Victoria Potter tiene una felicidad a medias ama a sus siete esposos, pero el espacio que él ocupaba seguía doliendo, cuando sintió un corazón dejar de latir el mundo se detuvo jamás volvió a ser completamente feliz, pero por una extraña sensación n...
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. . . Rosalie
Apenas llegó Victoria el enorme dragón se restrego tiernamente, olfateo su vientre y la miro con ternura mientras ella acariciaba su enorme rostro.
- Le agradas Rosalie te agradece el que me hayas salvado.
- ¿Hablas con él? - tartamudeo Carlisle.
- Si, puedo hablar con cualquier ser mágico.
Tuvieron que sentarse para escuchar toda la explicación y todo lo que abarcaba el mundo mágico, era sorprendente que nunca se hubieran cruzado con ningún mago o escuchado de ellos, Carlisle se veía fascinado por la medicina mágica, Emmet y Jasper con el quiddicht, los demás recorrimos la casa era algo digno de ver los cuadros que se movían y los pequeños elfos que iban de un lado a otro cocinando o limpiando, los llevó a ver el invernadero que estaba repleto de plantas que se movían por todos lados, Esme quedo maravillada con lo hermosa que eran las flores.
- Esto es fabuloso Ros. - Emmet llegó hasta ella. - Los gemelos me llevaron a montar.
- ALICE ES ESTUPENDO. - Jasper entro a la casa con pelos por todos lados.
- Esto de sanar con magia es maravilloso. - Carlisle casi nunca se sorprendía, pero ahora miraba todo lo más rápido posible.
- Debes ver su invernadero cariño. - Esme lo arrastro hasta allí.
- Debemos ir a ver la tienda de los chicos tienen cosas maravillosas. - contó Alice.
- Señora Victoria debe comer, debe sentarte.
Una elfina con un vestido azul le trajo una bandeja llena de comida y la empujó levemente en una silla que había hecho aparecer.
- Cierto cariño debes descansar ¿Tienes sueño?
- ¿Antojos?
-¿Quieres masajes?
- ¿Mareos?
Los chicos la bombardearon con preguntas se notaba cuán preocupados estaban por ella.
- Chicos estoy bien en serio, hambre si tengo. - exclamó llevando un pedazo de carne a su boca. - Amo comer.
- Debo ir a renunciar. - comentó Dean.
- También yo. - exclamó Cris.
- Cerraremos la tienda. - exclamaron los gemelos.
- ¿Por qué harán eso?
- Tori debemos cuidarte. - exclamaron todos juntos era muy simpático la sincronía que tenían.
- Estoy embarazada, no invalida chicos iré a trabajar al hospital y no los quiero de pesados.