𝕮𝒂𝒑í𝒕𝒖𝒍𝒐 27

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Narra _____

Ya había amanecido y me di cuenta por el ruido que metían mis padres en el pasillo. Es su linda forma de decir que ya era hora de levantarse.

Poco a poco me fui acostumbrando a la luz y despertando de mi sueño cuando me di cuenta que tenia un brazo rodeandome la cintura a mis espaldas y recordé que anoche Izan se quedó a dormir.

Intente lo más lento posible dar media vuelta y no despertarlo pero, no lo logre y en un torpe movimiento escuche que Izan soltó un quejido y de a poco fue abriendo los ojos.

—Izan lo siento por despertarte así–me disculpe mordiendo mi labio y me acomode sentandome al igual que Izan.

—No hay problema, ¿qué hora es? –pregunto formando una sonrisa pequeña mientras se tallaba los ojos.

—Las ocho –le conteste mirando el reloj de la mesita de noche–. ¿Qué tal dormiste? –le pregunté dedicandole una sonrisa.

—Bien, muy bien –me miro con una sonrisa linda–. Excepto por la forma en que me desperté –bromeo soltando una risa.

—Ya me disculpe eh –negué divertida.

—Eso no basta –y se fue acercándo hasta apoyar sus manos en el colchón para acorralarme y darme un pequeño beso.

—Eso fue una excusa para darme un beso –dije aún acorralada entre el colchón e Izan.

—Noo –se hizo el desentendido haciendo una mueca.

Rei contagiando la risa de Izan.

—Vale lo admito –se volvió a sentar y levanto ambas manos fingiendo inocencia.

—Sabes que te puedo dar los besos que quieras –susurre y me puse de pie con la mirada puesta en Izan y él en mi.

—Tu también me puedes pedir lo que quieras –dijo fingiendo un tono seductor lo que me hizo reír por lo bajo.

—Muy bien, ahora quiero que me esperes aquí mientras yo bajo a ver que hacen mis padres –cambie de tema radicalmente dejando el juego de lado.

—Que aburrido. Pero si eso es lo que quieres –respondió Izan resoplando. Desvió la mirada en busca de su ropa y se puso de pie tomando su pantalón.

—Si quieres te puedes meter a la ducha y yo me meto cuando suba –dije.

—Me ducho en mi casa –contesto tomando su celular.

—Como quieras –me metí al baño para lavarme la cara y los dientes.

—¿No puedo bajar junto contigo? –escuche a Izan desde la habitación.

—No, primero quiero ver si mis padres están de buen humor para que se enteren que dormi con un chico –salí del baño.

—Como digas –dijo con la mirada en su celular tecleando algo.

Abri la puerta de mi cuarto y antes de salir mire a Izan quien lo encontré mirandome con una sonrisa. 'Ahora vuevo' le susurre y con una gran sonrisa por parte de él cerre la puerta.

Solte aire antes de entrar a la cocina donde estaban mis padres.

—¡Buenos días! –les salude fingiendo mi mejor sonrisa.

—Hola hija –saludo mi padre distraído en una revista.

—¿Qué tal dormiste? –mi madre se hizo presente desde la esquina de la cocina preparándose una taza de café.

—Bien –me limite a decir. Dormi perfectamente–. Ammm ¿y ustedes qué tal están hoy? –pregunte disimuladamente fingiendo buscar algo en la nevera.

La cara de mi madre era de incredulidad porque yo nunca hacía ese tipo de preguntas pero tenía que saber si estaban de buenas aunque de cualquier forma se molestarian.

—Y esa pregunta...

—Buenos días –escuche desde la entrada de la cocina. Mi corazón dio un salto y rápidamente me di la vuelta encontrándo a Izan parado delante mío con una tímida sonrisa.

—Hola, ¿_____ que significa esto? –la mirada de mi mamá fue de Izan a mi, mostrando total sorpresa.

—¿_____ quien es este muchacho? –me pregunto mi padre mirando incrédulo a Izan.

—Me llamo Izan –se presentó amablemente.

—Es un amigo –le interrumpi caminando hasta donde estaba Izan.

—¿Durmió contigo? –volvió a preguntar mi mamá.

—Si, pero solo eso má –respondi.

—Lo siento pero anoche se me hizo tarde y _____ me dijo que me podía quedar –explixo Izan.

—¿Y yo te dejo que metas chicos a tu habitación _____ ? –increpó mi madre lo más tranquila que pudo.

—No, pero era muy tarde para que Izan se vaya a su casa y le dije que se podía quedar –explique esa mentira, que en parte no lo es del todo ya que si era tarde. Solo que no se quedo por eso.

El silencio se hizo presente y la mirada de mis padres puesta en nosotros.

—¿Solo son amigos? –pregunto mi padre.

Levante la mirada e Izan igual busco la mía sin saber que decir. Me aclaré la garganta y dije:

—No, somos novios –contesté.

Ambos mostraron aún más sorpresa en sus rostros.

—Si, y yo quiero mucho a su hija –senti que Izan me tomaba de la mano y mi corazón se aceleró más –. Y se que no es el momento pero quería hacerles una pregunta.

Eso me tomo por sorpresa y lo mire frunciendo el ceño.

—Adelante –asintió mi padre.

Izan tomo aire y hablo:

—¿Dejarían que _____ venga conmigo a Ibiza, España? –les pregunto. Y los tres, mi mamá, mi papá y yo lo miramos sorprendidos. Solte la mano de Izan y me pare frente a él sin poder creer lo que dijo–. Yo soy de Ibiza y si me dejan me encantaría que _____ me acompañe por las vacaciones –explico mirando a mis padre y luego a mi donde me dedico una tierna sonrisa.

—Izan... –logre decir sin poder creérmelo.











𝐌𝐞 𝐡𝐢𝐜𝐢𝐬𝐭𝐞 𝐨𝐥𝐯𝐢𝐝𝐚𝐫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora