Heaven Land

CAPÍTULO XXV "Primera noche... "

— ¡Debes estar bromeando!

Mahiru gritó cuando leyó una nota de papel que estaba pegada a las puertas de la iglesia. Su voz de mujer fue extraña tanto para Kuro como Lawless pero no dijeron nada. Habían ido como acordaron a encontrarse con Lily, nuevamente. Pero la iglesia se encontraba cerrada, y afuera de ella una nota.

"Vuelvo en unas horas"

Había un grupo pequeño de gente leyendo la nota, bastante curiosos. Pero Mahiru sabía que esas palabras iban dirigidas a ellos.

—¿Ahora qué hacemos? — Mahiru quería cambiar de cuerpo. Las nauseas atacaban de vez en cuando, y él se sentía bastante enfermo ya. Además. No podían volver al hospedaje, Licht solo había traído un par de monedas de oro, y ya no podían pagar por otra noche.

— Deberíamos ir a las afuera del Reino y hacer un improvisado campamento. — Lawless llevaba a Licht en su espalda. La ahora chica seguía durmiendo como si nada le afectara. — Cuando encontremos a Lily tendremos que pedirle alojamiento. ¿Pero a dónde habrá ido?

Mahiruse preguntó si algo había surgido, algún problema que hizo que Lily no estuviera disponible. Quizás la realeza sospechaba que el ángel había estado involucrado con el revuelo de la noche anterior en el castillo. ¿Quizás capturaron a Lily y lo están interrogando? No, eso sería imposible, se estaba volviendo paranoico. O quizás... 

Kuro golpeo con suavidad su frente sacándolo de sus pensamientos.

— Estas haciendo una cara bastante extraña. —Había una pequeña sonrisa en la boca del demonio. Mahiru se despabiló algo nervioso.

— Entonces busquemos un lugar para descansar. — comentó Mahiru, comenzando a caminar. —La gente nos está mirando extraño por tener a Licht dormido. Aun no puedo creer que se le ocurrió hacer eso.

Lawless bufó divertido. Las ocurrencias de Licht a veces eran absurdas. Pero divertidas.

:::***:::

Habían salido de la zona urbana, y habían ido a un pequeño campo para descansar. Como el Reino en si mismo era inmenso. Habían lugares donde la gente poco visitaban, y nadie se sorprendería de ver un grupo de jóvenes desconocidos acampando.

— ¡Este lugar es hermoso! —. Mahiru camino por el sendero verde. Bastante lejos del Reino, había un enorme campo de flores. Habían de sutiles colores, y el aroma era fuerte. La vista era tranquila, y Mahiru respiró hondo para luego sonreír.— Son lirios. Representan protección. Me pregunto si crecieron solas, o alguien las cultivo.

— Es una gran cantidad. Seguramente alguien las está plantando.— Lawless mencionó aunque no le prestaba atención. Estaba tratando de armar una pequeña carpa para Licht.

Kuro se situó a un costado de Mahiru y las miró. Sentía una pisca de divinidad en las flores. Además, el aroma dulzón era apestoso para su olfato. Aunque evitó de hacer una mueca desagradable, no pudo evitar arrugar las cejas.

—¿No te gusta el aroma? — Mahiru le miró curioso. De las pocas veces que Kuro interactuó con la comida humana, decía que el sabor le resultaba insípido. Quizás con las flores era igual.

— Una parte de mi es demonio, así que repudio todo lo que tenga relación con lo divino. Estas flores tienen la esencia mágica de algo puro... Es difícil describirlo.

— ¿Algo divino? — Mahiru buscó en las flores la esencia de éstas. Si bien era sutil, había un leve manto blanco sobre ellas. A lo lejos notó un letrero pequeño. Avanzó hasta llegar a él, y trató de leer qué decía.