El lado oscuro de las dimensiones, se evidencia que Aigami/Diva, su hermana Sera, Mani y los demás niños que estaban con ellos habían perdido a sus padres víctimas de alguna guerra, dejándolos desprotegidos y teniendo que sufrir toda clase de penurias. De la misma manera, aunque en menor medida, se da cuenta de que la mentalidad guerrerista es algo muy nocivo, cosa que se refleja en Gozaburo y, posteriormente, (aunque no del mismo modo) en Seto.

Las adicciones

Un tema que se toca apenas de manera superficial, pero que tiene un fuerte impacto en algunos personajes. El ejemplo más representativo sería el del padre de Jōnouchi, un borracho adicto al juego que constituye la clara muestra de cómo pueden destruirse un hogar, una familia y alterarse la vida de los más inocentes (los hijos) por culpa de las adicciones. Igual tenemos el caso de Seto Kaiba, quien es workaholico (o sea, adicto al trabajo), adicción que no ha sido tan visibilizada como otras debido a que no se le considera algo del todo malo. Pero sí lo es, puesto que genera altos niveles de estrés y ansiedad, y creo que está de más explicar la forma en la que esto repercute en el personaje anteriormente mencionado.

Nota: Todos estos temas son un trasfondo o segundo plano respecto a los principales, por lo que hay que prestar atención para percatarse de la presencia de algunos de ellos.