27 | Festival de los enamorados Parte 1

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Me encontraba preparandole los lonches a mis hijos mientras preparaban su mochila para ir a la escuela.

—Papá, Eyik, pipi —dijo Joel mientras comía un platano

—Ay voy, ay voy —susurré mientras envolvía los sandwiches en papel aluminio, para luego colocarlos en las loncheras junto con un juguito con popote.

Terminé de hacer los lonches, limpie la boquita de Joel con una servilleta y luego me llevé a Erick para cambiarlo de pañal. Esto de ser papá es horrible y muy cansado; que hacerle comidas diferentes porque no a todos les gusta lo mismo, que bañarlos, secarlos, peinarlos, ponerle su ropa, llevarlos a la escuela, recogelos, ayudar a hacer su tareas y hacer que se duerman. Dios, admito que es tan cansado esto y más porque son a 4 niños que tengo que atender. 

Dejando de lado mi trabajo de ser papá, también tengo que ganar dinero para mantenernos, pagar la luz, agua, internet, el gas y hacer las cosas del hogar; barrer, trapear, lavar trastes y ropa y comprar el mandado. Ahora era cuando más valoraba el trabajo de las madres y de las amas de casa.

Merecía unas vacaciones al igual que mis hijos pero como si apenas había entrado a trabajar. Hoy era mi día de descanso y para acabarla tenía que llevar a los niños a su escuela. Lo bueno esque podría jugar  con Joel y dormir un rato con Erick.

—Papá rápido hay que irnos, hoy es el festival de los emamorados —avisó Zabdiel con su mochila en hombros y tomó su lonchera

Yo lo miré confundido. ¿De qué festival me estaba hablando? Que yo supiera, no había ninguno en la ciudad

—Lo olvidaste ¿cierto? —el pequeño de 5 años me miró con decepción y no me quedó de otra que decir que "sí" con un movimiento de cabeza—. Hoy en mi kinder habrá un fiesta por los enamorados y tú —me señaló con su dedo índice— tienes que ir.

—¿Y qué tengo que hacer ahí? ¿Para que me quieren?

—Es para que pases un buen rato con tu hijo y los demás niños —explicó Chris ahora interrumpiendo quien también tomaba su lonchera—. También es un festejo para los padres por estar enamorados

—Y como no está mamá, le hable al tío Josh para que nos acompañe —sonrio Zabdiel todo inocente

—¡¿QUÉ?!

Y parecía que todo fuera planeado porque justo en ese momento tocaron el timbre.

—Debe se él —dijo Joel y corrió a abrir la puerta— ¡Tío Josh! —exclamó de felicidad y el mencionado lo cargo para luego hacerle avionsito

—¡Yo también, yo también! —gritó Zabdiel saltando enfrente de Josh y alzando las manos.

Josh dejó a Joel en el piso y ahora se dedicó a hacerle aviosito a Zabdiel quien gritaba de pura alegría.

—Hola novio —saludó Josh riendo y moviéndo ambas cejas

—Chingas a tu madre —lo miré con los ojos entre abiertos

—También me da gusto de verte —respondió en sarcasmo—. ¡Vamonos niños! ¡hoy tendremos un gran día en el kinder! —movió las llaves de su camioneta y todos fuimos a subirnos.

Entramos todos a la camioneta de Josh. El mencionado iba en el volante, Christopher a lado suyo mientras que atrás ibamos Joel, Zabdiel, Erick y yo. El camino hacia la primaria fue tranquilo, Chris se despidió de todos (en especial de mi )para luego bajarse y entrar. Josh volvió a arrancar y él junto con mis niños empezaron a cantar "mis ojos lloran por ti"

—Sin tu amor, el mundo caerá sobre miiiiii —cantó Josh todo desafinado con un montón de gallos que tenía miedo que uno de los vidrios se fueran a romper

—Quisiera volver a amarte, volver a quererte
Volver a tenerte cerca de mí, girl. Mis ojos lloran por ti Me haces tanta falta, no lo puedo negar. No sé cómo de mi vida te pudiste marchar Arrancaste mi corazón, como un trozo de papel.Jugaste con mi vida y ahora me pregunto ¿Por qué?
¿Por qué tuve que enamorarme de ti?
Quererte como te quise y luego te perdí
Yo creo que eso no es justo ante los ojos de Dios Te di tanto amor y tú me pagaste con dolor —fue lo que rapeó Zabdiel.

Todos en la camioneta nos quedamos sorprendidos. ¿Desde cuando Zabdiel rapeaba? Y también ¿De dónde había escuchado esa canción? ¿Cómo se la aprendió?

—¡ESO MAMONA! —gritó Josh de felicidad y Zabdiel se sonrojo. La verdad era que estaba avergonzado

—¿Cómo es posible que no te sepas los números del 1 al 10 pero si el rap de mis ojos lloran por ti? —le pregunté y mi hijo agachó la mirada riendo

—¿Y eso que importa? —preguntó Josh—. Ese chico tiene talento, se sabe el rap completo ¡yo ni si quiera me lo sé! —dijo sorprendido

—¿Cómo es que te lo sabes? —miré a mi hijo con confusión

—Mamá la ponía cada que tu te ibas al trabajo y nos quedabamos solos. Ella barría y ponía música. De tantas veces que la puso, me la terminé aprendiendo —explicó con pena

—Mamá amá esa cachión —comentó Joel mientras chupaba una paleta de fresa. Se miraba bien tierno el hijo de su chingada madre.

—Su papá y yo la cantabamos cuando éramos jóvenes —dijo Josh y yo lo miré mal

—¿Cuándo éramos jóvenes? Querido, aún lo seguímos siendo —le dije haciendome el ofendido

—Papá y Josh, novios —comentó Joel y hasta Josh paró la camioneta—. ¿Qué?

Todos reímos y seguímos contando historias, anecdotas de cuando Josh y yo ibamos a la secundaria y unas pocas de la preparatoria. Llegamos y estacionamos la camioneta. Nos bajamos y vimos la entrada llenos de globos y con letras en fomi rojo con diamantina la frase "festival de los enamorados". Entramos y una maestra estaba ahí poniéndole un distintivo a los padres que iban llegando al igual que nosotros.

—¿Ustedes son los padres de los niños? —preguntó la maestta viéndonos a los dos adultos con cara de confusión

—No. Yo soy el padre, él es solo un amigo de la familia —señalé a Josh y este sonrió

—De acuerdo. Aquí están sus distintivos

Nos entregó un corazón azul a cada uno y no lo pusimos en el pecho con el segurito que tenía detrás del distintivo. Entramos y había música (obviamente infantil) y mesas con bocadillos. En una de las mesas habían un montón de paletas de corazón, que por cierto se miraban muy ricas; y en otra se miro una fuente de chocolate para que metieras tus bombones en ella y luego cometerlas.

—¿No pondrá reggaeton? —preguntó Josh y yo solo negué con decepción—. ¿Servirán tequila?

—Tío Josh, esto es una fiesta de ñiños no de adutos —dijo Joel tratando de hacer que su tío entrara en razón.

—Oh Dios —susurró Zabdiel quien miraba a una dirección fija con temor.

Miré a donde estaba viendo y noté que había una niña de piel bronceada, con 2 coletas y u  vestido color rojo con blanco. Detrás de ella iba una mujer con un vestido corto y pegado que hacía resaltar su buena figura. Mi hijo y yo suspiramos

—Que belleza —hablamos al mismo tiempo









Capítulo largo, espero que les haya gustado. Se lo merecen por las 3k leídas. ¡Muchas gracias por su apoyo! Eso significa mucho para mí ❤







UN PAPÁ Y 4 CRÍAS | RICHARD X CNCODonde viven las historias. Descúbrelo ahora