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Victoria Velarde es una chica de 23 años, que sueña con poder abrir un gran restaurante para demostrar sus dotes culinarios y las recetas que le enseñó su padre antes de morir.
Sin embargo, nunca se le ha prese...
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|Editado|
28 de diciembre 2018.
Victoria Velarde.
—¿Puedes calmarte? —le pedí a Sebastián en un susurro—. Me estás poniendo nerviosa a mí también, idiota.
—Lo lamento, nena. Venir con mi novia a la primera ecografía no es algo que me pase todos los días—suspiró, dándole un apretón a mi mano. Hace unos días, específicamente en navidad, noté que aún no me bajaba mi periodo, por lo que comencé a unir mis malestares de la última semana con un posible embarazo. Por esto mismo, llamé a Sebastián para que me acompañara a hacerme el test y al salir los resultados, decía que ya tenía dos semanas—. ¿Para qué debemos hacer esto si ya sabemos que estás embarazada?
—¿Tienes miedo? —pregunté, divertida.
—¿Yo? —se rio, nervioso—. Bueno, tal vez un poco. No quiero ser un mal padre y tampoco quiero fallarte, pero y si lo hago y...
—Victoria Velarde —una señora salió sonriente mirando a las personas, por lo que alcé la mano llamando su atención. Ella asintió, esperándonos.
—Vamos —Sebastián se levantó apresuradamente para acompañarme, a la vez que agarraba mi mano con más fuerza de lo normal. Estaba realmente asustado.
—Hola cariño, soy la doctora Sheridan —me tendió la mano y nos hizo sentarnos en las dos sillas que estaban delante de su escritorio—. Cuéntenme, ¿por qué están acá?
—Verá, tengo un retraso, la última semana me he sentido muy mal y hace unos días me hice un test de embarazo que dio positivo —anotó las cosas que dije en su computador y me sonrió, señalando la camilla.
—Recuéstate en la camilla —me pidió, así que lo hice, mientras mi acompañante se quedaba a mi lado respondiendo algunas de las preguntas que le hacía la mujer y yo lo observaba sonriente—. Bueno, por si no sabes, la primera ecografía es vía transvaginal —asentí, mirándola de reojo. Preparó todo y comenzó con el proceso.
—Victoria, ¿cuándo fue la última vez que te llegó el periodo? —en mi mente comencé a calcular y si no me equivocaba, fue más o menos hace un mes.
—Hace un mes, creo que justo.
—Felicitaciones, efectivamente serán padres —apuntó un pequeño puntito en la pantalla y mordí mi labio inferior aguantando mis ganas de llorar. Digamos que esto también ha afectado a mi sensibilidad.
—¿Por qué no se ve nada? —fulminé a Sebastián con la mirada, porque le había quitado todo lo emocionante al momento y la doctora solamente se rio.
—Esta recién gestando, mide milímetros aún —le explicó, calmada. Probablemente no era la primera persona que decía eso—. ¿Son padres primerizos? —ambos asentimos—. Les diré algo, no crean que serán malos padres, ustedes aprenderán en el proceso y todo será más fácil cuando llegue el segundo.
