UN PAPÁ Y 4 CRÍAS | RICHARD X CNCO

37 | Un amigo llamado Paquito

—¡Papá! ¡Ven a jugar con nosotros! —gritó Zabdiel.

Era Sabado y mis niños se encontraban en el jardín bañandose con la manguera mientras que yo estaba en la sala tratando de enviar las canciones al correo de mi jefe.

—Vamos internet apúrate... —susurré

—¡Papá ven a jugar! —apareció Joel a lado mío. Todo mojado de cuerpo completo

—Ahorita voy ¿Si? Deja que se vaya un trabajo que tengo que enviar

Me sentía emocionado pero a la vez cansado. Estaba emocionado porque por fin, después de un tiempo volvería a trabajar en lo que me apasiona pero también me sentía cansado porque el internet no quería. Maldito internet de porquería. ¿Por qué me tenía que estar fallando justo en este momento?

Un sonido de mi computadora hizo que abriera los ojos y me di cuenta que por fin se habían ido mis canciones.

—¡ESO MAMONA! —grité alzando mis manos al aire, en forma de festejo

Cerré la computadora sin importar que estuviera aún encendida. Me levanté con ganas de ir a jugar con mis niños pero mi plan cambió al ver a Joel quien corría a su cuarto. Noté por la ventana pero ninguno de mis hijos estaban afuera.

—Joel ¿A dónde van? ¿No vamos a jugar?

—Lo sentímos papá... vamos a jugar con nuestro amigo Paquito

¿Paquito? ¿Quién es Paquito?

—¿Con quién hijo? —pregunté confundido

—Con mi amigo Paquito —seguí todavía más confuso—. Me tengo que ir ¡Adiós!

Corrió y se encerró en el cuarto de Chris. Miré con sospecha como cerraba la puerta, pero me tranquilice ya que son niños y tal vez se refiera a su amigo imaginario.

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—Que bonito es —susurró Joel acariciando a su nuevo amigo— ¿Cuándo le diremos a papá?

—Esta noche hay que decirlo —decidió Zabdiel

—Papá no lo va a aceptar —dijo Christopher quien estaba muy convencido de sus palabras

—¿Y tú como estás tan seguro? —reclamó Zab— tú ni nuestro papá eres

—Cállate Chis cállate —señaló el menor de los 3 a su mayor

—Número uno: Es Chris no Chis y número dos: papá no lo va a aceptar. ¿Quieren apostar, par de débiles?

—Si Joel y yo ganamos tú haces mi tarea y te dejarás pintar el cabello de azul por una semana. Si tu ganas, seremos tu asistente por 1 semana

—Y de azul intenso como mi caballito —sentenció Joel refiriéndose al tinte

—Trato hecho

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—Milagro que estás despierto, flojo dormilón —salude a Erick quien tenía sus ojos bien abiertos.

Había dormido durante 4 horas seguidas y por lógica, no tenía nada de sueño. Sonrió al verme y empezó a mover sus manos tratando de decírme que lo cargara. Acudí a su petición y ambos nos fuímos al sillón para darle biberón.

—No puedo creer que ya puedas agarrar el biberón pero no puedas decirme "papá". Me siento estafado ¿lo sabías Erickin?