❝ 𝐑𝐄𝐌𝐎𝐃𝐄𝐋𝐈𝐍𝐆 ❞ ┇ Kᴀʀᴍᴀ x Rᴇᴀᴅᴇʀ

『𝐋𝐚 𝐇𝐨𝐫𝐚 𝐝𝐞𝐥 𝐃𝐢𝐨𝐬 𝐝𝐞 𝐥𝐚 𝐌𝐮𝐞𝐫𝐭𝐞, 𝐏𝐚𝐫𝐭𝐞 𝟏』

『死神の時間 前編 by Megu Kataoka』

—Bitch-sensei, esos regalos de ayer fueron geniales —comenta _____ caminando hacia el aula.

—¡Si, nuestro nuevo traje realmente es genial! —exclama Kurahashi caminando también.

La mujer rubia ríe.

—Les cuento que yo propuse un diseño. ¡Ese Karasuma quería el mismo estilo para chicos y chicas!

"¿Todavía quedará de ese modelo...? —piensa _____."

"Es lindo, pero no tiene protección... —piensa Yada, nerviosa."

—Ese tipo no entiende a las mujeres... ¡Ni siquiera me ha dado un regalo! —murmura Irina mientras sigue caminando.

—¿Eh?

—Oh, es cierto, hace cuatro días, el 10 de octubre... —murmura _____.

—¡El cumpleaños de Bitch-sensei!

『死神の時間 前編』

『Irina』

Antes de eso, había muchos hombres que me daban todo tipo de regalos.

Pero ahora, cualquier regalo que no sea de él... es solo basura.

Y aún no puedo contactar a Lovro-sensei. Ah... nada es peor que estar sola.

『Narrador』

—¡Bitch-sensei, enséñenos más de conversación francesa! —exclama Megu entrando a la sala de profesores.

—Megu... Es cierto, quieres trabajar en el extranjero, ¿verdad? —pregunta la rubia.

—Si, probablemente.

—Oh, bien, entonces, toma asient--

Es interrumpida cuando Megu y Okano fueron por ella.

—¡No, es mejor hacerlo afuera!

—¿Eh? ¿Por qué--?

—¡Vamos, andando!

Okano y Megu se llevan a Bitch-sensei para afuera.

—Cielos, si no estuviéramos aquí para darles el empujón... —murmura Okajima mirando desde la ventana.

—Finalmente logramos separarlos —dice Maehara hablando por teléfono—. Crucemos los dedos por el escuadrón de compra-de-regalo-de-cumpleaños.

『死神の時間 前編』

—Bitch-sensei seguramente ya obtuvo cada regalo que existe... —dice Sugino.

—Va a ser difícil —comenta Kayano.

—Si... —murmura _____.

—La clase reunió 5,107 yens —dice Nagisa—. ¿Nos alcanzará para comprarle algo a una mujer?

—¡Lo sabía! ¡Oigan, chicos! —un hombre de pelo blanco les habla— ¿Está todo bien? Ya saben, lo que pasó con la pierna del anciano.

—Eres el tipo de las flores que llamo a la ambulancia —comenta _____.

—Gracias por ayudarnos esa vez.

—De alguna forma nos perdonó... —dice Nagisa.

—Ya veo. Estoy feliz de que no fuera nada grave —el hombre sonríe de forma amable—. ¿Y ahora intentan encontrar un regalo para una mujer?