Mis One-shots de Mystic Messenger

Your RFA -1

"Os salvaré a todos."

—Despierta, Saeyoung.

Intentó ignorar la voz dándose la vuelta en la cama. Quería seguir durmiendo pero un tirón de las sábanas le despertó de golpe. Abrió los ojos para descubrir quien había sido y se encontró con la cara de su hermano. Se le quedó mirando varios segundos, notaba algo raro en él, pero no sabía el qué exactamente.

—Deberías levantarte rápido, todos te estamos esperando para desayunar. ¿Qué pasa?

—Tus ojos...—susurró aún medio dormido.

—¿Qué les pasa a mis ojos?

—Amarillo...

—Claro, igual que los tuyos. Sí que estás dormido— se alejó de la cama hacia la puerta de la habitación —Date prisa o llegaremos tarde por tu culpa para terminar los preparativos de la fiesta.

Saeran salió, dejándole solo. Saeyoung se estiró en la cama y miró a su alrededor. La habitación le pareció extraña por un momento, como si aquella no fuera la suya, pero no cabía duda de que lo era por la decoración. Se incorporó y miró a su derecha. En la silla del escritorio estaba colocado el traje que siempre llevaba en las fiestas de la RFA. Su hermano lo había mencionado, pero realmente no recordaba que hubiera una hoy. Aun así, no le dio mucha más importancia y salió de la habitación.

Al menos la casa le resultó familiar, era la de Jihyun, estaba seguro pese a que durante apenas un par de segundos se preguntara qué hacía en ese lugar. Escuchó unas voces desde la cocina y se dirigió allí. Pero nada más entrar se quedó bloqueado al ver quién había allí. Las tres personas de la mesa se le quedaron mirando.

—Saeyoung, ¿estás bien?— preguntó Jihyun.

Rika se levantó y se acercó a él, pero antes de que pudiera ponerle la mano en la frente Saeyoung retrocedió instintivamente.

—¿Saeyoung?

—Ah, lo siento.

—Lleva raro desde que le he despertado, creo que todavía está muy dormido. No estará enfermo, ¿no?

—No parece, fiebre no tiene— contestó Rika con la mano en la frente de Saeyoung.

—Pues entonces siéntate a desayunar y así te despiertas— dijo Jihyun.

Él asintió y se colocó al lado de su hermano. Era una mañana normal, pero la sensación de extrañeza no desaparecía.

—No te habrás quedado hasta muy tarde haciendo algún trabajo de programación de la universidad, ¿verdad?

Miró a Jihyun. No entendía a lo que refería, él la universidad ya...

—No nos han mandado ningún trabajo, estamos de vacaciones— respondió su hermano —A no ser que te hayas pasado la noche creando algún programa propio.

Miró a su hermano en el momento en que unas imágenes rápidas pasaban por su cabeza. Ordenador en una habitación a oscuras. Códigos de programación. Pelea con otra persona.

—Puede ser— respondió finalmente.

—Saeyoung, ya te he dicho muchas veces que deberías dormir mejor— dijo Rika —Sé que te esfuerzas mucho para poder encontrar un buen trabajo cuando termines la universidad, pero no debería ser a costa de tu salud. Tampoco pasa nada si no lo encuentras, podemos vivir siempre los cuatro juntos.

—Entiendo cómo te sientes, Rika, pero los gemelos ya han crecido y es normal que quieran independizarse y vivir sus propias vidas como adultos.

—Sí, habéis hecho mucho por nosotros durante más de 10 años y siempre os estaremos muy agradecidos por ello, nunca podremos devolveros todo lo que habéis hecho por nosotros. Pero Jihyun tiene razón, cuando terminemos la universidad ya no tendréis que seguir preocupándoos tanto por nosotros.