Mis One-shots de Mystic Messenger

Lo siento

Lo siento mucho, a todos. Lo siento, Rika. Lo siento, Jumin. Lo siento, Saeyoung y Saeran. Lo siento, Yoosung. Lo siento, Zen, Jaehee y MC. Y lo siento, madre. Hice todo lo que pude para intentar mantenerlos a todos a salvo y no lo conseguí. Me arrepiento de ello así como de aquel día, pero sé que no hay nada que yo pueda hacer. Ahora son ellos los que deben avanzar con la sombra de Rika y mía.

***

Jumin está trabajando temprano en la mañana dentro de su despacho. Ya era perfeccionista y siempre estricto con su horario, pero ahora lo es incluso más. También le he visto beber más vino de lo que solía tomar, por suerte no va más allá.

Jaehee entra en su despacho con varios papeles que le coloca sobre la mesa. Mientras ella se los explica Jumin sigue escribiendo, asintiendo de vez en cuando. Solo cuando Jaehee termina él decide comentarlos brevemente antes de cambiar de tema.

—Sobre la reserva del salón de la fiesta, ¿cómo va el papeleo?

—Señor Han, le recuerdo que yo ya no estoy a cargo de esos asuntos de la RFA, MC insistió en que lo haría ella sola esta vez porque yo ya tengo mucho trabajo.

—¿No dijiste que ibas a ayudarla?

—Sí, ayudarla, no trabajar que es lo que espera que haga. Y le sugiero que esa pregunta se la haga a MC entrando en el chat o llamándola, será mejor escucharlo de primera mano.

Jaehee ha empezado a poner límites gracias al apoyo de MC y el resto, algo de lo que me alegro. Sé que a Jumin le está costando adaptarse a ello, pero lo intenta porque no quiere perder a su mejor asistente. Por eso gira la cabeza hacia el cuadro que tiene en el despacho antes de responder que lo hará en su descanso. Ese cuadro es una de las últimas fotos que hice, la colgó un mes después de que me fuera y suele mirarla a menudo.

—Miau.

El maullido hace que vuelva a prestar atención. Elizabeth III está sentada en el sillón frente a mí, con la mirada fija en mi dirección, como si estuviera viéndome. Jumin y Jaehee se giran hacia ella.

—¿Qué le pasa a Elizabeth III?— pregunta Jumin —Hace un momento estaba durmiendo.

—Parece como si estuviera viendo algo.

—Pero ahí no hay nada.

Claro, debe de estar viéndome a mí. Los gatos son capaces de ver esas cosas. No quiero que me noten, tan solo quería observarlos una última vez.

—Leí que los gatos son capaces de ver espíritus— comenta Jaehee.

—Una prueba más de la superioridad de los gatos. Pero si así fuera, ¿no debería ponerse nerviosa? Se la ve muy tranquila, como cuando me mira a mí.

—A lo mejor está tranquila porque es alguien que ya conoce.

Veo a Jaehee llevarse las manos a la boca, dándose cuenta de lo que está suponiendo. Jumin también se percata de ello, veo un cambio sutil en mi amigo y como vuelve a mirar de reojo el cuadro por unos segundos.

Tengo que irme, he llamado demasiado la atención. Pero antes de que lo haga Jumin mira en mi dirección. Nuestros ojos se encuentran y temo que pueda verme, aunque una pequeña parte de mí lo desea, no pude despedirme de él ni pedirle perdón. No sé cuánto tiempo permanece así, yo soy incapaz de moverme, hasta que finalmente baja la vista.

—Si es así me alegro— susurra.

***

Zen sigue con la misma pasión excesiva por su trabajo. Lee en voz alta el guion que tiene sobre la mesa mientras desayuna. Cada vez tiene mejores papeles y más propuestas para actuar en obras importantes. Su popularidad ha ido creciendo y me alegro mucho por él, tiene un gran potencial que mostrar al mundo.