NamJoon corría a través de la plaza del estacionamiento en donde había aparcado su automóvil. Estaba llegando tarde.
Haberse quedado gran parte de la noche leyendo respecto a sus investigaciones, había sido una mala idea. Como si fuese poco, a lo lejos podía ver a aquel guardia que religiosamente le pedía su identificación cada vez que lo veía.
Tanteó en sus bolsillos, sacó su tarjeta celeste y la levantó en el aire a medida que avanzaba. No quería perder tiempo, eran muy estrictos con la puntualidad.
—Sí, sí, Kim NamJoon del sector cuatro, puede pasar —dijo el guardia sin siquiera ver la tarjeta.
El Alfa parecía estar agotado, seguramente no estaba teniendo un buen día.
NamJoon chequeó su reloj pulsera mientras que con su mano libre, sostenía la tarjeta contra el panel de la entrada. En cuanto este se puso de color verde y la puerta de ingreso se abrió, prácticamente chocó con un grupo de niños revoltosos, los cuales gritaban, reían y se empujaban entre sí. ¿Qué estaba ocurriendo? No era un lugar donde se esperase ver niños.
Enseguida, vino una mujer Alfa vistiendo con un delantal blanco y con un estetoscopio colgando de su cuello.
—Quiero que hagan una fila ordenada y guarden silencio ya mismo —dijo con un tono de voz calmado.
Todos los niños le obedecieron al instante.
NamJoon estaba esperando el ascensor y no dejaba de observar con curiosidad lo que sucedía frente a sus ojos. ¿Harían visitas guiadas a los laboratorios de ciencia? Pensó.
Cuando uno de sus colegas le hizo una corta reverencia y se posicionó a su lado a la espera del ascensor, NamJoon se aclaró la garganta y no dudó en preguntarle.
— ¿Quiénes son todos esos niños?
—Han venido a un control médico, serán los futuros Sanguinem, cada vez los entrenan de más pequeños.
—¿Y por qué no van al hospital? Dudo que un laboratorio sea lugar adecuado para un grupo de mocosos —razonó NamJoon frunciendo el ceño.
—Porque este año quieren implementar algo nuevo. Quieren introducirles un chip de rastreo en la capa subcutánea de sus antebrazos. Necesitan monitorearlos y cerciorarse de que funcionen correctamente.
—¿Cuándo les hacen sus tatuajes? —preguntó curioso mientras subían ambos en el ascensor.
—Cuando ya sean aptos para su labor, pues aún son muy pequeños. Qué orgullosos deben sentirse los padres de estos niños, quienes desinteresadamente desean servir al gobierno y dedicar su tiempo y energías para restaurar el orden en Nueva Corea. Estoy orgulloso de mi nación, nosotros estamos recuperando la paz y armonía que nuestros antepasados perdieron.
El Alfa continuó hablando respecto a lo orgulloso que se encontraba de pertenecer a una sociedad tan organizada y pacífica. Por el contrario, NamJoon se había aburrido de escuchar tanto parloteo, así que, mientras pensaba en musarañas, se puso a dibujar con su dedo índice una cadena de ADN en el espejo del ascensor.
ESTÁS LEYENDO
El último Omega || Yoonmin
FanfictionLos alfas, son los únicos sobrevivientes a una falla genética que ha acabado extinguiendo por completo a los Omegas. Todo se complica cuando un grupo de científicos se unen para crear un Omega alterado genéticamente. ⚠️Si de pronto leen algo que no...