Eternal | La hija de Sasuke

Capítulo 27: Soy el monstruo que quería ser.

     —¿Vienes del futuro? —preguntó Nanko escépticamente mientras se soltaba del agarre de la mujer—. Déjate de mentiras. No soy estúpida, tu voz es la misma que la de la hija de Rufus, puedes, simplemente, estar utilizando un jutsu...

     —Somos realmente parecidas a pesar de ser de mundos paralelos —susurró la mujer—. Pregúntame lo que quieras sobre tu vida.

     —¿Cuál es mi color favorito?

     —No tienes —respondió la adulta.

     —¿De qué iba el examen que suspendí en la academia?

     —Jamás has suspendido un examen.

     —¿Cuáles son mis novelas favoritas?

     —¿Me vas a hacer decir eso en alto? —La joven alzó una ceja. —Icha Icha Paradise.

     —Esto es imposible... —susurró Nanko.

     —Ya te lo he dicho, es nuestra habilidad, el Jikan. Nos permite viajar através del espacio-tiempo.

     —Entonces llévame al pasado, necesito, bueno, necesitamos salvar a alguien. —La joven sonrió, tendría la oportunidad de salvar a toda la gente a la que había perdido.

     —No puedo hacer eso.

     —¿Por qué?

     —Porque entonces todo lo que he hecho no tendría sentido, no habría servido para nada. —La mujer sonrió, acariciando la cara de la chica.

     —¿A qué te refieres? —preguntó Nanko, apartando la mano de la mujer.

     —Eres lista, ata los cabos, al fin y al cabo es lo que llevas haciendo durante años. —La joven frunció el ceño, acababa de matar a su padre y no tenía la cabeza como para pensar.

     —Tu voz es la misma que la de la hija de Rufus, así que asumo que te has hecho pasar por ella todo este tiempo.

     —Efectivamente, pequeña Nanko —comentó mientras sacaba la katana que Sasuke le había regalado hace décadas—. Aunque estás subestimando mi papel en esta historia. —Pasó su dedo por el filo de la cuchilla, cortándose.

     —No lo hago, el hecho de haberte hecho pasar por otra persona es insignificante. Tienes un plan y, si te has mostrado ante mí, significa que ya lo has cumplido, ¿me equivoco? —preguntó la joven—. Y lo único destacable del día es que he matado a mi padre. Así que, asumo que ese era tu objetivo.

     —Sí y no. En efecto, mi plan se ha cumplido, y sí, lo que debías hacer era matar a Sasuke, pero todo tiene un motivo...

     —Me has utilizado, ¿verdad? He sido tu marioneta desde que te escuché por primera vez, ¿cierto? —susurró la menor.

     —¿De verdad me ves tan incompetente? Llevo manipulándote toda la vida. Eres quien eres por mí, bueno, por ti —explicó. Nanko frunció el ceño.

     —¿Qué estás diciendo?

     —Tu vida lleva escrita desde que naciste, por nadie más y nadie menos que tú misma, es decir, yo.

     —Es imposible, no te he visto nunca...

     —No necesitas verme para observar las consecuencias de mis actos. Todo lo que he hecho ha sido por nuestro futuro, me alegro de haberlo conseguido. Yo liberé a Nayru. Desde ese momento llevo moviendo los hilos. Lo he hecho increíblemente bien, ¿no crees?

     —¿¡A qué te refieres!? —exclamó la joven—. ¿¡Sabes lo que me pasó por tu culpa!? ¡No siento nada! ¡Soy una lata vacía por tu culpa! ¿Cuál era la razón para hacerme esto?