Jimin se removía inquieto de un lado a otro, enrollándose inconscientemente entre sus mantas. Estaba teniendo otra pesadilla. Aquella escena era tan vívida, que aún sumergido en sus sueños, daba cortas pataditas en el aire y balbuceaba bajito palabras inentendibles.
El atormentado Omega, podía ver claramente cómo un Sanguinem lo perseguía. Estaba tan cerca, que casi podía sentir su respiración.
Jimin tenía tanto miedo, no encontraba escapatoria.
Rendido, avanzó a tientas en la oscuridad esperando el impacto, pero un sonoro gruñido se hizo presente. Segundos más tarde, apareció un imponente lobo de pelaje azabache y ojos rojos frente a él.
Jimin estaba rodeado. Detuvo sus pasos y se quedó allí, inmóvil, con los ojos dilatados. No le era posible correr ni huir.
De un lado tenía a ese Alfa Sanguinem despiadado, observándolo con cierta burda malicia que lo hacía estremecer, pero nada se comparaba a aquel imponente animal de afilados colmillos destilando furia en sus obres color sangre.
Jimin, hipnotizado por aquellos ojos profundos y desencajados de la bestia, dio pasos hacia atrás, pues aquel lobo le generaba más miedo que el Sanguinem.
Tembloroso, se cubrió el rostro con ambas manos, pues si antes no tenía oportunidad, ahora ya estaba muerto.
Pero, las cosas no sucedieron como él pensó.
El lobo azabache saltó por encima de su cabeza y atacó al Sanguinem. Lo hizo de una forma violenta, tal fue la forma en que el lobo atacó, que Jimin no pudo evitar gritar con el poco aire que le quedaba. Pero ese grito fue mudo, pues su garganta estaba cerrada, como si alguien le estuviese presionando muy fuerte del cuello.
La feroz bestia desmembró al Sanguinem con sus afilados dientes. Lo despedazó con tanta facilidad como si se tratase de un muñeco de trapo.
El lobo, oliendo a sangre, volteó en dirección a Jimin, comenzó a avanzar hacia él, hundiendo sus pesadas patas en el suelo. Y en menos de un segundo, se convirtió en un humano.
Estaba completamente desnudo, pero su desnudez se veía cubierta con sangre y lodo.
Jimin retrocedió hacia atrás muy lentamente mientras no dejaba de observar con un miedo instintivo y atroz, al Alfa que avanzaba hacia él.
Solo el hecho de que el asesino no fuese un desconocido, le revolvía el estómago.
La espalda de Jimin chocó con una enorme roca, la cuál ya no le permitió seguir retrocediendo. YoonGi, con la mirada impávida posándose sobre él, lo había paralizado del miedo.
El Alfa continuaba acercándosele, pasando su lengua por sus afilados dientes, manteniendo una pequeña sonrisa ladina repleta de malicia.
¿Por qué seguía viéndose como una bestia?
Jimin cerró sus ojos una vez más. Esta vez sí sería su fin, ya estaba enfrentando su destino, pues ¿qué oportunidad tenía ahora de salvarse?
Pudo sentir cómo la respiración gélida de YoonGi chocaba contra su rostro, acto que le provocó un escalofrío.
Los vellos de sus brazos se erizaron y casi pudo sentir cómo el corazón se le detuvo tras sentir algo suave y húmedo tocar de forma impetuosa sus labios. Lo que sintió a continuación, fueron las manos de YoonGi tomándolo posesivamente de las caderas mientras que irrumpía en su boca, haciendo de aquel tacto, un beso profundo y desesperado.
Jimin, sintiendo un lánguido mareo, despertó. Aún sobresaltado, con el rostro ardiendo se sentó e intentó calmar su agitada respiración.
Aquello había sido tan real que aún sentía sus labios arder tras el efusivo contacto.
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El último Omega || Yoonmin
FanfictionLos alfas, son los únicos sobrevivientes a una falla genética que ha acabado extinguiendo por completo a los Omegas. Todo se complica cuando un grupo de científicos se unen para crear un Omega alterado genéticamente. ⚠️Si de pronto leen algo que no...