Capítulo 10: He estado perdida mucho tiempo.

3.3K 330 65
                                    

     La Uchiha estaba tumbada en el suelo blanquecino de lo que parecía ser un área sin delimitar por unas paredes. Estaba dormida y lo único que pudo perturbar su apacible sueño fue una voz llamándole.

     —Nanko... —escuchó a lo lejos de manera difusa. Se trataba de una voz que jamás había oído. Se levantó del suelo y se quedó pasmada, Itachi Uchiha estaba en frente de ella.

    —¿Qué está pasando? —preguntó la chica, confundida, sin saber muy bien qué decir—. ¿Eres Itachi? ¿Mi tío?

     —Así es —respondió él.

     —Si estoy aquí, significa que he muerto, ¿verdad? —Nanko posó su vista en sus pies. Justo cuando había conseguido su chakra de nuevo, moría. —Bueno, de algo me tenía que morir, es una pena que no haya podido despedirme de Sasuke y Boruto...

     —No es que hayas muerto exactamente, es un poco más complejo que eso. Has sido herida gravemente, así que ahora te encuentras en una especie de limbo, debatiendo entre la vida y la muerte.

     —Entonces, ¿me darás tu chakra para poder salir de aquí?

     —Me temo que, para salir de esta, solo puedo brindarte apoyo moral. No importa lo fuerte que seas físicamente, tu mente es la única que puede sacarte de aquí.

     —Entonces, ¿esto es mi mente? —Él asintió. —¿Y por qué estás aquí? Es decir, te admiro, pero nunca te conocí.

     —Mi hermano, tu padre, se encargó de pasarte chakra con sus propios recuerdos, para que tengas una imagen de mí. —Suspiró y sonrió. —No me queda mucho más tiempo, hay personas que quieren hablar contigo, así que déjame decirte unas palabras. Eres de las personas más complejas y fuertes que jamás he conocido, te depara un futuro incierto, pero estoy seguro de que será sublime.

     —Esto no es necesario... —susurró ella.

     —No haré esperar a los demás. —Tocó la frente de la chica con su dedo índice y medio. —La próxima vez que nos veamos, espero que sea en mejores condiciones. —Itachi desapareció, dejando millones de destellos detrás de él.

     Nanko no sabía qué hacer, así que anduvo varios minutos. No estaba segura de qué pasaba, no sabía si Shinki había vuelto a la normalidad, ni si Naruto estaba bien ya.

     No iba mirando al frente, así que, sin querer, se chocó con alguien. Levantó la cabeza y no pudo evitar exclamar de la sorpresa.

     —¿Cómo está mi niña? —preguntó May, abrazándola.

     —Hola, Nanko —dijo Min. La Uchiha abrazó de vuelta a su maestra y, al zafarse de ella, corrió a los brazos de su amigo.

     —¡He escuchado que eres una de las mejores ninjas de Konoha! ¡Con lo joven que eres! ¡Siempre creí en ti! —comentó su maestra, sonriendo. Nanko deshizo el abrazo de su compañero y asintió.

     —Estamos muy orgullosos de ti —habló su amigo.

     —Tengo una pregunta... ¿Qué sois? Es decir, estáis vivos o... —La de cabellos negros quiso continuar.

     —Esto le quitará gracia al asunto, pero no estamos vivos... Esto es una especie de simulación con tus recuerdos. A partir de las experiencias que has vivido con nosotros, tu cabeza ha imaginado qué diríamos —respondió su maestra.

     —Os echo de menos.

     —Nanko, prométeme que conseguirás algún amigo. Todos necesitamos a alguien en quien confiar, no siempre debes guardártelo todo para ti. —Min le abrazó de nuevo.

Eternal | La hija de SasukeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora