Victoria Potter tiene una felicidad a medias ama a sus siete esposos, pero el espacio que él ocupaba seguía doliendo, cuando sintió un corazón dejar de latir el mundo se detuvo jamás volvió a ser completamente feliz, pero por una extraña sensación n...
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. . . Victoria
Sentia tanta felicidad, que sentía que podía estallar en cualquier momento, tenía a todos sus esposos y venía en camino su segundo bebé. Seth, Leah, Dennis y Victor se habían ido de viaje nuevamente, pero prometieron volver para el enfrentamiento con los Vulturis.
Ahora se encontraba hablando con los Cullen sobre la situación de Cedward.
- ¿Entonces podrías convertirnos? - Rose exclamó dudosa, pero con mucha esperanza.
- Parece que si puedo.
- Bueno esperemos que no haga falta quitarnos la ropa.
- EMMETT. - gritaron todos.
- Tiene un punto. - Fred y Emmett chocaron palmas.
- Aunque me encantaría probar, lo más sensato sería esperar a que pase lo de los Vulturi. - Exclamó Esme.
Todos los vampiros le dieron la razón.
- No se estresen por eso, yo lo puedo manejar, el bebé ya nacerá para cuando lleguen. Si ustedes quieren lo podemos intentar.
Se miraron entre si por unos segundos, pero estaban decididos.
- Esperaremos. - indico Carlisle. - Sabemos que lo harás todo, pero creo que hablo por todos que por cualquier cosa servimos más como vampiros y unos días más no nos hará daño.
Ya era muy tarde cuando sintió la magia de Harry aparecer en la casa, le había dado un traslador que sin importar donde esté lo traería junto a mi.
Todos se quedaron quietos, Harry estaba parado frente a Cedric.
- Hola cuñado.
Ploff
- Se desmayó.
Unas dos horas más tarde, Harry no salía del shock con tantas noticias.
- Entonces... Tienen colmillos ?
Harry dibujo unos colmillos con sus manos.
Todos soltaron una risa estruendosa.
- Te contamos que era un vampiro, está vivo y te preguntas si tienen colmillos ?. Eres tan James, cachorrito.