Victoria Potter tiene una felicidad a medias ama a sus siete esposos, pero el espacio que él ocupaba seguía doliendo, cuando sintió un corazón dejar de latir el mundo se detuvo jamás volvió a ser completamente feliz, pero por una extraña sensación n...
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Edward
Ese maldito aroma a fuego y Lilium lo estaba por volver loco todo el aroma estaba impregnado en la casa, como un animal se pasaba olisqueando las almohadas o los sofás donde ella se había quedado, había una alegría diferente en la casa desde que ellos aparecieron en Forks, Rose vivía de sonrisas por todos lados hasta Jasper se veía más alegre y hablaba de ellos todo el tiempo.
- Oliendo las almohadas nuevamente hermanito. - Emmet se lanzó junto a él en el sofá. - Pareces loco.
- Claro que no, sólo paso el rato en el sofá.
- Te estuve viendo hace días, vienes y siempre te sientas donde ella estuvo. Realmente es hermosa y su aroma es adictivo. - susurró. - No se lo digas a Rose.
- Lo escuche, es cierto tiene un aroma tan atrayente y es hermosa.
- ¿Tu diciendo que es hermosa? - exclamé fingiendo shock.
- Es que lo es, debes conocerla y a toda su familia son muy agradables. - exclamó Esme. - Por fin puedo cocinar, tiene un buen apetito y come todo lo que le doy, la amo.
- Charlie también habla maravillas de ellos. - comenté. - Dice que cocina maravilloso.
- Es agradable quedarse mirándola por horas, el sólo verla te llena de una paz increíble. - exclamó Alice.
- Su familia es muy agradable y se encuentran fascinados con nosotros y lo mejor es que no quieren ser como nosotros sólo lo disfrutan por fuera. - comentó Jasper.
- Debo ir junto a Bella es mi turno. - exclamé cabizbajo.
Todavía no los conocía se pasaba todo el tiempo tratando de mantener a salvo a Bella que se pasaba dando lata con los nuevos que por su culpa Rosalie lastimó a Jacob y muchas otras cosas.
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- No son buena gente, no entiendo como tu familia está tan fascinada con ellos. ¿Cómo confían? Te aseguro que irán a contar su secreto, Rosalie fue una insensata.
- Jacob la iba a matar. - exclamé enojado.
Le molestaba la forma que hablaba de ella y ni la conocía su lado protector salía a flote cuando Bella hablaba mal de ella no sabía de donde salía esa sensación de querer protegerla siempre, la otra noche había rondado donde estaba su casa parecía un maldito acosador esperando verla al menos de lejos, pero nunca salió.
- Por algo será, es porque son mala gente.
- No los conoces Bella.
- Me dan mala espina. Tú familia ya no me quiere en tu casa y es culpa de ella.
- No digas tonterias.
- Mejor olvidemos eso y besame.
Bella se subió en su regazo y comenzó a restregarse contra su miembro lo besaba con desesperación, no sentía nada ni el calor de su piel le llamaba la atención, en cambio con el simple aroma de la nueva chica lograba encenderse y eso lo asustaba tenía pequeños recuerdos que venían a su mente de una pelirroja que lo abrazaba o llenaba de mimos, el más reciente cuando estuvo aferrado a la almohada que ella uso en la casa, había sido en una tina gigantesca donde la hizo suya una y otra vez; sus dulces gemidos llenaban el lugar.
- Que asco. - Jacob entraba a la habitación.
Se lo agradecía inmensamente estaba a segundos de lanzarla por la ventana, era sorprendente como no entendía su negativa a tener relaciones ni siquiera iba a poder levantar a su amigo.
- VETE JAKE VETE.
- No, quiero hablar con el chupasangre.
- Claro. - Me levanté rápidamente y lance a Bella sobre la cama.
- Sam quiere llegar a un acuerdo para combatir contra los neófitos. - exclamó.
- Los pueden matar, sería mejor que no estén. - exclamó Bella. - Díselo Edward.
- No somos tan débiles Bella, somos más fuertes que los chupasangres.
Rodé los ojos siempre quería demostrar que era mejor.
- Debemos hablar con Carlisle sobre el tema.
- Perfecto vayamos ahora, avisaré a Sam.
- Iré con ustedes. - exclamó Bella.
No me opuse ya que sería muy notorio que la familia no la quería cerca, fuimos en mi auto mientras Jacob iba en su moto, en la entrada de la casa olía muchísimo a Lilium seguramente acababa de venir a la casa por fin la conocería ¿sería la mujer que la perseguía en su mente?
Una hermosa cabellera de rulos se subía por las escaleras tenia una forma de caminar elegante y muy perfecta demasiado para ser un humano se dirigía a toda prisa hacia la puerta de la casa, baje rápidamente y fui hacia ella me quede estático a dos metros.
- Victoria.
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