-¿Por qué?- Pregunto la chica azabache.
- Simplemente te amo - Respondió un rubio cenizo.
Los personajes no me pertenecen, espero les guste está historia ya que le estoy poniendo mucho empeño para ustedes.
- Hola pequeña bestia - Dice un peliceleste con manos.
- Sueltenme - trato safarme con mi fuerza pero es inútil estoy atada de todas partes.
- Vamos niñita únete nos - Dabi.
- Seamos amigas ¡Sí!- Dice una rubia bastante rara.
- No - Digo firme.
- Toga el látigo - La rubia le da un látigo al peliceleste.
Con el me empieza a golpear, yo solo grito.
-¡Jajaja! Vamos vamos grita para mí - El peliceleste sonríe.
-¿Por qué?- Me siento tan agotada muy apenas estoy consiente.
-¿Qué?- Dice Dabi.
- Porque son así, porque qué sentido le hayan llevar la contraria... Todos podríamos estar bien sin villanos ni héroes, sin estos estúpidos quirks - De respuesta solo recibo un ataque de Dabi con su puño envuelto en fuego.
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Pov. Kai.
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Ella está sufriendo esto que le están haciendo, la necesito encontrar.
- Papá y el rubiecito saben alguna razón por la cuál se llevaron a T/N- les pregunto.
- Creo que están recolectando chicos para su liga... Supongo que pensaron en tu hermana - Dice mi papá es muy fuerte para contener sus emociones.
- Así es a mí me ofrecieron ser un villano, pero habían dos en específico que parecían obsesionados por T/N - Dice el rubio.
- Ah sí y quiénes - Me le acercó.
- Un tipo de cabello celeste y tenía como si una mano en su rostro, no paraba de decir que ella era su gran arma y el otro era un pelinegro con ojos azules creo que se llamaba Dabi el cual se veía encantado por ella - Dice un poco molesto y celoso.
