|Editado|
25 de septiembre del 2018.
Victoria Velarde.
Muy rara vez tenía un buen ánimo luego de estar con Sebastián, y hoy era uno de esos días, aunque si admitiría que había llegado a mi departamento con una sonrisa boba, luego de lo último que me había dicho el hombre. Macarena me miraba de manera expectante, mientras yo me llevaba una cucharada de su comida a mi boca.
—Mmm —hice un sonido de aprobación y ella aplaudió emocionada—. Esto está delicioso, deberías buscar un trabajo como chef, cariño —lamí mi labio inferior, saboreando lo que quedó allí.
—Qué bueno que te haya gustado, pensé que no estarías de buen humor —fruncí el ceño, desconcertada y mi amiga carraspeó—. Me refiero a que siempre que vas con el bombón andante llegas con una cara de querer matar al que se te cruce.
—Bueno, tienes razón —me encogí de hombros, a lo que ella alzó una ceja esperando más—. ¿Qué?, ¿pasa algo?
—Quiero que me cuentes porque estás tan achispada hoy —dejé de lado el tenedor y comencé a jugar con mis dedos, un tanto nerviosa.
—Es solo que hoy no fue tan idiota conmigo —dije lentamente, a lo que mi amiga se mordió el labio aguantando los chillidos de emoción. Ella era una fangirl de mi vida—. Que conste que él es idiota de nacimiento, no se te olvide, pero puede que hoy no haya sacado tanto ese lado a la luz —levanté el dedo índice, apuntándola—. Eso no quiere decir que me caerá bien y olvidaré lo que pasó hace años —su expresión decayó rápidamente, fulminándome con la mirada.
Siempre me hago muchas preguntas respecto a lo que me está pasando, para conseguir alguna posible respuesta, pero las que termino repitiendo porque no hallo una contestación que me convenza son tres. ¿Qué sería si nunca lo hubiera conocido hace cinco años atrás?, ¿nos podríamos llevar bien ahora?, o ¿simplemente nuestros caminos nunca se cruzarían?
Aun así, no saco nada con cuestionarme aquello si mi realidad es que si lo conocí y nos llevamos mal actualmente.
No olvides que de paso lo deseas.
—Eres taaan aburrida, Vicky —se quejó haciendo un mohín, por lo que rodé los ojos, negando.
—Créeme que lo que menos quiero en estos momentos es amor y si lo quisiera, sé perfectamente que Sebastián y yo somos incompatibles.
—Pero sí quieres sexo.
Touché. Sin embargo, no lo admitiría por dos razones; ella me molestaría de por vida con eso y yo soy demasiado orgullosa para aceptarlo en voz alta.
—Ya empezaste con tus ideas sin sentido —agarré el tenedor y di otro bocado a la comida—. Y dime... —hablé con la boca llena—. ¿Qué querían tus padres?
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Love of Cooking ✔️
Teen Fiction⚠️• Contiene escena +18 explicitas•⚠️ Victoria Velarde es una chica de 23 años, que sueña con poder abrir un gran restaurante para demostrar sus dotes culinarios y las recetas que le enseñó su padre antes de morir. Sin embargo, nunca se le ha prese...