quattro

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Pasaron dos semanas desde que Yoongi llegó al castillo. El rey había cambiado de actitud con él notoriamente; ya no le gritaba o trataba mal.

El rubio ya lo sabía, sentía que aquel rey era su destinado pero simplemente no lo podía creer, pues al principio ese alfa había sido muy malo con él. Tenía miedo de ser cruelmente rechazado por aquel hombre, Yoongi debía admitir que el rey se le hacía demasiado atractivo pero el rencor aún estaba allí.

Por otro lado, Taehyung no quería caer ante el encanto del omega. Se comenzaba a enamorar pero no lo podía aceptar, no podía caer por un simple omega, no siendo rey.

Ya era hora de la cena, por lo que Yoongi se dirigió al comedor con la compañía de Jimin, quien comería allí al ser quien cuida del rubio.

Taehyung estaba en la punta de la mesa, a su lado derecho estaba Yoongi comiendo y JiMin se encontraba al otro lado de Yoongi. La cena era silenciosa, cómo todas las demás pero ese momento el silencio es interrumpido debido a la puerta siendo abierta, dejando a un sirviente entrar.

— Su majestad. — aquel sirviente se inclinó— Le ha llegado una carta de Busan. —se acercó para entregar la carta al rey.

— ¡Retírate! — ordenó el rey en cuanto tuvo la carta en sus manos.

El sirviente hizo una última reverencia y se retiró. Taehyung empezó a leer lo que decía la carta y gruñó, Jimin se confundió por la actitud del rey. El alfa notó la confusión de Park y le entregó la carta, en cuanto el pelirosa la leyó jadeó sorprendido pero con una sonrisa, mientras que Yoongi decidió ignorar lo que estaba pasando.

[...]

A la mañana siguiente, Yoongi se levantó animadamente y decidió bajar al comedor a desayunar. Vio que Taehyung no estaba allí pero le restó importancia, él comería solo con Jimin.

Yoongi decidió ir a su habitación, pero se detuvo pues que alguien tomó su mano. Al voltear vio a Jimin con rostro animado.

— Yoon, necesito que te pongas esto.— le entregó ropa más fina y elegante.

— ¿Qué? ¿Por qué? — preguntó confundido.

— Habrá visitas de otro pueblo y todo los que viven en el castillo deben ir a recibir a los invitados. — sonrió el omega mayor.

— Está bien. - dijo para tomar las prendas e ir a su alcoba.

Yoongi se cambió con la ropa que el pelirosa le entregó. El rubio se veía muy bonito, esa ropa lo hacía ver muy elegante y radiante. Su traje constaba en nada más que un pantalón negro ceñido a las piernas, una camisa blanca y sobre esta un saco negro de botones dorados con bordados del mismo color en las mangas y los mismos botones del lado interno.

Yoongi bajó a la entrada del castillo, en la puerta TaeHyung y Jimin estaban esperándolo. También estaban todos los sirvientes y una gran cantidad de guardias en fila a los lados del pasillo.

JiMin le hizo una seña a Yoongi para que se acercara a él, por lo que Min se colocó a su lado, quedando TaeHyung en medio y los dos omegas detrás de él, uno de cada lado; JiMin a su izquierda y Yoongi a su derecha.

Las puertas se abrieron dejando ver hacia afuera, un carruaje azul con detalles de oro estaba parado. De allí bajó un hombre, aquel era moreno, con cabello y ojos igual de castaños. Detrás de él salió otro chico, este tenía el cabello con tonos violáceos, sus ojos eran igual de azules al cielo.

— Den la bienvenida al rey de Busan, Kim Namjoon y a su omega Kim SeokJin. —anunció un guardia e inmediatamente todos los sirvientes y guardias se inclinaron con respeto.

Jimin y Yoongi se inclinaron levemente, mientras Taehyung siguió firme, en la misma posición de antes. Namjoon se acercó y tras él SeokJin, quien lo seguía. Al final ambos reyes quedaron cara a cara.

Yoongi supo que aquel Namjoon era un alfa, y como había anunciado anteriormente el guardia, su acompañante era su omega; este tenía aroma a vainilla y jazmines mezclado con el de su alfa, tierra mojada.

— Cuanto tiempo sin verte, hermanito. —sonrió Taehyung provocando que Seokjin agachara su cabeza con sumisión.

— Deja a mi omega en paz. —gruñó Namjoon al notar la mirada que le dio el contrario a su omega.

— ¿Terminaste enamorandote de mi hermano?— preguntó con burla— Que bajo haz caído, Kim.

— ¡Cállate! ¡No se te olvide que soy mayor que tú, debes respeto! —gritó el azabache.

— ¡Tú estás en mi territorio, respétame tú a mi! — le exigió en un grito a su mayor.

— No he venido aquí a pelear contigo. — habló más calmado el otro alfa.

— ¿A qué has venido entonces? —Taehyung alzó una ceja.

— Esto mejor lo platicamos adentro.— gruñó.

Taehyung y los dos omegas detrás de él se hicieron a un lado dejando pasar a Namjoon junto a Jin. SeokJin no evitó posar su mirada en aquél rubio omega al lado de su hermano. ¿Será ese su omega? Se preguntó SeokJin pero al final decidió ignorarlo.

— Ustedes dos vienen conmigo. — les susurró Taehyung a los omegas detrás de él.

— ¿Por qué yo? — soltó Yoongi.

— ¡Porque así te lo ordeno! —y comenzó a caminar sin darle oportunidad a Yoon de decir alguna otra cosa.

Taehyung guio a los demás a una sala, donde había sillones y una mesa en medio. Todos allí se acercaron y en un sillón se sentaron Namjoon y SeokJin, mientras que en el otro se sentaron Taehyung, Jimin y Yoongi.

— ¿A qué vinieron? — habló Taehyung en cuanto todos estuvieron acomodados.

Namjoon suspiró pesado. —Nos están atacando.

— ¿A mí que?- preguntó sin interés.

— ¡Están planeando entrar en guerra, Kim! —le gritó— Sabes que Seúl y Busan tienen una alianza debido a mi matrimonio con Seokjin, si nos atacan a nosotros, los atacarán a ustedes. —el castaño trató de hacer razonar al menor.

— Tienes razón, pero yo protegeré solo a mi pueblo.

— ¡Taehyung! Dos pueblos serán más fuertes que uno solo. — exclamó Namjoon.

— ¿De qué pueblo estamos hablando? — preguntó con muy poco interés— Si es uno fuerte, tal vez piense en ayudarte.

— Daegu. — respondió dejando a las tres personas frente a él, sorprendidas.

Pues Daegu era un pueblo muy poderoso y fuerte.

𝙈𝙔 𝙆𝙄𝙉𝙂 ➸ 𝘛𝘢𝘦𝘎𝘪ᵃᵈᵃᵖDonde viven las historias. Descúbrelo ahora