Remember «h.s»

13 «

»Nota de autora:

Hola <3 Antes de empezar el capítulo quiero deciros una breve cosa. He hecho un tráiler de la novela y si os interesa verlo está en la multimedia del primer capítulo. Si dejáis un like, os amo de por vida. Y hablando de likes, no os cuesta nada dejar un voto aquí. Es que es muy molesto que te esfuerces escribiendo capítulos para los demás y no sean capaces de dejar ni un mísero voto, de verdad que no me gustan un pelo los lectores fantasma. Anyway, gracias por leer. Aquí os dejo el capítulo.

Pilar xx.

Iba detrás de Harry, mientras salíamos del hospital. Él iba andando, dando largos y firmes pasos, a los cuales yo tenía que seguir corriendo debido a que mis piernas eran más cortas que las suyas y no me cundía tanto. Llegamos a su coche, donde si no me daba algo de prisa, se iba sin mí. Nada más montarnos, arrancó y pisó a fondo el acelerador. Yo estaba asustada, aunque también cabreada. No podía conducir a lo loco. Podríamos tener un accidente.

-¡Harry, baja la velocidad!- le grité.

Él seguía con la mirada fija en la carretera, con el ceño fruncido y las manos fuertemente agarradas al volante.

-¡Estás sordo o qué te pasa!- insistí.

Esta vez, él me miró con una mirada llena de furia, bastante intimidante.

-¡Me cago en la puta, cállate!- me gritó o, más bien, me ordenó.

No iba a rebajarme por sentirme intimidada por él. Estaba poniendo nuestras vidas en peligro.

-¡¿Quieres morir o qué te pasa?! ¡Estás loco!

Harry seguía ignorándome. Y yo ya no sabía qué más hacer. Esa situación me daba bastante miedo. Harry me daba miedo.

-Dime por lo menos dónde vamos- dije algo más calmada, para ver si él también lo hacía.

-Lejos de toda esa mierda- dijo sin cambiar su postura.

¿Qué quería decir? ¡Oh dios, Harry era tan desesperante!

-¿Y por qué no me dejas en mi casa?- dije. Mañana había clase y no quería llegar tarde otra vez.

-Nadie te ha obligado a subirte al coche- frenó en seco y agradecí que por la carretera por la que íbamos no había nadie más- así que bájate si no quieres venir, joder.

Me lo pensé unos segundos. Podría hacerlo. Era lo más sencillo del mundo. Tan solo abrir la puerta e irme. Pero no sería justo. No podía hacérselo. Él me había salvado el culo muchas veces y no podía dejarlo tirado ahora. Yo no era de conocer mucho a las personas, pero juraría que lo que menos le apetecía a Harry ahora era estar solo, sin ningún apoyo. Yo misma sabía a la perfección lo que era estar sola y no se lo recomendaba a nadie.