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-¡¿Perdona?!- le grité a Hazel a escuchar lo que dijo de Finn. Ella no me hizo el más mínimo caso y siguió

-¡No te vuelvo a hacer un favor!- le dijo Hazel a Ian.

-Vamos Haz, tranquilízate, es su hermano no ella- dijo Ian y pegó un sorbo a su vaso.

-¡Eres un idiota!- le dijo.

-Dios Hazel, deja ya de gritar por dios- dijo él. Menos mal, no era a la única a la que le hinchaba la cabeza con sus gritos- vete a tomarte una copa y te olvidas de todo un rato.

-Qué pasa, ¿te cae bien la princesa Finn?

Cogí a Hazel por los hombros, dejándola cara a cara conmigo.

-¿Qué problema tienes con mi hermano?- dije con un tono algo amenazador.

-¡¿Que qué problema tengo?! ¡Él problema lo tiene él, es un marica!

Le di una sonora bofetada con la mano abierta a Hazel en la mejilla, que hizo que todo el mundo a nuestro alrededor nos mirara sorprendidos. Se me quedó mirando anonanada, con la mano en la zona de la cara donde le había dado. Me vi venir que me la iba a devolver, y así lo hizo, pero antes de que su mano llegara a tocar mi cara, la agarré, evitando el golpe. Algunos wow se escucharon de fondo rompiendo con el silencio que se había formado. Hazel se soltó de mi agarré.

-¡Pues que sepas que nunca en mi vida había sido tu amiga! ¡Era todo mentira!- me gritó. Me pareció raro que no me afectara. Es más, fue más como un alivio.

-Menos mal- vacilé.

-¡Y tu hermano es un marica de mierda, y te va a pasar esa puta enfermedad que tiene! Vas a dar todo el asco, ni te me acerques- cuando dijo esto, Stacy y Nelly que habían visto eso en primera persona, soltaron una carajada.

-Mira Hazel, la enfermedad en todo caso la tienes tú, ya que me parece increíble que a estas alturas seas capaz de juzgar a alguien por su condición sexual.

Hazel resopló y apretó los puños conteniendo la rabia.

-¡Y que sepas que ese vestido te hace gorda!- dijo ella.

-Yo no diría lo mismo- le dijo Ian.

Yo me reí. Hazel había caído muy bajo con todo esto. Aunque en realidad, ella misma se lo había buscado.

Yo no sabía con certeza si mi hermano era gay o no, y tampoco sabía por qué los demás se lo llamaban. Y no me parecía nada bien. Si lo era, no les importaba. Es su vida. Pero por otra parte seguía teniendo esa charla pendiente con él. Si había algo en lo que pudiera ayudarlo, lo haría. Era mi hermano.

Mis pensamientos se vieron interrumpidos por Ian, el cual me miró, y me guiñó un ojo. Yo le sonreí tímida. Después de esto me di la vuelta para salir del montón de gente a tomar un poco el aire e irme a casa. Ya estaba bien por hoy. Mi vida había dado demasiadas vueltas y si seguía iba a vomitar.

-Hacía tiempo que nadie le callaba la boca así a Hazel- dijo una voz. Miré a mi derecha y me encontré con la chica que había cantado antes en el escenario- perdona, soy Chelsea.

-Yo Hailey. Bueno, creo que alguien tendría que decírselo tarde o temprano.

-¿Qué ha pasado exactamente?- preguntó ella.

-Pues que tuve un accidente y tengo amnesia y bueno, siendo breve, no sé quién soy. Hazel se hizo pasar por mi amiga porque... Pues no tengo ni idea de por qué.

-Vaya, lo siento. Si necesitas algo, aquí me tienes- dijo encogiéndose de hombros.

-Me has caído bien- le dije con una sonrisa lateral- me encantaría seguir hablando contigo, Chelsea, pero tengo que irme ya. ¿Nos vemos en el instituto?

Remember «h.s»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora