Narrador omniscente:
Zabdiel se encontraba en una esquina del patio, comiendo un sandwich que le había preparado su papá. Estaba solo y deseaba no estarlo. Ver como todos sus demás compañeritos jugaban entre ellos, lo hacían sentir triste. Nadie se juntaba con él y él tampoco entendía el porqué.
Tal vez sería porque no era fan de los súper heróes ni de la saga de harry potter. Puede que tal vez sería porque no le gustaba jugar a las luchas como sus otros amigos... o ver animes como otros niños.
Aunque Zabdiel era un niño extrovertido estando en casa; en la escuela era todo lo contrario. Deseaba poder ir y hacer amigos, pero su tímidez lo controlaba y lo alejaba.
A pesar de que solo tiene 5 años, ya estaba viviendo una de las peores cosas que una persona puede sentir. Sentirse solo a pesar de haber muchos niños a su alrededor.
Terminó su sandwich y giró su rostro para ver a un grupito de niñas quienes se miraban muy entretenidas saltando la cuerda. Decidió que era hora de amistar y fue hacia ellas con la intención de pasar un buen rato.
—Hola... ¿Puedo jugar con ustedes? —preguntó con la mírada baja y un tanto nervioso
—No no puedes. Eres un niño y nos da asco los niños —respondió una de las niñas con voz chillona, muy castrosa
Zabdiel no dijo nada y se dio la vuelta para irse. Se encontró a unos niños quienes estaban muy entretenidos con unos comics y decidió ir con ellos.
—Hola —saludó pero fue ignorado.
Después de segundos sin tener respuesta, volvió a saludarlos pero esta vez uno de los niños le gritó que se fuera. Se alejó y miró a los lejos a unos niños y niñas jugando basket, quizó unirse pero otra vez fue rechazado.
—¡Eres una niña por gustarte el baile! ¡largo! —gritó uno de los niños.
Fue a los colompios y se sentó en uno de ellos para pasearse lentamente mientras esperaba que su papá terminara de hablar con la maestra. El sueño de la carta lo dejó traumado y tenía que poner cartas en el asunto.
—Ay ya viene hijo. Ya arreglé lo que tenía que arreglar, hombre precavido vale por 2 —sonrió pero su sonrisa desapareció al ver la mirada triste de su pequeño—. ¿Qué sucede hijo?
—¿Por qué nadie quiere ser mi amigo? ¿Hay algo malo en mí? —lágrimas empezaron a deslizarse por sus mejillas
Richard se preocupó. Zabdiel solo tiene 5 años y los niños de su edad no debían hacerse esa clase de preguntas, no debían sentirse mal por ellos mismos. Richard lo abrazó haciendo que su hijo llorara aún más por sentir los brazos de su padre en su espalda
—¿Por qué los demás niños no me quieren? ¿Soy raro? ¿Soy malo, papá?
—No hijo, no digas eso. Tú eres una gran persona. ¿Sabes porque los demás niños no quieren juntarse contigo? —Zabdiel negó—. Por qué tú no eres como los demás niños, tú eres especial
—No lo entiendo...
—Tú brillas con tu propia luz hijo. No eres una copia más como aquellos tontos niños, tú eres tú mismo y eso es lo que te hace diferente. Tanto como niños como personas, ven raro a las cosas diferentes, a cosas que so n distintos a ellos. ¿Recuerdas la vez que vímos a 2 mujeres besándose en la plaza?
—Sí, todas las demás personas las miraban con enojo
—Bueno. Esas personas las miraban con enojo porque creen que no está bien lo que están haciendo, como no siguen la "regla" de que un hombre y una mujer deben ser pareja y cosas pendejas que se inventa la gente. Siguiendo con el tema, ¿Qué fue lo que te dije acerca de esas 2 chicas?
—Que ellas brillaban entre tanta oscuridad
—Y lo que quisé decir con eso esque la oscuridad son la gente que miran mal a una persona por ser él mismo y los hace diferente del montón. Lo mismo pasa contigo, esos chicos no te aceptan porque eres diferente a ellos. Y no tiene nada de malo, al contrario, es genial ya que no eres una copia barata de otros.
—Papá...
—Tú sé como tú eres. No importa si te quedas solo y sin amigos; tú debes ser tú mismo y así serás feliz
Zabdiel sonrió y Richard limpió sus lágrimas.
—Acuerdate cuando Christopher se vistió de caperucita roja en la escuela y sus compañeritos se burlaron de él pero aún así le valio madre y fue feliz en esa fiesta de halloween
—Pero Christopher es Christopher y yo soy Zabdiel
—Pero eso no impide que puedas ser feliz. Ya te lo dije antes y te lo vuelvo a decir. Tú eres especial siendo como tú eres, y si por eso no tienes amigos ¡que te valga madre! Ellos se pierden de un gran niño como tú. Eres un buen niño Zabdiel, y si ellos no quieren ser tu amigos, recuerdas que tienes a un montón de hermanos que te quieren mucho y a un padre que te ama y daría la vida por ti
—¡Tú eres mi mejor amigo papá! —exclamó contento y se lanzó a los brazos de su padre.
—¡Y tú eres el mejor niño del mundo!
Capítulo dedicado para aquellas personas que se sientan excluidos de sus grupos de "amigos" por no tener los mismos gustos.
Si es necesario estar solo para ser feliz, hazlo.
❤
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UN PAPÁ Y 4 CRÍAS | RICHARD X CNCO
De TodoRichard tiene todo lo que siempre soñó: un buen trabajo, un lindo hogar y una familia hermosa que compartía con Sally, su esposa. Todo cambia cuando de la nada, Sally desaparece y Richard tiene que hacerse cargo de sus 4 hijos. ¿Quién dijo que ser p...