|Editado|
Maratón 1/2
8 de octubre del 2018.
Victoria Velarde.
Si bien a Sebastián no le mostré cosas tan increíbles, él se mostró muy dispuesto a colaborar con todo lo que le decía y gracias a eso, la semana no se hizo difícil de llevar. A pesar del rencor que aún le guardo, debo admitir que con él se pueden pasar agradables momentos, o por lo menos cuando no se comporta como un imbécil.
Durante los seis días logré mostrarle muchísimas cosas, que estoy segura antes ni siquiera se hubiera parado a escucharme. Le enseñé algunas de las recetas simples que mi madre siempre me hacía y también, busqué que se saliera de su zona de confort y así darles más vida a sus platillos, a algunos de ellos, con decorados más coloridos.
Dejando eso de lado, y concentrándonos en ciertas cosas que se estuvieron presentando bastante los últimos días entre Sebastián y yo, noté como el coqueteo entre ambos aumentó a niveles impresionantes, lo que nos hizo llegar al punto donde nos tocábamos "accidentalmente", que, aunque fingíamos no percatarnos, los dos sabíamos que lo necesitábamos. Tal vez así lográbamos bajar las revoluciones. ¿Quién diría que sería parte de este juego?
—No entiendo como todavía no te le lanzas, Vicky. Con decirte que siento la tensión que emanan solo escuchándote contarme lo que ha pasado entre ambos —murmuró Macarena antes de mascar un cupcake que había terminado de hacer minutos antes de que llegara a mi departamento.
Cocinar también era mi método para relajarme.
—Pues, querida amiga, para empezar, él es mi enemigo y lo odio —ella alzó una ceja, por lo que yo corrí la mirada hacia otro lado. Así me quería pillar.
—No creo que a los enemigos se les coquetee de esa manera —se quedó en silencio, perdiéndose en sus pensamientos—. ¿O sí?, he leído algunas historias en la que los enemigos terminan juntos.
—Se llama estrategia, chica lista y sobre lo otro —hice una mueca—. Dudo mucho que ese sea nuestro caso —estiré el paño de cocina en la mesa y comencé a doblarlo perfecta y meticulosamente—. Cuando uno quiere hacer caer a alguien tiene que emplear otras maneras para conseguirlo —susurré, concentrándome en los dobleces.
—Bueno, pero está claro que esto no es una estrategia, porque si hubieras querido que él cayera te debiste alejar del límite para no caer con él y tú, no lo hiciste —suspiré, observando el reloj. Por más que me molesten las palabras de mi amiga, tenía razón. No quería caer, pero tampoco quería que él cayera. Ah, si después de todo igual me acostumbré a que respire, el muy idiota—. Deja de pensar todo el tiempo que este es tu momento de venganza.
—¿Venganza? —chasqueé la lengua—. Creo que te está afectando leer mucho de esas historias de enemigos. Yo no quiero venganza, Maca —entrecerró los ojos, confundida.
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Love of Cooking ✔️
Teen Fiction⚠️• Contiene escena +18 explicitas•⚠️ Victoria Velarde es una chica de 23 años, que sueña con poder abrir un gran restaurante para demostrar sus dotes culinarios y las recetas que le enseñó su padre antes de morir. Sin embargo, nunca se le ha prese...