44 | Estamos bien

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Josh entró con una bata azul al cuarto en donde estaba Sally, acostada en la camilla. Se miraba débil, Josh se acercó y se quitó el cubrebocas. En cuanto Sally lo vio, su semblante cambió.

—Hola hermanita —la saludó con sarcasmo

—¿Qué quieres? —preguntó su hermana de mala manera

—Quiero hablar contigo —respondió con seriedad y Sally solo se quedó callada. Sabía muy bien de lo que quería a hablar su hermano—. ¿Por qué lo hiciste Sally?

—Lo hice por estúpida, por enferma y por loca. Mi mamá me ofreció vender a mis niños a personas adultas; obviamente no lo haríamos, solo los usaríamos para estafar a las personas. Necesitaba dinero para hacer los tramites del divorsio de con Richard porque la verdad ya no sentía nada por él y quería irme lo más pronto. Se me hizo fácil y dejé engañarme por mi mamá e hice caso a todo lo que me decía. Irme de la nada, fingir mi muerte para luego secuestrar a mis hijos —eso último lo dijo llorando

—¿Y todo para qué? ¿Qué ganabas con hacer eso? Tu teatro de nada funcionó porque perdiste a tu esposo, a tus hijos y también tu libertad —en cuanto Sally escuchó esas palabras, su semblante cambió a una convinación entre asombro y confunsión

—¡¿Cómo que perdí mi libertad?!

—Tienes una orden de arresto por secuestro a tus propios hijos y por estar involucrada al trabajo sucio de tu madre —terminó de hablar y Sally comenzó a llorar.

En este momento se estaba arrepintiendo. Todo por cegarse por los chantajes de su madre, perdió lo que más amaba. A sus hijos. Ya no miriría como sus pequeños crecieran ya que los años de condena eran muchos. Podría salir como cuando el mayor de sus hijos tuviera 26 años. Lloraba y lloraba. Nadie podría sanar ese frío dolor que sentía por perder a sus hijos y por culpa de sus estúpideces.

—¿Te duele verdad? —preguntó Josh y Sally levantó su mirada con lágrimas que respondían a su pregunta—. Bueno, así le dolió a Richard cuando se los quitaste

Y con eso bastó para que Sally llorara aún más fuerte. El karma estaba haciendo de las suyas y muy pronto.

—Debe ser muy doloroso querer recuperar algo que ya se había perdido desde hace tiempo ¿cierto? —Josh dijo con una sonrisa sárcastica en su rostro.

En realidad no estaba orgulloso por lo que estaba haciendo. Pero recordarle a su hermana todos los daños que había hecho, le hacían sentir una satisfacción tan bonita en su pecho. Era su hermanastra y la quería, pero no se valía lo que le había hecho a su mejor amigo.

—Llora... sufre... aún así no podrás recuperar a tu familia

Y a Josh le gustaba echarle más limón a la hérida. 

[👶🏻]

Erick está en una encubadora y un vidrio me impide el paso. Verlo ahí me duele pero a la vez me da felicidad por que mi hijo es muy fuerte.  Es el que se encuentra estable a pesar de solo tener 6 meses. Miro como se retuerce en la encubadora y mueve sus pies como si nada malo hubiera pasado.

Sonrío entre lágrimas.

—Es un niño muy fuerte —comenta una enfermera detrás mío— me recuerda a mi pequeña hija, fue prematura y así estuvo en la encubadora durante 2 meses

—¿De cuántos meses nació? —pregunté para continuar con la platica, sería muy grosero de mi parte ignorarla o solo decirle que sí para darle el avión y seguir como si nada

—De 6 meses. Me sorprende como su pequeño quedó intacto a pesar del terrible accidente, siento mucho lo que pasó

—¿Cómo están mis demás niños, enfermera?

—Ya todos se encuentran estables. El cuerpo de Joel reaccionó bien a la sangre que se donó. Él y Zabdiel tendrán que pasar unos días más al hospital para tenerlos en observación y en el caso de Zabdiel para que su herida en su brazo sane y quítarle la puntada

—Será doloroso pero yo sé que Zabdiel puede soportarlo —la enfermera me dio una sonrisa de apoyo.

—Lo más probable es que para mañana, Erick y Chris puedan darse de alta —me notificó la enfermera—  ya solo queda esperarse a sus otros hijos. Ahorita puede pasar a verlos, si gusta

Mi sonrisa hizo presente en mi rostro

—¡Gracias enfermera! —exclamé y me fui corriendo pero volví con ella— ¿Por dónde están sus cuartos? —pregunté apenado

La enfermera se tuvo que aguantar la risa. Uno emocionado, no piensa señores

—Por favor acompañeme

[🚪]

—Hola hijo —saludé a Christopher quien a pesar de encontrarse débil, hizo una media sonrisa

—Papá... lo siento... perdón por decir que te odiaba

—No lo decías en serio hijo. No tienes que pedir perdón por nada —sonreí aguantando las ganas de llorar— no llores porque si no también me vas a hacer llorar

—¿Y mis hermanos? ¿Cómo están ellos? —sus ojos reflejaban la preocupación que llevaba dentro

—Ellos están bien. Tú y Erick saldrán a lo mejor mañana y Joel y Zabdiel puede que la otra semana

—¿Están muy graves verdad?

—No, solo lo tendrán en observación. Tú tranquilo hijo

—Es nuestra culpa por irnos con mamá; si no nos hubíeramos ido, nosotros

—No pasa nada hijo, ya olvida eso —lo interrumpí tomando su mano izquierda ya que era la buena

—¿Mi brazo estará bien?

—Si, en unos días más vendremos para quítarte el yeso

El doctor abrió la puerta y me encontré a la enfermera con Erick en brazos.

—No ha parado de llarmarlo "papá" —mencionó la enfermera y me entregó a Erick

—¡Papá! ¡Papá! ¡Papá! —exclamó con felicidad.

Amo oír como me dice papá. Después de tanto tiempo intentando a que me hablara, por fin me estaba llamando papá.











El próximo capitulo ya será el último pero no se preocupen habrá una segunda parte. En unos días más será publicada yo les aviso :D

UN PAPÁ Y 4 CRÍAS | RICHARD X CNCODonde viven las historias. Descúbrelo ahora