|Editado|
19 de octubre del 2018.
Victoria Velarde.
Al salir del restaurante, acompañada de Manuel y Felipe, una suave brisa se presentó, erizando mi piel. Sonreí al ver que el primer hombre se acercaba a grandes zancadas mientras que su amigo lo ayudaba a sostenerse en el estado de ebriedad que se encontraba.
—Bueno, nuestra velada acaba acá. Me duele tener que despedirme de ti, pero estoy obligado —hizo una pequeña reverencia y el chico que se esforzaba para no dejarlo caer, lo regañó—. Adiós, bella chica —Felipe tironeó a Manuel con fuerza, así que él se apresuró a decir—: ¿Sabes?, si Sebastián no te hubiera conocido, serías perfecta para mí.
—¿A sí? —pregunté siguiéndole la corriente al ebrio.
—Eres muy linda, y no solo por fuera, Victoria —hipó sonriendo como tonto—. Pero, aunque no lo hubieras conocido a él antes, ustedes estaban destinados a encontrarse, de eso estoy seguro.
—Manuel, no la molestes, ahí viene Lucía y Sebastián —murmuró Felipe, con cansancio. El nombrado se irguió de inmediato alejándose de mí, por lo que le dediqué una mirada curiosa y cuando lo notó, soltó una pequeña risa.
—Aunque no lo creas, aprecio mi vida —aclaró, dejándome confundida, así que solo asentí sin comprenderlo del todo.
—¿Cuándo en tu vida aprenderás a beber? —lo regañó Lucía, pero lo comenzó a revisar con preocupación. Yo esbocé una sonrisa, ya que se notaba de lejos que ella ocupaba el rol de madre de estos tres.
Me di cuenta en la cena que Lucía es un amor de persona, pero cuando quería, sacaba su carácter. Entiendo por qué Ezequiel se fijó en ella.
—Nosotros ya nos tenemos que ir, es muy tarde —avisó Sebastián, dándole un suave apretón a mi hombro, lo que terminó provocando una sensación de burbujeo en mi estómago. No sé si fue parte de mi imaginación, sin embargo, noté como la chica que nos acompañó toda la velada, fijó su mirada en la mano que Sebastián tenía en mi hombro e hizo una mueca. Pero no estaba segura, ya que rápidamente corrió la vista.
—Fue un gusto conocerte, Vic —Felipe no pudo tenderme la mano por estar agarrando a Manuel, así que me sonrió apenado—. Lamento esto —de reojo lo observó, no obstante, yo negué restándole importancia.
Manuel era mi favorito, pero eso era un secreto.
—No te preocupes, creo que a todos nos ha pasado alguna vez —dije. Él asintió, y se dio la vuelta para ir al auto con Manuel.
—Bueno —la amiga de Sebastián chasqueó la lengua en nuestra dirección—. De verdad me encantó conocerte Vicky, espero verte más seguido, y gracias por soportarlo.
—Ey —se quejó, haciéndome reír—. Ya les dije que ella no me tiene que soportar, soy yo el que tiene que soportarla.
—Si claro —bufó esta, pero él solo rodó los ojos—. Ahora sí, me despido. Nos vemos... espero pronto.
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Love of Cooking ✔️
Teen Fiction⚠️• Contiene escena +18 explicitas•⚠️ Victoria Velarde es una chica de 23 años, que sueña con poder abrir un gran restaurante para demostrar sus dotes culinarios y las recetas que le enseñó su padre antes de morir. Sin embargo, nunca se le ha prese...