(One-shot situado en el final de la película "X-Men: Apocalypse"; tiene su continuación en otro de mis libros)
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Había sido una pelea dura, por poco y perdemos al profesor…
Pero gracias a la unión de poderes de Magneto, Jean, Scott y la chica que podía controlar el clima, de la cual aún no sabía su nombre, lograron destruir a Apocalypse, desintegrándolo. Sus gritos me habían aturdido demasiado, aunque creo que no solo a mí, si no a todo Egipto.
Y estaba más que sorprendida al ver el potencial de Jean y su fuerza fénix, había más que eso ella y por alguna razón sospechaba que Charles sabía algo.
No se hicieron preguntas aunque tampoco creo que sean necesarias justo ahora.
Luego de que se aseguraran de que Apocalypse estaba muerto al cien por ciento, todos se reunieron en el lugar donde estaba escondido el profesor Xavier, ahora calvo.
Erik, Magneto para los que recién lo conocían, descendió de los aires gracias a su poder magnético. Él buscó a Peter con la mirada, que por la confesión de hace unas horas sabíamos que era su hijo, y empezó a ayudarlo a caminar. Apocalypse le había roto la pierna al velocista y sin duda alguna iba a necesitar muletas.
Yo solo sonreí, soltando un gran suspiro al saber que todo había acabado, por el momento, luego tendríamos que rendirle cuentas al gobierno (como siempre). Pero, por los menos, seríamos libres de todas aquellas acusaciones falsas por culpa de los desastres de Apocalypse. Y, como casi siempre, los mutantes habíamos salvado a los humanos de su destrucción inminente. Espero un gracias del gobierno en vez un interrogatorio de cuatro malditas horas.
— Iré a revisar el perímetro —avisé al resto, ellos asintieron y siguieron atendiendo al profesor.
Mi mutación consistía en poder curar a las personas, básicamente daba vida a lo que ya estaba muerto. Cuando alguien tenía una herida, yo solo revivía las células y tejidos muertos. Aunque, en casos de daños extremos, me era imposible curar a las personas.
Un claro ejemplo de eso fue y es, el accidente del profesor, intenté de todo para poder curar sus piernas, pero nada funcionó. Hice mi mayor esfuerzo al ver como el profesor se sentía sin poder caminar, pero a pesar de eso no logré nada.
Inútil, así me sentía. Mi única mutación era esa y ni siquiera podía emplearla de manera correcta. Lo única razón por la que había sido traída aquí era por mi habilidad de pelea (la cual no fue muy útil contra Apocalypse) y que faltaba personal para el equipo de X-Men. Debería ser un X-Men de relleno.
Ya me había alejado de todos ellos, soltando un suspiro pesado. Lastimosamente, hubieron muchos daños gracias a Apocalypse, tanto humanos como materiales. Solo espero que aquellas familias que perdieron a alguien gracias a ese monstruo, tengan la fuerza suficiente para superarlo.