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Harry se sentó a mi lado.

-No son misterios ni secretos, pero cuanto menos sepas, mejor.

-No lo entiendo. Mi madre me ha dicho hoy lo mismo sobre mi padre- dije mientras me frotaba la cara.

-¿Qué te ha dicho?

-Que se divorciaron porque él tenía muchos secretos.

-Ah- dijo Harry, mostrándose algo sorprendido e incluso nervioso, aunque no le di importancia.

Pasaron unos minutos de silencio.

-¿Nos vamos?- dije, ya que estaba empezando a anochecer y a Harry se le veía ensimismado en sus pensamientos.

-Eh, claro.

Me levanté a la vez que él.

-Espera- dijo.

Corrió hasta su coche y sacó lo que parecía que era un cubo del maletero. Después, volvió y se acercó al mar, para llenar dicho objeto de agua y tirarla en la hoguera para apagarla. Luego, no había vaciado el cubo entero y me salpicó con lo poco que quedaba de agua. Cerré los ojos y respiré hondo.

-Te tiraría al mar ahora mismo si no fuera porque no me apetece mojarme- dije mientras metía las manos en los bolsillos de mi abrigo. 

-Sí, sí, excusas- dijo Harry riéndose, aunque seguía estando un poco en otro planeta.

Alcé una ceja. ¿Me estaba retando? Sin pensarlo, me quite los zapatos y los calcetines y me remangué un poco los pantalones. Fue bastante agradable sentir la arena en mis pies.

Después, pensé en arrastrar a Harry hasta el mar, pero estaba muy segura de que no podría por su condición física, y bueno, la mía. Así que le arrebaté el cubo de las manos y corrí a la orilla para llenarlo. Cuando el agua se puso en contacto con mi piel, solté un grito ahogado de lo fría que estaba.

Luego, me disponía a ir hacia Harry y mojarlo, pero al parecer, él fue más rápido porque sentí cómo me rodeaba con sus brazos por detrás, y me empujaba levemente hacia el agua.

-¡Ni se te ocurra! ¡Suéltame!- le dije mientras intentaba soltarme de su agarre.

-Ibas a empaparme. Si piensas que te voy a soltar así de fácil, estás muy equivocada- susurró en mi oído.

Un escalofrío recorrió mi cuerpo. Pero intenté resistirme a los encantos de Harry y aprovechando el momento, me deshice de sus brazos y salí corriendo de allí, no antes de salpicarle levemente.

Me volteé para ver qué hacía Harry y estaba corriendo detrás de mí. Vaya, este chico no perdía el tiempo. No tuve más opción que acelerar, aunque estuviese bastante cansada. Pero finalmente, me alcanzó, y no sé cómo, ambos acabamos cayéndonos en la arena. Yo tumbada y él sobre mí, apoyándose en sus manos y rodillas para no caerse encima.

Nuestros rostros se encontraban a milímetros de distancia. Podía notar su aliento agitado chocar contra mí.

-Sabes que me has mojado- dijo Harry, imponente.

-Lo sé- dije en su mismo tono.

-Oh no, no lo sabes. Si lo supieras no estarías tan tranquila.

Me mordí el labio empezando a ponerme nerviosa. Ugh, odiaba que tuviese ese control emocional sobre mí.

-¿Y qué me vas a hacer?- dije mostrándome calma.

Remember «h.s»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora