La luna brillante se velaba cada vez más a causa de las nubes. Ello evidenciaba que se acercaba una tormenta. La claridad se comenzó a dispersar y la sombra de los árboles, convirtió el bosque en un sitio de apariencia sombría.
Casi en las penumbras, un par de ojos ardiendo en una cólera inexplicable, observaba a aquellos dos jóvenes que se miraban con afecto y devoción. Estos habían creado su propia atmósfera y apenas si notaban en cómo el clima se iba agravando.
El corazón de JungKook latía de forma irregular y no importaba cuánto intentase calmarse, cada vez le costaba más controlar sus emociones, apenas si podía respirar debido a su repentino enojo.
Gracias a su incipiente olfato, YoonGi pudo detectar feromonas esparciéndose por el aire, haciendo un ambiente pesado y hostil. En menos de un segundo, se apartó bruscamente de Jimin y volteó hacia atrás, aunque fue en vano. Ya era demasiado tarde para anticipar el ataque de su hermano menor.
YoonGi se encontró a sí mismo siendo tomado por el cuello de su abrigo, y a pesar de que no comprendía lo que estaba sucediendo, no hizo ningún movimiento, tan solo se quedó inmutable, observando a los ojos de quien lo sujetaba impetuosamente.
JungKook elevó su brazo con la mano cerrada en un puño como si estuviese a punto de golpearlo, sin embargo, su brazo continuó extendido y no se movió.
YoonGi vio cómo los músculos de su hermano se tensaron y las venas de su cuello se hicieron más visibles, así que para incentivarlo a que lo golpease de una vez, cerró los ojos. Sin embargo, sucedió todo lo contrario. JungKook comenzó a sollozar.
—Adelante, golpéame si ello te hará sentir mejor —dijo YoonGi con un tono de voz calmado.
JungKook estrelló su puño contra el tronco, muy cerca del rostro de su hermano, pero no le hizo daño alguno. Su pecho se movía salvajemente de arriba hacia abajo mientras observaba hacia la nada.
YoonGi estaba en el medio de una ola de emociones ajenas, pues por un lado, podía sentir el enojo y la tristeza de su hermano, por otro, el miedo de Jimin.
JungKook era un mar de emociones en ese momento, siquiera había emitido ni una sola palabra. Nunca había reaccionado de esa forma, de hecho nunca habían tenido una discusión, al menos ninguna realmente grave.
El lobo del mayor, permanecía inquieto y con todos sus sentidos alertas, pues estaba sintiendo los miedos de su amado Omega y quería dirigirse hacia él con el fin de protegerlo. Al menos esa era la opción que YoonGi podía concederle a su animal interior, pues, lo otro que su lobo quería hacer, era ir y atacar a quien había puesto de esa forma a su compañero.
JungKook soltó a su hermano con fuerza y dio un paso hacia atrás mientras se secó las lágrimas. Poco a poco comenzaba a calmarse.
—Lo siento —dijo finalmente—, no debí reaccionar de esa forma. —Habiendo dicho esto y sin esperar una respuesta, dio media vuelta y con suma agilidad y destreza, descendió desde las alturas sosteniéndose de las ramas del enorme Hayal. Segundos después, se perdió entre los arbustos. El silencio era tal que el sonido de sus pisadas alejándose pudieron ser escuchadas por varios segundos hasta que finalmente, la calma reinó una vez más.
El mayor de los Alfas se incorporó con cuidado y lo primero que pensó fue que debía ir tras su hermano. Sin embargo, hizo todo lo contrario. Volteó hacia Jimin y estiró los brazos hacia él, para que este se acurrucara en su pecho.
YoonGi, continuamente se había jactado de ser alguien calculador y racional. Difícilmente se dejaba guiar por sus sentimientos, pues siempre había tenido una visión muy analítica de la vida.
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El último Omega || Yoonmin
FanfictionLos alfas, son los únicos sobrevivientes a una falla genética que ha acabado extinguiendo por completo a los Omegas. Todo se complica cuando un grupo de científicos se unen para crear un Omega alterado genéticamente. ⚠️Si de pronto leen algo que no...