Nanko y Boruto seguían durmiendo pese a que eran casi las doce y media, y hubieran seguido haciéndolo si el timbre de la puerta no les hubiese despertado. La chica le dio un sutil golpe al Uzumaki.
—Ve tú —dijo la Uchiha, tapando su cabeza con una almohada.
—Es tu casa, ve tú —respondió él, arropándose mejor con las sábanas.
La chica suspiró pesadamente y se levantó, resoplando de mala gana. Bajó hasta la puerta y la abrió.
—¿Eh? —susurró Nanko, alzando una ceja—. ¿Qué haces tú aquí?
—Papá te ha mandado una carta a casa. Ya sabemos quién es la hija favorita. —Sarada le enseñó una carta y Nanko la agarró con rapidez.
—No estás tú para hablar de hijas favoritas. —La menor bostezó.
—Vaya pintas tienes, ponte unos pantalones al menos —comentó su hermana, negando con la cabeza.
—Hacía calor en la cama —respondió sin darle demasiadas vueltas.
—¿Quién es, Nanko? —preguntó el rubio, bajando las escaleras con unas pintas iguales o peores a las de la Uchiha.
—¿Qué cojones hace Boruto aquí? —cuestionó Sarada al borde de la furia.
—¿No es obvio? —susurró él, pasando un brazo por los hombros de Nanko.
—Ayer nos emborrachamos y... —explicó la menor.
—¡No me jodas que os habéis acostado! —gritó ella—. ¡Eres una puta cabrona, sabías que me gustaba!
—No es tu asunto saber a quién me follo y a quién no. —Nanko sonrió de lado. ¿En qué tipo de cosas pensaba su hermana? Si solo tenían trece años... —Ahora, vete de mi propiedad o te mato. —Cerró la puerta en su cara.
—Podrías haberle dicho que no hemos hecho nada —comentó el Uzumaki.
—Debe aprender a no meterse en mi vida.
—Pero es tu hermana mayor.
—Que hubiese actuado como una antes. —Nanko zanjó la conversación sobre Sarada. —Tengo hambre.
—Y yo —respondió el rubio.
—¿Y qué quieres comer? —preguntó la Uchiha.
—A ti.
Nanko sonrió, divertida. En cierta forma, veía lo enamorado que estaba el chico, pero también lo veía como una presa fácil de manipular, no podía evitarlo.
—Cada día que pasa eres más gracioso —comentó ella irónicamente—. Voy a cambiarme, prepara algo de comer.
La chica fue hasta su habitación y agarró unos pantalones anchos negros, una camiseta ancha blanca y ropa interior, se duchó y se cambió rápidamente.
—Ensalada de tomate, preparada por el chef Boruto —explicó él, sentado en la mesa, viendo como ella bajaba por las escaleras.
—Muchas gracias. —Se sentó en frente suya, colocó un mechón de su pelo detrás de la oreja y comenzó a comer.
—Te vas a atragantar si comes tan rápido. —Ella le miró y siguió como si nada. —Ah, debería entrenar.
—Sí, deberías —dijo ella, limpiando su boca con una servilleta.
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Eternal | La hija de Sasuke
Fanfiction2º L I B R O || S A G A S H A R I N G A N 2° Temporada de Mangekyou Sharingan "Sigas o no en esta aldea, siempre serás eterna." Nanko está pasando por la etapa más dura de su vida. La aldea entera piensa que es una traidora y solo Naruto y su famil...