|Editado|
17 de octubre del 2018.
Victoria Velarde.
Tarareé Stole the Show de Kygo, que se reproducía en mi celular, mientras esperaba que Ezequiel apareciera, y aproveché a tomar algunas notas de posibles combinaciones que podríamos hacer junto a Sebastián para el menú de la boda de su hermana.
Suspiré al ver que todavía el hombre no me mandaba ningún mensaje avisándome si ya había llegado de su repentino viaje, sin embargo, me obligué a relajarme. ¿Quién lo diría?, preocupándote por él. Esta vez no me molesté que no tuviera noticias de Sebastián, porque él me había comentado con antelación que se tendría que ausentar algunos días en los que debía solucionar algo sobre la boda de Giulia y sabía que eso era una presión enorme.
Pero, por otro lado, a pesar de no tener a Sebastián ayudándome a seleccionar, durante esos días estuve avanzando lo que más pude en las recetas e ideas para ese gran día, porque sinceramente quiero dar lo mejor de mí en este trabajo. Aun así, esa espina de que de alguna manera u otra fallaré, no desaparecía. Vamos, Victoria, si has hecho un gran esfuerzo.
—Bicho, no estés así —murmuró con cansancio mi mejor amigo al llegar de la entrega que debía hacer—. Te saldrá todo bien, no seas pesimista. Además, mi abuela dice que, si eres pesimistas, atraerás esas cosas y te terminará yendo mal.
—No lo soy, Ezequiel, solo me estoy poniendo en todos los escenarios posibles —me apoyé en el capo del auto de su abuela e hice una mueca—. ¿Podrías por favor dejar de mirarme de esa manera?
—¿Cómo? —fingió que no sabía a lo que me refería y yo bufé alzando una ceja—. Ya, ya... es solo que creo que tus ánimos han decaído al no tener al bombón andante cerca de ti.
—Eso es una estupidez y lo sabes —mordisqueé distraídamente la uña de mi dedo índice y Ezequiel golpeó mi mano—. Auch.
—No hagas eso —me regañó como a una niña pequeña—. Pero volviendo al tema, yo creo que no es una estupidez, de hecho, me hace feliz saber que al menos uno de nosotros lo sea —lo dijo con naturalidad y con una sonrisa en el rostro, pero noté como su voz se apagó por unos momentos, lo que encendió mis alarmas.
Ahí me di cuenta de que cometí un gran error. Estos últimos días, lo único que hago es hablar sobre mi vida y lo "terrible" que es pasar el tiempo con Sebastián, dejando de lado lo que estaba pasando Ezequiel.
—Ey, ¿qué ocurrió? —me volteé a verlo por completo. Su rostro se contrajo en una mueca y negó, encogiéndose de hombros.
—Es solo que, a veces pienso que cuando uno más se quiere hacer notar frente a alguien, es donde más se pierde. Y, ¿todo eso para qué? —bufó—. Para que finalmente aquella persona ni siquiera te vea de la misma forma en la que tú lo haces —fijó su mirada en el horizonte, en el cual se veía el atardecer—. ¿Crees que algún día esa chica si me vea como lo ve a él?
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Love of Cooking ✔️
Teen Fiction⚠️• Contiene escena +18 explicitas•⚠️ Victoria Velarde es una chica de 23 años, que sueña con poder abrir un gran restaurante para demostrar sus dotes culinarios y las recetas que le enseñó su padre antes de morir. Sin embargo, nunca se le ha prese...