diciotto ✔︎

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Jimin, TaeHyung y Yoongi estaban tranquilamente tomando el desayuno. Había pasado una semana desde que el rubio había intentado escapar y todo había cambiado muy notoriamente.

TaeHyung ya no era aquél amargado rey, absolutamente había cambiado pero su carácter exigente seguía allí. Su relación con el rubio también cambió, aveces estos se robaban uno que otro beso y ahora cuando dormían, ya no le hacían caso a la imaginaria división que hicieron en la cama cuando el rubio se cambió a la habitación del rey.

Los tres estaban desayunando, cuando un sirviente tocó la puerta y tímidamente se adentró al comedor. El rubio lo reconoció como el mismo que le había dado una carta a TaeHyung el día antes que Namjoon y SeokJin llegaran a Seúl, la carta que anunciaba de la llegada de ambos.

- S-Su majestad, ésta carta es de Busan. - el sirviente se acercó - P-Pero dice que es para un tal Yoongi.

- ¡Oh! ¿Para mi? - el rubio sonrió.

El sirviente al ver que el rubio era Yoongi, se acercó y le tendió la carta. El rubio vió que decía "De: SeokJin, Para: Yoongi".

- Gracias. - sonrió con amabilidad el rubio al sirviente y éste le devolvió la sonrisa, para después retirarse, no sin antes hacer una reverencia.

El rubío abrió la carta animadamente, su sonrisa se hacía cada vez más grande conforme la leía. En la carta, Jin le hablaba a Min de como iba el embarazo y que ya eran tres meses y su panza ya era un poco notoria. También decía que los ataques a Busan ya habían parado.

- ¿Qué dice la carta? - preguntó Kim al ver a Yoongi tan animado.

- Es de SeokJin, solo manda saludos y dice que los ataques de Daegu a Busan ya pararon. - el rubio sonrió -También dijo que ya tenía tres meses de embarazo y su panza es notoria.

- Voy a ser tío de un mocoso hecho por mi hermano y su tonto esposo. - el rey se burló.

- ¡Hyung! - regañó el rubio - ¿Cuándo podremos ir a ver a Jinie? - preguntó con un puchero el rubio.

- ¿Quieres ir a verlo? - el alfa levantó una ceja y el rubio asintió - No sé... Busan está lejos.

- ¡Por favor, hyung!

- Cumple el capricho de tu omega, mocoso.- dijo Jimin riendo.

- Está bien, partiremos mañana.- el alfa sonrió al ver al rubio con una gran sonrisa y un hermoso brillo en sus ojos - ¿Por qué no le mandas una carta a Seok diciendo que vamos allá?

- ¡Si! - festejó el rubio para después dirigirse a la que es la biblioteca del castilla para tomar unas hojas y un pincel para escribir.

[...]

La carta ya había sido mandada a Busan. Al día siguiente, el rey y los dos omegas se prepararon para ir en el viaje. Solo se quedarían unos pocos días, a diferencia de cuando SeokJin y Namjoon fueron a Seúl y se quedaron casi una semana.

Los tres ya estaban en el carruaje negro, siendo rodeados por guardias. Yoongi estaba emocionado e impaciente.

- ¿Cuánto tiempo dura el viaje? - preguntó el rubio.

- Dos días. - le respondió el alfa.

- ¡Es mucho! - reclamó el menor.

- Tú quisiste venir - dijo el alfa frunciendo el ceño.

[...]

- Su majestad, pudimos encontrar al principe. - dijo un hombre haciendo una reverencia.

- ¿¡Dónde está!? - preguntó aquél rey.

- Lo hemos visto en Seúl. - dijo con un poco de nerviosismo el hombre.

- ¿¡Y por qué no lo trajeron!?

- Hubo un alfa que nos lo impidió.

- ¿¡Un alfa!? - el rey se levantó de su trono.

- S-Sí.... Pudimos reconocerlo, era el rey de Seúl - el hombre tembló.

- Kim TaeHyung...– susurró el hombre.

- Él dijo que el príncipe es su omega y que no nos atreviéramos a tocarlo. Creemos que Kim no sabe que Yoongi es el príncipe de Daegu. - el hombre tembló ante el gruñido que salió de su rey.

- ¿¡Cómo se atreve ese rey a reclamar a mi hijo como suyo!? - el hombre empezó a gritar con fuerza - ¡Ellos lo secuestraron, eso no lo permitiré!

- S-Señor... Eso quiere decir que... - el hombre fue interrumpido.

- Que empiece la guerra.

[...]

Ya habían pasado dos días desde que el rey y los dos omegas partieron, por lo que ya estaban llegando al castillo de Busan. Cuando llegarom, vieron a Namjoon y atrás de él a Seokjin sonriendo. Los tres se bajaron de carruaje, primero el rey y después Yoon y tras el rubio, Jimin.

Yoongi se dió cuenta que los sirvientes estaban a los lados del pasillo de la entrada del castillo e inclinados, tal y como estaban los de Seúl cuando llegaron SeokJin y Namjoon.

- Ohh... Hermanito. - sonrió TaeHyung viendo a Seok, sacándole un gruñido a Namjoon- Oye, estoy jugando.

- Me sorprendió ver la carta de Yoongi, sobre todo que lo hayas dejado venir. - se burló Nam.

- Es mi omega, debo consentirlo.- sonrió TaeHyung al ver como Jin se acercaba animadamente a Yoongi y Jimin.

- Te entiendo. - dijo Joon, igualmente sonriendo.

Los tres omegas iban hacia el jardín, Seokjin y Yoongi parecían pequeños niños yendo al parque y JiMin la madre que intenta detenerlos para que no corran. Cuándo al fin estuvieron allí, Yoongi vió la diferencia entre el jardín de Busan y el de Seúl. Ese tenía menos animales, pero seguía teniendo algunos, tenía un pequeño lago y algunos árboles de cerezo con sus hojas rosas.

- Sé que no es como el de Seúl, pero me gusta. - dijo Jin sonriendo.

- Jinie, no corras mucho, te hace daño. - le ordenó JiMin cuando llegó junto a los otros dos omegas.

- Hyung, sí puedo hacer actividad física, solo si no es peligrosa. - el pelimorado hizo un puchero.

- Está bien, vayan a jugar niños, papá se quedará aquí a cuidarlos - el pelirrosa se río y los otros dos fruncieron el ceño.

Ambos omegas se alejaron un poco de Jimin, quien empezó a leer un libro que le dió Namjoon para no aburrirse mientras cuidaba a los otros dos. Mientras el pelirrosa leía, daba uno que otro vistazo a los menores cuidándolos. SeokJin y Yoongi hablaban de cosas normales, de como les había ido o de las salidas al pueblo que hizo Yoongi.

En un momento, Jin pone su mano en su vientre y el rubio se preocupa, Seok inclina un poco la espalda y empieza a respirar pesadamente.

- ¿Jinie hyung? - Yoongi estaba asustado.

𝙈𝙔 𝙆𝙄𝙉𝙂 ➸ 𝘛𝘢𝘦𝘎𝘪ᵃᵈᵃᵖDonde viven las historias. Descúbrelo ahora