Mis One-shots de Mystic Messenger

Picnic

Un plato cayendo al suelo fue lo que despertó a Saeran. Lo que le hizo abrir los ojos fue el grito de MC diciendo el nombre de su hermano. Se asustó y miró el despertador, estaba a punto de amanecer. Era raro que ambos estuvieran despiertos a esa hora. Se levantó de la cama preocupado. Escuchaba a MC molesta y a Saeyoung pidiéndola perdón de forma exagerada junto al ruido del movimiento de los trozos del plato roto. No entendía lo que estaba ocurriendo, pero parecía algo malo, por lo que caminó con prisa hacia la cocina.

—¡No te acerques, Saeyoung! ¡No! ¡Déjame!

—¿Vas a rechazarme a estas alturas?

—¡No lo hagas! ¡No me toques! ¡Suéltame la ropa!

—Vamos, no te pongas así con tu novio, tengo total derecho a hacerlo.

—¡No quiero!

—Solo la punta, por favor, no te mancharé mucho.

—¡No me apetece ahora, todavía ni es por la mañana! ¡Y suelta el móvil!

—Pero quiero tener al menos una foto tuya así.

Saeran no podía creerse lo que estaba escuchando. ¿De verdad su hermano estaba intentando...? Tenía que actuar rápido. Entró en la cocina y antes siquiera de que los dos fueran conscientes de su presencia se plató frente a Saeyoung y le soltó un puñetazo en la cara. Él, que no se esperaba aquello, cayó al suelo con las gafas torcidas.

—¿Saeran?— preguntó MC.

Se giró hacia ella. Estaba sorprendida de verle, pero bien. Miró a su hermano. Él se tapaba la nariz con una mano mientras en la otra todavía agarraba el tubo de nata montada. Quitando el adorable delantal que ambos llevaban a juego, parecía que no había nada raro allí.

—¿Qué...?

—Perdón por despertarte, ha sido a mí al que se le ha caído el plato— dijo Saeyoung todavía en el suelo —MC tiene mal despertar, pero tú le ganas sin duda.

—No hacía falta que dijeras eso sobre mí. ¿Estás sangrando? Espera, te paso el papel.

Saeran se quedó mirando cómo MC cogía el papel de cocina y se agachaba al lado de Saeyoung para dárselo, le sangraba un poco la nariz del puñetazo. Debía haberle hecho daño, él mismo sentía algo de dolor en la mano, pero no se había enfadado con él. Nunca lo hacía, en realidad, por mucho que le hiciera.

—¿Estás bien, MC?

Ella se giró hacia el gemelo que estaba de pie.

—Sí, ¿por qué...?— miró a Saeyoung y después a él, comprendiendo —¿Pensabas que me estaba haciendo algo malo? ¿Por eso le has pegado?

Saeran asintió, un poco avergonzado.

—No es nada de eso, no te preocupes— señaló el bote —Saeyoung solo quería echarme un poco de nata por encima.

—Me conformaba con un poco en la nariz para la foto.

—Y yo te estaba diciendo que era demasiado pronto para estas cosas, que además teníamos prisas y no podíamos hacer mucho ruido.

—Bueno, ahora que se ha despertado ya puedo, ¿no?

—No, pero como estás malherido te dejaré hacerlo en otra ocasión.

—Me sirve.

Saeran miró la cocina mientras la pareja hablaba en el suelo. Parecía que habían estado cocinando a juzgar por la gran cantidad de platos sucios que había en el fregadero.

—Supongo que ya no podemos mantenerlo más en secreto— comentó MC.

—¿El qué?

—¡Nos vamos de picnic!— gritó Saeyoung levantándose del suelo, se había metido unos trozos de papel en la nariz y todavía tenía las gafas un poco torcidas, dándole un aspecto cómico.