—¡PAPÁ TENEMOS HAMBRE! —gritó el mayor de mis hijos.
Los 5 ya estabamos despiertos, los 3 niños sentados en la cocina, Erick estaba en su corralito y yo buscaba algo en el refrigerador para desayunar.
—¿No quieren huevos? —pregunté ya que era lo único que había en el refri
—¡NO! —gritaron los 3— ¡ESTAMOS HARTOS DEL HUEVO!
¿Hartos? Pero si solo llevaban 1 mes desayunado huevos.
—¿Entonces que quieren de comer?
—¡Arroz con leche! —gritó Zab alzando sus puños
—¿Arroz con leche? La última vez que nos hizo, había más leche que arroz y eso que la leche estaba caducada —explicó Chris.
Gracias enjendro del demonio por recordarme lo mal cocinero que soy.
—¡Milanesa de pollo! —gritó Zab
—La última vez la terminó quemando y por culpa de eso, tuvímos que llamar a los bomberos porque la casa "estaba en el llamas" —Chris hizo comas con sus dedos
—Oh si... pero lo único que estaba en llamas era la estufa —corrigió Zab
Estos niños ya me estaban hartando. Eso de recordarme lo mal que soy cocinando, me estaba hirviendo la sangre. Por cosas como esas, era que compraba comida más hecha. Mis propios hijos me insultaban. ¿Qué sigue? ¿Qué se casen y me abandonen en un asilo?
Okey... eso es la cosa más probable que suceda en un futuro.
Pero... en el presente están chiquitos, yo soy su padre, soy el jefe de la casa, soy quien manda y ellos me tienen que respetar. Mi lado señora y madre interior salió a relucir
—¡Van a comer huevos y nada de quejarse que aquí no es restaurante, muertos de hambre! —exclamé molesto
—Tú también eres un muerto de hambre —comentó Zab
—Nosotros nunca te vemos cenar
Pues porque prefiero que ustedes coman y que estén sanos. Primero el bienestar de mis hijos y luego yo.
Obviamente no les diría eso, me escucharía muy cursi y soy un papá duro. Mi orgullo es más grande que mi ternura.
Les hice sus huevos y se los dí en un plato chiquito a cada uno. Los 3 me miraban con asco.
—¿Ahora qué? ¿Por qué no se lo comen? —pregunté mientras le daba biberon a Erick
—¡No queremos huevo! —exclamaron los 3, cruzando sus brazos, frunciendo el ceño y haciendo un puchero.
—¡Es lo que hay!
—¡No queremos huevo!
—¡Aquí no es restaurante!
—No queremos huevo!
Y después de una larga discución entre comer huevo y no querer comerlo, terminamos yendo al super para poder comprar el mandado. Por lo regular, mi mamá siempre lo compraba ya que yo tenía que cuidar a los niños pero esta vez, ella estaba trabajando en un lugar que desconocía. Ella nunca me decía sobre su trabajo.
—¿Qué vamos a comprar? —pregunté tomando el carrito
—¡Palomitas! —gritó Zab con emoción
—¡Duces! —gritó Joel aplaudiendo
—¡Babu! —balbuceó Erick
—¡Cerveza! —gritó Christopher
Todos volteamos a ver al mayor con cara de ¿estás bien?. ¿Por qué mi hijo quería cerveza? Solo tiene 8 años.
—Recúerdenme no dejarlos con la abuela, el fin de semana
Empezamos a caminar y fuímos echando cosas al carriro. Cereal, leche, refresco, carne, pollo, manzanas, una bolsa de dulces de mantequilla, arroz, frijol, etc. Ya saben, cosas típicas que uno compra en el mandado.
—Papi ¿podemos llevar galletas? —preguntó Zab tomando un paquete
—¡lletas! ¡lletas! ¡lletas! —Joel le siguió el juego
—No, ya llevamos una bolsa de dulces
—Pa ¡yo quiero galletas! —exclamó amenzando un llanto y por llanto significaba un escandalo
—Está bien, está bien. Echalas
Y el llanto se convirtió en sonrisa, después de escuchar mi orden. Ese chico si que sabía como chantajearme.
—Awww que lindo niño —escuché una voz femenina detrás mío. Era una mujer joven, como de unos 23 años, embarazada y acariciando los rulos a Joel— ¿Es suyo? —me preguntó cuando me vió
—Sí, es mi hijo aparte de estos 3 —sonreí y ella se asombró al ver a tanto escuincle
—Wow, que gran familia —dijo acariciando a cada uno de mis hijos
—¿Es su primer bebé? —pregunté señalando su abultado estómago
—Sí, mi primer hija —ahora ella acariciaba su pansa
—¿Puedo? —preguntó Chris para tocar su viente y la mujer asintió
—¿Tiene um bebé ahí adento? ¿Así como Erick? —preguntó Joel y la mujer asintió y mi hijo gimió de sorpresa— ¿Se lo comió?
—No, amor. Una cigueña lo trajo —le respondió la linda mujer
—¡¿Y se lo comió?! —preguntaba mi hijo entre asustado pero también asombrado
Amo la inocencia de los niños.
—Soy Richard —me presenté
—Soy Sofía —ambos estrechamos las manos con una sonrísa en el rostro de cada uno.
La mujer estaba muy guapa y verla embarazada se miraba aún más linda. Oh dios. ¿Qué estoy diciendo? Está embarazada, debe estar casada. Y yo ni divorciado estoy, no debo pensar en enamorarme, aún sigo con Sally a pesar de tener 1 mes sin saber de ella.
No debo de fijrarme en Sofía, ella debe estar casada.
Aunque a la vez deseo que no...
—Bueno. Fue un gusto conocerlos, que linda familia. Hasta luego —se despidió la linda mujer
—Adiós —respondímos todos excepto Erick ya que el aún no hablaba.
—Creo que a papá le agradó la mujer —comentó Zab y yo seguía de viendola como se iba, con una sonrisa de bobo
—Pero él ama a mamá —le dijo Chris, molesto—. No le puede agradar otra mujer que no sea mami
—¡Esa señoa se comió um bebé! —exclamó Joel aún sin poder superarlo
—Que linda es—susurré
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UN PAPÁ Y 4 CRÍAS | RICHARD X CNCO
РазноеRichard tiene todo lo que siempre soñó: un buen trabajo, un lindo hogar y una familia hermosa que compartía con Sally, su esposa. Todo cambia cuando de la nada, Sally desaparece y Richard tiene que hacerse cargo de sus 4 hijos. ¿Quién dijo que ser p...