—¡Elly!
—¡No te acerques a Elizabeth III, Saeyoung!
—Tarde— Saeyoung se giró hacia ellos con la gata cogida en brazos —Es tan suave y adorable.
Empezó a restregar la cara contra su pelaje mientras la abrazaba con fuerza. MC aprovechó para hacerle unas fotos con la gata mientras que Jumin, a su lado, se iba enfadando cada vez más. Elizabeth III empezó a moverse para intentar bajarse, pero Saeyoung no se lo permitió. La gata maulló y empujó con sus patas sin conseguir nada hasta que sacó las uñas. Le arañó en la cara consiguiendo que aflojara lo justo para poder saltar al suelo. Caminó hasta su dueño tranquilamente y se restregó en sus piernas.
—Te he avisado— dijo Jumin.
—¿Estás bien, Saeyoung?— MC se acercó a él y le tocó la cara.
—No es nada. El amor duele y el de Elly no es la excepción.
—Pues la muestra de amor está sangrando, deberías limpiarla— sacó un pañuelo y se lo colocó con cuidado en la cara.
Saeyoung le cogió la mano con el pañuelo y le sonrió.
—Gracias, la próxima vez no me la acercaré tanto a la cara.
—No habrá una próxima vez— dijo Jumin desde atrás —Si llego a saber que acompañabas a MC no hubiera abierto la puerta. No quiero a abusadores de gatos en mi casa.
***
Recuerdo que fue el día siguiente a una noche de tormenta. Saeran y yo apenas pudimos dormir, ambos nos abrazábamos con fuerza en la cama mientras intentábamos ignorarlo. El viento golpeaba con fuerza una ventana que nunca cerraba del todo bien. La lluvia caía con fuerza en el exterior junto a los rayos. Teníamos una gotera en la casa que sonaba cada vez que una gota caía sobre la cazuela que yo había colocado. Nuestra madre era la única ajena a todo, se había quedado profundamente dormida en el sofá después de beberse varias botellas de alcohol.
Por eso al día siguiente nos encontrábamos tal mal. Le pedí a mi madre que dejara dormir un poco a Saeran y no le molestara. Ella solo aceptó por la resaca que tenía, así podía estar tranquila, y me mandó fuera por la misma razón. Me dio el dinero para comprar unos fideos instantáneos, lo que sería nuestra comida de ese día, y a modo de despedida me amenazó con que le devolviera el cambio justo sin guardarme nada ni comprar otra cosa.
Tendría unos 10 años en ese momento y llevaba prácticamente desde los 6 años saliendo a hacer todos los recados que me pedía. Por un lado me gustaba salir fuera, sentir el aire fresco, moverme y ver algo diferente, pero por otro lado tenía miedo. Me preocupaba que mi padre viniera a por mí, nuestra madre siempre nos decía que no podíamos estar mucho tiempo fuera porque entonces él vendría a secuestrarnos para matarnos. Y también me preocupaba Saeran, no quería dejarle solo con esa mujer, ya había visto lo que podía ser capaz de hacerle si yo me retrasaba. Por eso siempre iba lo más rápido que podía, mirando bien a mi alrededor pero sin pararme.
Aquel día tuve suerte al llegar a la tienda ya que no había más clientes. Me dirigí a los botes de fideos y conté el dinero que llevaba. Tan solo me daba para dos, uno para nuestra madre y otro para nosotros dos. Los cogí y me dirigí al mostrador. Esa vez había un vendedor nuevo que por la cara que me puso supe que no quería estar allí. Me miró a mí y luego a mi alrededor, dándose cuenta de que estaba solo.
—Buenos días, quiero comprar esto.
No me respondió y cogió de mala manera las monedas que le ofrecía. Abrió la caja, las echó ahí y cogió otras para darme el cambio sobre el mostrador. Rápidamente hice cuentas.
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Mis One-shots de Mystic Messenger
FanfictionHistorias cortas, algunas sin relación, basadas en el futuro de la ruta de Seven. Contiene spoilers de la ruta de Seven, su After ending y los 2 Finales secretos, también de la ruta de Ray y su After ending, y algunos de todo el juego en general. Pa...